¿La alimentación influye en el acné?

¿Has desarrollado acné? En ese caso te vamos a contar hasta qué punto influye la alimentación en la patología, en lo que a formación de granos e inflamación de los mismos se refiere.
¿La alimentación influye en el acné?
Saúl Sánchez

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez.

Última actualización: 22 agosto, 2021

El acné es un problema dermatológico propio de la adolescencia, aunque puede aparecer también en otras etapas de la vida y por otras condiciones. Normalmente se vincula a un desequilibrio hormonal que cursa con la secreción de un exceso de grasa a nivel cutáneo, pudiendo generarse también una infección bacteriana.

La mayor parte de las veces, el acné se resuelve solo con el paso del tiempo. En algunas ocasiones pueden hacer falta antibióticos para acabar con las bacterias que causan infección. De todos modos, la gran pregunta clave es si la dieta puede llegar a influir en la severidad y en la incidencia del problema.

Influencia de la dieta en el acné

El acné y la alimentación están relacionados en cierta medida
Muchas de las grandes creencias sobre el acné y la alimentación no son ciertas, al menos no en su totalidad.

El tema de la dieta y su relación con el acné cuenta con numerosos mitos. Uno de ellos tiene que ver con la creencia de que la ingesta regular de chocolate puede incrementar la aparición de los granos. Lo mismo se pensaba con el chorizo. Sin embargo, no existen evidencias científicas que apoyen dichas sospechas.

De forma general se ha recomendado la restricción del consumo de grasas para la reducción de los granos y la inflamación de los mismos. No obstante, no existe una relación directa entre los lípidos consumidos mediante la dieta y las secreciones sebáceas a nivel cutáneo, por lo que no tiene sentido aplicar este consejo.

A pesar de todo, algunos alimentos sí que pueden incrementar la expresión de factores relacionados con la producción de sebo a nivel cutáneo, por lo que se recomienda limitar la presencia de lácteos en la dieta con el objetivo de reducir la sobreexpresión del acné.

Aun así esta recomendación no será igual de eficaz en todo el mundo, ya que existen determinaciones genéticas importantes al respecto.

Ahora bien, una dieta saludable correctamente planteada sí podría, si bien no reducir el acné, disminuir la inflamación de la piel que lleva asociada este problema. Para ello hay que enfatizar la ingesta de alimentos frescos con elevada densidad nutricional, evitando los ultraprocesados industriales con alto contenido en azúcares simples y en grasas trans.

¿Puede la dieta reducir el acné?

Existen evidencias conforme algunos alimentos podrían incrementar ligeramente la aparición de granos relacionados con el acné. Sin embargo, también es posible introducir en la pauta diaria productos capaces de modular los mecanismos inflamatorios, reduciendo la severidad de esta patología.

Uno de los puntos clave tiene que ver con el mantenimiento del equilibrio entre los ácidos grasos omega 3 y los omega 6. 

De acuerdo con una investigación publicada en la revista International Journal of Molecular Sciences, un consumo excesivo de omega 6 podría promocionar el desarrollo de problemas dermatológicos en personas con predisposición. Sin embargo, sucede lo contrario cuando se incrementa la presencia de los ácidos grasos omega 3 en la dieta.

No obstante, no se recomienda la suplementación como norma general, sino un cambio en la pauta dietética dirigido a recuperar una situación de homeostasis entre ambos nutrientes, lo que permita mantener a los mecanismos inflamatorios controlados. Así se conseguirá una disminución del acné y de los problemas asociados.

Algunos fitonutrientes presentes en los vegetales también han demostrado cierto poder a la hora de mejorar la patología, gracias a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

Un ejemplo es la curcumina presente en la cúrcuma, útil para el tratamiento de muchas enfermedades dermatológicas. Se puede consumir o aplicar por medio de remedios cosméticos para experimentar buenos resultados.

La influencia de la microbiota en el acné

Durante los últimos años, se han realizado muchas investigaciones que buscan evidenciar el papel de la microbiota externa e interna en el desarrollo de las enfermedades relacionadas con la piel. Conseguir un perfil de bacterias más saludable podría promocionar los procesos antiinflamatorios, además de evitar un exceso en la producción de sebo.

Con este objetivo se postula la suplementación con probióticos como un mecanismo eficaz a la hora de prevenir el acné. Aunque todavía faltan ensayos al respecto, a día de hoy ya se acumulan bastantes evidencias que respaldan su eficacia.

Mejorar la salud de la microbiota puede evitar la formación de granos a nivel superficial, así como la inflamación asociada a los mismos.

No obstante, no todas las cepas de bacterias probióticas cuentan con dicha propiedad. Conviene elegir correctamente el producto. Algunos están más encaminados a tratar patologías relacionadas con la función intestinal o con el sistema inmunitario.

Asimismo, hay que respetar la posología indicada. Es importante asegurar que los microorganismos llegan vivos a la zona donde tienen que realizar su función.

