Cómo elegir el protector solar adecuado para tu piel

¿No estás seguro sobre cómo elegir el protector solar adecuado para tu piel? Veamos las recomendaciones de los especialistas al respecto.
Cómo elegir el protector solar adecuado para tu piel
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 10 abril, 2023

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la sobreexposición a la luz solar se acepta ampliamente como una causa subyacente de los efectos nocivos en la piel, en los ojos y el sistema inmunitario. Para reducir su incidencia existen los protectores solares, aunque en general prevalece un desconocimiento sobre su uso. Hoy te enseñamos cómo elegir el protector solar adecuado para la piel.

Cuando deseas comprar un protector solar te percatas que existe una amplia variedad de alternativas en el mercado. El espectro de opciones puede ser abrumador, tanto que te cohíbes al elegir uno debido a que no sabes exactamente cuál de todos te conviene más.

Consejos para elegir el protector solar adecuado para tu piel

Para elegir el protector solar adecuado hay que tener flexibilidad
Hay varias formulaciones comerciales de protectores solares, solo es cuestión de escoger la que más se adapte a las necesidades personales.

De manera general, cualquier protector solar en el mercado que cumpla los requisitos de los máximos organismos competentes es bueno para ti. Si optas por marcas reputadas no debes preocuparte sobre su efectividad, aunque en el proceso es bueno tener en cuenta algunos criterios básicos que debes cotejar en la etiqueta del producto. Veámoslos de la mano de Sociedad Americana contra el Cáncer:

  • Factor de protección solar: también conocido como SPF alude al nivel de protección que ofrece frente a los rayos UV. El mínimo recomendado es de 30 SPF, ya que estos filtran en promedio el 97 % de los rayos UV. Como referencia, los de 50 SPF filtran el 98 % y los 100 SPF el 99 %. No existe un protector solar que te ofrezca una protección completa, de modo que evita los productos que así te lo hagan saber en la etiqueta.
  • Protección de amplio espectro: todos los productos de protección solar te ofrecen resguardo contra los rayos UVB. Sin embargo, solo algunos hacen lo propio con los rayos UVA. Aquellos que te garantizan ambas se conocen como protectores solares de amplio espectro. Dado que los rayos UVA contribuyen al cáncer de piel y al envejecimiento prematuro, es conveniente que el producto que elijas te garantice seguridad frente a ellos.
  • Resistente al agua e impermeable: no existen protectores solares que sean 100 % resistentes al agua, al sudor o impermeables. Algunos fabricantes así lo aseguran, pero esto no es más que una estrategia publicitaria poco ética. Lo cierto es que la capa protectora se resiente frente al sudor y el agua, motivo por el cual debes volver a aplicarlo cada 2 horas e incluso antes frente a estos contextos. Secarte con una toalla elimina el factor de protección.
  • Agentes activos del producto: en la actualidad existen dos tipos de agentes que median en la protección de los rayos UV: los filtros físicos y los filtros químicos. Los filtros físicos más utilizados son el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Los filtros químicos predilectos son el octisalato, el homosalato, la avobenzona, el octocrileno y la oxibenzona. Los primeros suelen dejar una capa blanca sobre la piel, aunque se recomiendan para personas con la piel sensible.

A propósito de los agentes activos, a menudo se piensa que los agentes físicos son los únicos seguros en el mercado. Esto no es realmente cierto, ya que los agentes químicos están avalados por los principales organismos de salud en el mundo. Los ingredientes físicos operan dispersando los rayos UV antes de que penetren en la piel. Por su parte, los filtros químicos absorben los rayos UV y los transforman en calor antes de que puedan dañar la piel.

No hay una diferencia sustancial entre los protectores en aerosol, en crema o en lociones. Sin embargo, las presentaciones en crema suelen incluir aditivos extras que hidratan más la piel. La elección la harás con base en tus gustos y la facilidad o rapidez con la cual lo puedas aplicar. No es verdad que una presentación te ofrezca más protección que otra.



Cómo aplicar y almacenar el protector solar

Además de elegir el protector solar adecuado hay que saber aplicarlo
Entender cómo y cuándo aplicar el protector solar es fundamental para aprovechar todas sus virtudes.

Ya sabes cómo elegir el protector solar adecuado para tu piel, es momento entonces de que aprendas cómo utilizarlo y almacenarlo. La mayoría de los productos de este tipo duran un promedio de tres años, y no deberías usarlos luego de su fecha de expiración. Hacerlo puede darte una falsa sensación de seguridad, pero lo cierto es que su habilidad para dispersar los rayos UV se deteriora a medida que se acerca a la fecha límite.

Almacena la botella en un lugar seco y fresco, y ten especial cuidado con las presentaciones en aerosol. Estas son más sensibles a los cambios bruscos de temperatura o de presión. En cuanto a cómo aplicarlo, lo ideal es que sigas las recomendaciones en la etiqueta, pero puedes seguir algunas pautas básicas. Te dejamos con las sugeridas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA):

  • Concéntrate en primer lugar en las zonas más expuestas de la piel (el rostro, los brazos, los pies y el cuello).
  • En el proceso no olvides aplicar el producto en las manos, las áreas expuestas por la calvicie o el adelgazamiento del cabello, los codos y las orejas.
  • Procura que la distribución sea uniforme; esto que, que la capa sea igual de gruesa en los diferentes puntos de la piel donde lo aplicas.
  • Si lo aplicas para ir a la playa o estarás en bikini, asegúrate de que cubra todas las partes de tu cuerpo.
  • Espera un mínimo de 10 minutos antes de salir al exterior.
  • Renueva la capa cada 2 horas. Si has sudado mucho o te has bañado, considera renovarlo más seguido.


Recuerda que el protector solar no te ofrece una patente de corso para exponerte abiertamente al sol. En lo posible, debes reducir la exposición directa a los rayos UV. Por ejemplo, apelar por la sombra siempre que sea posible, utilizar gafas de sol, sombreros y gorras y prendas de ropa que cubran el cuerpo. Hazlo especialmente si tu piel es sensible o de tez muy clara.

Ten en cuenta que los protectores solares no se deben usar en bebés, ya que en estos pueden surgir reacciones secundarias como sarpullido. Sí se deben utilizar en niños, aunque al igual con los adultos, estos deben evitar la exposición directa al sol aun cuando usen el producto. Aplica el protector solar siempre que salgas al exterior y debas interactuar con cierto grado de exposición al sol.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.