Beber agua con gas a diario: ¿es bueno?

Te vamos a mostrar si es recomendable incluir agua con gas a diario en la dieta o si por el contrario se debe evitar su consumo de forma regular.
Beber agua con gas a diario: ¿es bueno?
Saúl Sánchez

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez.

Escrito por Saúl Sánchez

Última actualización: 21 octubre, 2022

Beber agua con gas puede resultar una estrategia positiva cuando el objetivo es reducir el consumo de alcohol o de refrescos azucarados. Ahora bien, para muchas personas no será una costumbre óptima en el día a día. Y es que hablamos de una bebida que puede provocar molestias digestivas.

La mejor herramienta para garantizar un buen estado de hidratación es el agua mineral natural. Es difícil especificar con precisión qué cantidad de líquido hay que ingerir diariamente, ya que dependerá de las características de la persona y de las circunstancias. Pero lo cierto es que al menos debería incluirse en la pauta un litro y medio en cada jornada.

Beneficios de beber agua con gas

En primer lugar es clave comentar que el agua con gas no es lo mismo que la gaseosa. Este último refresco cuenta con azúcar simple en su interior. Hablamos de un compuesto que puede incrementar el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 a medio plazo, fundamentalmente por sus efectos sobre la glucemia.

La incidencia de la patología será mayor cuando los carbohidratos simples se incluyen en la pauta en forma líquida, tal y como evidencia una investigación publicada en la revista Current Diabetes Reports.

Pero cuando hablamos de agua con gas como tal nos referimos a una bebida que no contiene ningún tipo de nutriente. Solamente minerales en pequeñas dosis, igual que el agua mineral natural.

La única diferencia es que concentra en su interior burbujas, confiriéndole así unas características organolépticas determinadas. Para muchas personas el sabor es agradable, más incluso que su versión natural.

Sea como fuere, el gusto es similar al de ciertos refrescos o bebidas alcohólicas, como la cerveza. Por ello se incluye en la pauta en ciertas situaciones para reducir la ingesta de estas bebidas. Y es que estos productos resultan muy perjudiciales para el organismo.

En el caso de los refrescos el problema son los azúcares simples y los aditivos artificiales. Cuando nos referimos al alcohol estamos hablando de una sustancia que resulta tóxica independientemente de la dosis consumida.

De acuerdo con un estudio publicado en la revista Drug Metabolism Reviews, la ingesta de dicha sustancia incrementa el riesgo de desarrollar patologías complejas que afecten al hígado, a los riñones, al corazón y al sistema nervioso central.

Además provoca alteraciones en el sistema inmunitario, volviendo al organismo más susceptible a padecer infecciones causadas por virus y bacterias. Hasta altera el entorno hormonal y la producción de dichos compuestos.

Riesgos del agua con gas

Realmente los riesgos derivados del consumo de agua con gas son escasos. La mayor parte de los efectos indeseables se producirán a nivel intestinal y estarán relacionados con las propias burbujas.

Estos pueden ser más incidentes en personas con cierta predisposición a las molestias digestivas. Incluso en ciertas situaciones la digestión podría ser más lenta si la comida se acompaña de agua con gas en lugar de agua.

Del mismo modo, hablamos de una bebida desaconsejada en el caso de quienes han desarrollado alguna patología inflamatoria de tipo intestinal. En estas situaciones lo mejor es optimizar la dieta para facilitar la digestión y la posterior absorción de los nutrientes.

Existen evidencias conforme se podrían experimentar beneficios a partir de la reducción en el aporte de fibra, ya que así la fermentación en el interior del tubo será menor.

No obstante, son casos bastante concretos. Lo mismo podría suceder cuando existe hernia de hiato, reflujo o disfagia. Sin embargo, en el resto de los contextos el agua con gas no generará mayores problemas siempre y cuando aparezca en cantidades moderadas en la pauta.

Y es que aunque sea bastante parecida al agua mineral, el contenido en minerales puede variar, lo que también sería problemático si hablamos de dosis elevadas.

Sea como fuere, puede utilizarse esta bebida a modo de refresco, sabiendo que no se experimentarán efectos significativos sobre las glucemias. Así se evita la génesis de un estado inflamatorio con el paso de los años que puede terminar provocando diabetes de tipo 2 o alteraciones en el metabolismo.

¿Cuándo incluir el agua con gas en la dieta?

