Flujo rosado: causas y qué hacer

Los cambios en el flujo vaginal son normales, aunque en ocasiones pueden alertar un problema. Te enseñamos las causas de la secreción vaginal rosa.
Flujo rosado: causas y qué hacer
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 28 enero, 2022

Las secreciones vaginales son una combinación de células y fluidos que varía de color, textura y olor. En condiciones normales su color es claro, su textura es semiacuosa y carece de olor. Por diversos motivos estas características se pueden alterar, y el signo de alerta más llamativo lo encontramos en su color. En las líneas siguientes te indicamos las causas del flujo vaginal rosado.

Si tuviésemos que agrupar qué colores son más comunes en las alteraciones de las secreciones vaginales, el rosado sin duda ocuparía el primer lugar. Aunque se usa el término rosado, en realidad agrupa también al flujo vaginal rojo con tonos claros y al flujo vaginal marrón con tonos claros. Las explicaciones siguientes deben asimilarse teniendo en cuenta que no todas las mujeres manifiestan un color o textura de su flujo de manera similar.

Principales causas del flujo vaginal rosado

Dado que la mayoría de las mujeres están acostumbradas a un flujo color claro, traslúcido o transparente, y que este además carezca de olor, es natural que sientan temores, dudas o incertidumbre frente a alguna alteración de estas características. Desde ya te advertimos: la mayoría de los casos de flujo vaginal rosa no remiten a una enfermedad o a una condición que despierte las alarmas.

Sin embargo, todo depende del contexto en el cual se manifieste. Es el contexto lo que determina a qué remite esta alteración de la secreción, de manera que se usa como punto de partida para un posible diagnóstico. Aunque este solo puede hacerlo un profesional, te dejamos con 7 posibles causas del flujo rosado.

1. Menstruación

Si el flujo vaginal rosado se manifiesta unos pocos días antes de empezar el periodo, lo más probable es que este remita a los cambios que se producen de manera natural para la llegada de este. Los cambios en el flujo hacia una apariencia rojiza, rosada o marrón poco antes o después del periodo son completamente normales y no deben despertar mayor angustia.

Las alteraciones del flujo se producen porque estos se combinan  con un poco de sangre. Cuando la sangre es fresca remitirá a un tono rojizo o rosado, cuando está seca se acercará al marrón (esto en caso de los cambios unos días después del periodo). Las mujeres que desarrollan una menstruación irregular suelen manifestar una alteración de este con mayor frecuencia que otras.

2. Sangrado de ovulación

El flujo rosado puede ser normal
Si bien existen variaciones naturales en el color del flujo vaginal, es importante mantener la atención a este y otros síntomas para detectar cualquier anomalía.

La ovulación es el proceso en el que uno de los ovarios (en algunos casos los dos) libera un óvulo. Sucede en torno a la mitad del ciclo menstrual de una mujer, y en algunos casos puede estar acompañado de una leve alteración del flujo vaginal. Esto debido a que se produce un leve manchado o secreción se sangre. Aunque es muy pequeño, combinado con el flujo adquiere una tonalidad rosa.

De acuerdo con los investigadores, solo el 8 % de las mujeres experimentan sangrados a mitad del ciclo. De ellas solo el 3 % lo hacen debido a la ovulación en sí misma. Aunque el número es reducido, se trata de una posibilidad que no se debe rechazar. Es igualmente inocua que en el caso anterior.

3. Uso de anticonceptivos hormonales

Iniciar un nuevo ciclo de un anticonceptivo hormonal o cambiar de fabricante induce a un desequilibrio que tiene diversas repercusiones a nivel fisiológico. Todas estas al margen del ciclo regular, y una de las más frecuentes son pequeñas descargas que alteran el color, la textura y el olor del flujo vaginal. Este puede tornarse rojo, rosado o marrón.

En la literatura médica a esto se le conoce como sangrado intermenstrual. Otras condiciones pueden provocarlo (fumar, enfermedades, episodios de deshidratación, tener el DIU y demás), pero lo más frecuente es que este sangrado ocurra en mujeres que toman pastillas anticonceptivas. Aquellas que contienen menos estrógeno son las que suelen generar este signo de por medio.

