¿Qué es la defecografía?

Múltiples alteraciones en la región anorrectal pueden generar la aparición de trastornos durante la defecación. Por fortuna, la defecografía es una prueba que permite su identificación de forma rápida e indolora.
¿Qué es la defecografía?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 11 julio, 2021

Las patologías que afectan la porción terminal del tracto digestivo tienen una etiología muy diversa. Por fortuna, existen múltiples pruebas capaces de identificar el origen de estas alteraciones. Una de las que examina la región anorrectal es la defecografía.

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¿Qué es la defecografía?

También conocida como cinedefecografía o proctografía evacuatoria, es una prueba imagenológica que proporciona al especialista información funcional y estructural de la región anorrectal. La misma captura imágenes durante el proceso de defecación a través de una máquina de rayos X o de resonancia magnética

La porción terminal del intestino está compuesta por el recto y el ano. Además, cuenta con un conjunto de músculos extrínsecos, conocidos como suelo pélvico, que participan en el proceso de defecación.

Durante una defecografía, el especialista evaluará tanto la estructura del ano y del recto como el movimiento del suelo pélvico. Esto es a fin de confirmar que todo funcione de forma adecuada.

Muchas de las alteraciones en la defecación, como la encopresis y el estreñimiento crónico, se deben a una alteración en la región anorrectal. De esta manera, la defecografía es un método de diagnóstico útil que permite establecer una etiología precisa, lo que facilita el tratamiento posterior.

Intestino grueso.
La región final del intestino grueso se forma con el recto y el ano. Esta área es susceptible a alteraciones patológicas.

¿Para qué se utiliza la prueba?

Múltiples estudios han demostrado la efectividad de esta prueba de imagen en el diagnóstico de los trastornos defecatorios. Está indicada principalmente en aquellas personas con estreñimiento crónico. En estos casos se busca identificar una obstrucción anatómica a la salida de las heces.

La proctografía evacuatoria también es de utilidad cuando se desea evaluar a pacientes con incontinencia fecal, ya que la misma puede deberse a una disfunción del suelo pélvico. Además, puede indicarse cuando se tiene alguna de las siguientes alteraciones:

  • Dificultad defecatoria sin respuesta al tratamiento inicial.
  • Prolapso rectal.
  • Rectocele o enterocele.
  • Dolor rectal inexplicable durante la defecación.
  • Prolapso de órganos pélvicos que dificulte la defecación.

¿Cómo prepararse?

La defecografía es una prueba que no requiere gran preparación previa. En la mayoría de los casos solo es necesario aplicar un enema minutos antes de iniciar el procedimiento, a fin de limpiar el área. Algo muy similar a lo que ocurre en la colonoscopia.

Otra recomendación que puede hacer el especialista es no ingerir ningún tipo de alimento en las 2 horas previas al examen, con la finalidad de evitar un aumento inesperado del peristaltismo. El tratamiento farmacológico ingerido no debe suspenderse, ya que el mismo no interferirá en la realización de la prueba.

Si la defecografía se realizará con una resonancia magnética, se deben evitar todo tipo de prendas metálicas, ya que pueden interferir con las imágenes mostradas. Además, las mismas pueden generar quemaduras severas y moverse en la sala por efecto del campo magnético.

Se trata de un estudio relativamente seguro, por lo que no tiene grandes contraindicaciones. No obstante, las mujeres embarazadas siempre deben consultar con su médico antes de realizarlo, sobre todo si se encuentran en el primer trimestre de la gestación. Además, se debe informar al especialista si se han padecido síntomas de alergia a algún medio de contraste.

¿Cómo se hace una defecografía?

Antes de iniciar el procedimiento, el especialista introducirá en el recto el medio de contraste que se utilizará en la prueba. Los contrastes más usados son el bario y el gadolinio. Los mismos serán colocados hasta la capacidad máxima de casi 300 mililitros.

En algunos casos, es posible que se deban ingerir unos mililitros de solución de bario en las horas previas al examen. Esto permitirá evaluar la porción inferior del intestino grueso durante todo el procedimiento.

La defecografía se debe realizar en un cuarto especial, donde se coloca a la persona en un asiento específico sensible a los rayos X. Estudios exponen que al estar sentados se obtienen resultados más fidedignos; se promueve la continencia fecal de forma fisiológica. No obstante, esta posición no es posible cuando el examen se realiza a través de una resonancia magnética.

Una vez que los pacientes se encuentran en la posición adecuada, se deberá iniciar la defecación como se haría con regularidad. Al mismo tiempo, la máquina capturará diferentes imágenes o vídeos, los que permitirán a los especialistas evaluar todo el proceso.

La prueba suele durar alrededor de 15 o 30 minutos en total. No genera ningún tipo de dolor, aunque se puede presentar cierta incomodidad durante la administración del contraste.

Se debe tener en cuenta que el color de las heces puede estar alterado en los días posteriores. Las complicaciones del examen son raras y están relacionadas con patologías preexistentes, como la enfermedad de Crohn.

Resultados

Los resultados de la defecografía se obtienen a las pocas horas de haber finalizado el estudio. Todas las imágenes y los videos serán analizados por un médico radiólogo, quien deberá elaborar un informe con los hallazgos observados.

Entre las alteraciones encontradas con mayor frecuencia destacan las siguientes:

  • Ángulo anorrectal insuficiente.
  • Apertura lenta del canal anal.
  • Disfunción del piso pélvico.
  • Evacuación incompleta del recto.
  • Rectocele anterior o posterior.
  • Invaginaciones.
Resonancia magnética para una defecografía.
La resonancia magnética es una forma de obtener las imágenes de la defecografía, aunque impide la posición sentada.

Una prueba rápida y confiable

La defecografía es una técnica relativamente nueva, de gran utilidad a la hora de identificar cualquier alteración en la región anorrectal que interfiera con la defecación. Se vale de los rayos X o de la resonancia magnética para capturar imágenes y videos durante el vaciamiento de la ampolla rectal.

Este estudio imagenológico adquirió gran popularidad en los últimos años, ya que también ayuda a determinar la terapéutica a seguir para la resolución de las patologías. La defecografía es segura, tiene pocos riesgos y casi ninguna complicación.



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