El agua con gas es mejor que el refresco
Consumir agua con gas es una excelente oportunidad para abandonar bebidas azucaradas como el refresco de cola.

Lo cierto es que el mejor momento para incluir agua con gas en la dieta es fuera de las comidas principales. Es cierto que podría incrementar la sensación de saciedad y provocar que la ingesta energética sea menor, pero también dificultará o ralentizará la digestión posterior.

Será más probable que se experimenten gases molestos si se combina con una comida que cuente con legumbres en la preparación. O con otros productos con capacidades meteorizantes.

Para sacarle el máximo partido será clave consumirla entre horas. Incluso a modo de refresco, a media mañana o a media tarde, funcionará bien. Y es que su consumo podría reducir el apetito, tal y como evidencia una investigación publicada en la revista Obesity.

Este efecto se consigue también a partir del agua mineral natural, pero en cualquier caso dependerá de los gustos individuales para elegir lo que más se ajuste a cada uno.

Es clave comentar que un buen manejo del binomio apetito-saciedad en la dieta es determinante para lograr mantener un buen estado de composición corporal con el paso de los años.

Para ello se pueden poner en marcha diversas estrategias. No solo un elevado consumo de líquidos, sino que la presencia de fibra en la pauta en cantidades suficientes conseguirá marcar la diferencia. Hasta un descanso nocturno adecuado conseguirá regular la sensación de hambre.

La importancia de una buena hidratación

Por medio del agua con gas, del agua mineral, de los líquidos contenidos en otros alimentos e incluso de los zumos se logra mantener un buen estado de hidratación con el paso del tiempo. Esto es clave para evitar problemas graves de salud, ya que la deshidratación puede llegar a ser fatal.

Sobre todo habrá que tener cuidado con este fenómeno en las épocas de calor, ya que la pérdida de líquidos a través del sudor es mayor.

Eso sí, no solo importa el agua como tal. Habrá que prestar atención al balance hidroelectrolítico en general. Una reducción en la concentración de sodio en el medio interno también causaría problemas graves.

El más incidente de todos ellos es la hiponatremia, que ha demostrado requerir hospitalización en muchos casos. Para no caer en dicho estado conviene beber lo suficiente y garantizar una ingesta adecuada de sodio por medio de los alimentos.

Agua con gas y salud dental

El agua con gas afecta la salud dental
Si se consume regularmente agua con gas hay que reforzar el proceso de higiene dental.

Para terminar hay que comentar que la ingesta regular de agua con gas podría afectar al esmalte de los dientes si se abusa de ella. Esto se debe al efecto erosivo del ácido carbónico, tal y como evidencia una investigación publicada en la revista The Journal of Contemporary Dental Practice.

De todas maneras los ensayos son limitados y en algunas ocasiones se basan en modelos experimentales o in vitro, por lo que tampoco se pueden extraer conclusiones sólidas.

Aun así, para evitar problemas relacionados con los dientes no solo basta con regular la ingesta de agua con gas, sino que será preciso controlar otros muchos hábitos dietéticos. Por ejemplo, abusar de los cítricos tampoco sería positivo, debido a la presencia de una cantidad significativa de ácido en su interior. Esto poco a poco podría desgastar el esmalte, haciendo al diente más susceptible a sufrir infecciones. 

Del mismo modo es determinante el hecho de mantener una buena higiene. Para ello lo mejor es garantizar un cepillado 3 veces al día con una pasta de buena calidad y un cepillo adecuado.

No conviene que sea excesivamente rígido, ya que de lo contrario podría también causar erosión en la parte más externa del diente. Ahora bien, para optimizar todos estos procesos no hay nada mejor que consultar con un especialista.

El agua con gas se puede beber de forma regular

No hay demasiados argumentos para desaconsejar el consumo de agua con gas en dosis moderadas a diario, siempre y cuando no existan patologías previas. Solamente en el caso de tener cierta predisposición a los dolores abdominales se podría limitar la presencia de este líquido en la pauta. Así se evitará sufrir sintomatología asociada o que la incidencia de los mismos sea mayor.

Mantener un buen estado de hidratación es clave en todas las etapas de la vida. Sobre todo hay que vigilar el consumo de líquidos durante la infancia y en la edad adulta avanzada, ya que en este último caso la concentración de agua en el medio interno es menor. Si se experimenta un estado de deshidratación se podría poner en riesgo la vida, ya que el manejo de la temperatura corporal no sería correcto.



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