4. Quistes ováricos

Un quiste ovárico es un saco pequeño lleno de líquido que se desarrolla en los ovarios. Es relativamente frecuente en las mujeres fértiles. No es inusual que aparezca uno o dos muy pequeños luego de que se libere el óvulo y que desaparezca por sí mismo al iniciar el otro ciclo. A veces el quiste no desaparece, lo que ocasiona una serie de alteraciones con síntomas.

Por ejemplo, los quistes ováricos pueden ocasionar descargas anormales entre los periodos, presión en la parte inferior del abdomen, dolor al orinar, dolor al tener relaciones sexuales y sensación de pesadez. Algunos pueden causar torsión ovárica, de manera que de desarrollar los síntomas acompañados de secreción vaginal rosada debes recurrir a un especialista.

5. Sangrado de implantación

El sangrado de implantación es el sangrado que experimentan algunas mujeres cuando el óvulo se adhiere a la pared del útero. Esto sucede en torno a los 10 o 15 días después de la concepción, de manera que es uno de los síntomas del embarazo. De acuerdo con los investigadores, el sangrado en las primeras semanas del embarazo ocurre en el 9 % de las mujeres.

A menudo se confunde el sangrado de implantación con un ciclo menstrual ligero, de manera que conviene estar al tanto de otros signos del embarazo para hacer una asociación más oportuna. Este sangrado sucede debido a la fricción del óvulo con el revestimiento del útero. Algunas mujeres pueden reportar pequeños calambres durante este proceso.

6. Abortos espontáneos

De acuerdo con los investigadores, entre el 10 % y el 20 % de los embarazos derivan en abortos espontáneos. La mayoría de ellos suceden antes de que el feto alcance las 10 semanas de desarrollo. Los síntomas típicos de un episodio de este tipo incluyen los siguientes:

  • Secreción de color marrón, roja o rosada.
  • Calambres en la parte inferior del abdomen.
  • Cólicos fuertes.
  • Molestias en la espalda baja.
  • Sensación de mareo.

Los síntomas se manifiestan de forma repentina y se materializan casi al mismo tiempo. Es importante estar al tanto de ellos, tanto si se es consciente del embarazo como si no.

7. Procesos infecciosos

El flujo rosado puede ser a causa de una ITS
Algunas de las condiciones que pueden causar cambios en el flujo vaginal están englobadas dentro de las infecciones de transmisión sexual.

Bajo esta categoría agrupamos a un centenar de condiciones infecciosas que pueden explicar el flujo vaginal rosa. Aunque hay decenas y decenas de patologías infecciosas que pueden estar detrás, las más comunes son las siguientes:

  • Candidiasis.
  • Vaginosis bacteriana.
  • Vaginosis no bacteriana.
  • Clamidia.
  • Vulvovaginitis por Trichomonas.
  • Gonorrea.
  • Enfermedad pélvica inflamatoria.

La falta de higiene, usar ropa interior muy ajustada, tener una vida sexual activa sin protección (o con muchas parejas), la apuesta por duchas vaginales, algunas enfermedades subyacentes y el uso indiscriminado de antibióticos pueden fomentar el desarrollo de las infecciones reseñadas.

¿Qué hacer si tengo flujo vaginal rosado?

Las condiciones que hemos reseñado anteriormente solo son referenciales. En la práctica un centenar de patologías, alteraciones, enfermedades y demás pueden explicar el flujo vaginal rosado. Cambios hormonales naturales y cambios en el estado de ánimo pueden estar detrás de los episodios. Es por esta razón que cualquier tipo de anormalidad debe ser consultada con un médico.

Los remedios caseros y los tratamientos paliativos son completamente inútiles en ausencia de un diagnóstico. Como ya hemos apuntado, la mayoría de los episodios responden a alteraciones en el ciclo menstrual que son inofensivas. Si sospechas de una condición subyacente, un posible embarazo o desarrollas síntomas paralelos no dudes consultar con un especialista.



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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.