Diástasis abdominal posparto: todo lo que debes saber

La diástasis abdominal es un problema muy común en el embarazo y en el posparto. Veamos sus causas y tratamiento.
Diástasis abdominal posparto: todo lo que debes saber
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 06 septiembre, 2022

La diástasis abdominal posparto, también conocida como diástasis del recto abdominal posparto, alude a la separación de las dos secciones musculares del recto abdominal. Se estima que entre el 35 % y el 39 % de las mujeres lo desarrollan durante los primeros 6 meses de posparto, aunque también puede manifestarse en pleno embarazo. A pesar de ser muy común, existe mucha desinformación al respecto.

El aumento de la distancia entre los músculos del recto abdominal ocasiona una debilidad en la musculatura central. Por tanto, se experimentan inconvenientes relacionados con el equilibrio y la estabilidad. Hoy te enseñamos todo lo que debes saber al respecto, con énfasis en las opciones disponibles para tratarla.

Causas de la diástasis abdominal posparto

La diástasis abdominal posparto es la separación parcial o completa de los músculos del recto abdominal. El recto abdominal agrupa un par de músculos bilaterales que se extienden a lo largo de la línea media del abdomen. Forman parte de la anatomía de la pared abdominal, junto con la grasa preperitoneal, la grasa subcutánea, la fascia de Scarpa, el peritoneo parietal y otros.

No se conocen muy bien las causas detrás del fenómeno. Los expertos concuerdan en que la expansión abdominal y los cambios hormonales durante el embarazo son los principales responsables de su aparición. La diástasis de recto en el posparto parece estar relacionado con la debilidad de la línea alba del abdomen.

La línea alba es una extensión de la fascia del recto abdominal, la cual está formada por una membrana conjuntiva de los músculos oblicuo externo, oblicuo interno y el transverso abdominal. En la medida en que el útero se expande esta se adelgaza, se estira y se separa. Se han propuesto varios factores de riesgo para el desarrollo de diástasis abdominal en el posparto. Los más importantes son los siguientes:

  • La edad de la gestante.
  • La altura y el peso medio antes del embarazo.
  • El aumento de peso durante el embarazo.
  • El tipo de parto (mayor riesgo a través del parto natural).
  • El peso del bebé al nacer.
  • La cantidad de embarazos que se han tenido.
  • El levantamiento de objetos pesados antes y después del parto.
  • El ejercicio y la actividad física antes y después del parto.

A pesar de ello, estudios recientes no han encontrado una evidencia sustancial entre las embarazadas y las mujeres en posparto de que estos factores ocasionen diástasis del recto. Se ha sugerido una posible predisposición genética a desarrollar el problema, una vía que puede explicar muchos casos.

Síntomas de la diástasis abdominal posparto

La diástasis abdominal posparto no siempre provoca síntomas
La mayoría de las manifestaciones clínicas de la diástasis abdominal posparto aparecen durante esfuerzos físicos considerables, como el ejercicio.

El síntoma más característico de la diástasis del recto es una protuberancia o abultamiento en el abdomen. Esta no es evidente hasta el posparto, ya que durante el embarazo es difícil distinguirla debido al tamaño y forma del abdomen. Luego del parto, la protuberancia se hace especialmente evidente cuando se contraen los músculos. Otros síntomas son los siguientes:

  • Sensación de poca firmeza en el área abdominal.
  • Dolor pélvico o de cadera.
  • Dolor en la espalda baja.
  • Problemas al momento de realizar actividades que demandan equilibrio o estabilidad.
  • Inconvenientes para levantar objetos pesados.
  • Inconvenientes para mantener una postura recta.
  • Dolor durante el sexo.
  • Estreñimiento.

No todas las mujeres experimentan estos síntomas cuando desarrollan diástasis del recto, e incluso la protuberancia puede ser tan leve que no siempre se distingue con facilidad. Por sí misma la separación de los músculos del recto no es dolorosa. La pérdida de fuerza en el área central del cuerpo es lo que ocasiona las complicaciones, en principio al realizar actividades y mantener ciertas posturas.

La diástasis puede ocurrir por encima del ombligo, por debajo de él o justo en medio. Un especialista puede diagnosticarla a través de un examen físico, en algunos casos se pueden utilizar pruebas por imágenes (ultrasonido). Generalmente, las separaciones que superan los 2 centímetros se diagnostican como diástasis abdominal.

Tratamiento de la diástasis abdominal posparto

Ya se ha estipulado que la diástasis es un problema muy común. Casi 2/3 de las mujeres deben lidiar con ella luego del proceso de parto. No existe un tratamiento estándar para abordar el problema, aunque se apela siempre por una terapia conservadora. Esto es, cambios en los hábitos de vida, ejercicios específicos y pérdida de peso. Veamos qué dicen los expertos sobre ello.

Ejercicios de los músculos abdominales y del suelo pélvico

La diástasis abdominal posparto tiene tratamiento
Aunque los ejercicios para fortalecer el suelo pélvico no representan una cura total de la diástasis abdominal, varios especialistas consideran que es útil.

A pesar de que la evidencia actual manifiesta resultados contradictorios, los ejercicios focalizados en los músculos abdominales y en el suelo pélvico forman parte de la terapia tradicional para corregir el problema. Los ejercicios ayudan a fortalecer los músculos del recto, de manera que se logra paliar las consecuencia de su debilitamiento por la separación.

Es muy importante contar con la aprobación del médico antes de incluir una rutina de ejercicios. De igual modo, esta debe adecuarse a la condición física del momento. Lo ideal es que se empiece por pequeños ejercicios de estiramiento en el área central, a través de procesos de tensión y distensión. A medida que se fortalecen los músculos se pueden considerar variantes más intensas, e incluso ejercicios completos como correr.

Fisioterapia para la diástasis

Los ejercicios que se hacen en casa se pueden complementar con sesiones de fisioterapia. Un programa guiado por un profesional puede trabajar de manera profunda y conjunta los músculos del abdomen, también los aledaños. Este también orientará sobre movimientos, estiramientos y ejercicios específicos que se pueden hacer desde casa.

Cambios en los hábitos de vida

Los hábitos saludables incluyen bajar y mantener el peso, evitar levantar objetos pesados, cuidar la postura al cargar el bebé, utilizar los brazos para impulsarse al levantarse del sofá o la cama y evitar actividades intensas. No se recomienda el uso de fajas de presión sobre el abdomen. Si bien pueden suministrar cierta estabilidad, lo cierto es que su uso a largo plazo se traduce en el debilitamiento de los músculos centrales.

La cirugía rara vez se considera para tratar la diástasis abdominal posparto. Se reserva solo para los casos más graves, aquellos en los que el tratamiento conservador no ha logrado los resultados que se esperan. Consulta con el especialista sobre las opciones disponibles, y sobre qué otras cosas puedes hacer para reducir las secuelas asociadas con la condición.



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