Por otra parte, es posible aplicar tratamientos cutáneos con probióticos que refuercen la acción de los consumidos de forma oral. Así se consiguen unos resultados más sólidos, ya que se asegura la modificación del perfil de las bacterias que habitan en las capas superficiales de la piel, interviniendo sobre la fisiología de los procesos de creación de sebo.

También hay que destacar que los suplementos de probióticos resultan especialmente útiles cuando se propone el tratamiento con antibióticos para el acné.

En este caso se puede experimentar una destrucción de bacterias beneficiosas a nivel interno, por lo que es preciso un aporte continuado de las mismas para evitar situaciones de disbiosis que condicionen la función digestiva.

¿Se debe limitar el consumo de alimentos para evitar su influencia sobre el acné?

El acné puede controlarse con la dieta
Regular el consumo de lácteos podría relacionarse en cierta medida con una mejoría de los brotes de acné, aunque el tratamiento médico es lo más importante.

El consumo de ciertos productos, como los lácteos, se asocia con un mayor riesgo de desarrollar acné, así como con un incremento de la severidad de la patología. Esto lo afirma un estudio publicado en la revista Journal of the European Academy of Dermatology and Venerology.

De todos modos, no es necesario optar por una restricción dietética completa. Con 2 raciones al día sería suficiente para limitar la producción de sebo en la piel. Al mismo tiempo, se asegura un aporte óptimo de nutrientes esenciales.

Hay que tener en cuenta que los lácteos concentran proteínas de alto valor biológico y otros micronutrientes esenciales como el calcio. Asimismo, los fermentados cuentan con probióticos en su interior, que ya hemos comentado que resultan positivos para el tratamiento y la prevención del acné.

Eso sí, hay que tener cuidado con los alimentos derivados de los lácteos o los suplementos elaborados con estos productos.

En aquellas personas que han desarrollado acné no es recomendable la inclusión de un suplemento de suero de leche, ya que podría propiciar un agravamiento del problema. Los postres lácteos con alto contenido en azúcares también han de evitarse.

A la hora de optar por un aporte superior de proteínas de calidad, es mejor escoger un producto que contenga en su interior nutrientes procedentes del huevo. Estos no están asociados con una sobreexpresión de los granos y de la producción de sebo a nivel cutáneo, por lo que no debería de producir reacciones adversas en este sentido.

Alimentos que influyen de forma significativa

En lo que a la influencia de la dieta sobre el acné se refiere, todavía existen muchos mitos que han de ser desmentidos. El primero de ellos es que el chocolate aumenta la producción de grasa y por lo tanto el desarrollo de los granos.

Según un estudio publicado en la revista International Journal of Dermatology , todavía existen dudas sobre el rol exacto del alimento en la patología, pero todo apunta a que son las variedades de chocolate que contienen lácteos las más perjudiciales. Por este motivo se podría consumir cacao o chocolate negro sin experimentar efectos adversos.

Sin embargo, sí que cuenta con la capacidad de reducir la formación de granos el té verde. De acuerdo con una investigación publicada en la revista Antioxidants, los polifenoles de esta bebida resultan eficaces para disminuir la producción de sebo, lo que modula la severidad de la patología.

Con productos grasos como el chorizo no debería de haber mayores problemas. Es beneficioso reducir su presencia en la dieta, pero esto se debe a la presencia de aditivos en su interior que pueden generar daños a medio plazo, como los nitritos. De todos modos, no existen evidencias sólidas conforme sea capaz de incrementar la producción de granos.

Dieta variada para influir positivamente sobre el acné

Lo que está claro es que a la hora de buscar prevenir el acné es importante apostar por una dieta que priorice el consumo de alimentos frescos frente al de ultraprocesados industriales. Estos últimos podrían contener aditivos capaces de ejercer cambios sobre la microbiota, lo que repercute negativamente sobre los niveles de inflamación del organismo.

Asimismo, hay que evitar las restricciones férreas. Algunos alimentos han de consumirse con menos frecuencia, pero no conviene retirarlos completamente de la pauta. Al fin y al cabo muchos de ellos aportan nutrientes esenciales necesarios para el buen funcionamiento del organismo.

La dieta puede influir sobre el desarrollo de los granos en la piel

Existen varios mitos sobre la relación entre dieta y acné. No obstante, algunos estudios científicos han sido capaces de dilucidar algunas interacciones entre alimentos y producción de sebo que podrían resultar útiles para el tratamiento del problema.

La clave a nivel nutricional es claramente el planteamiento de una dieta con carácter antiinflamatorio que reduzca la severidad de la patología dérmica. No obstante, existen tratamientos complementarios como la inclusión de un suplemento de probióticos que pueden mejorar todavía más los resultados.

En lo que a restricciones se refiere, solamente habría que tener cuidado con los suplementos de proteína de suero de leche, con la ingesta de grandes cantidades de lácteos y con el desequilibrio en el ratio omega 3:omega 6. Por lo demás, se puede consumir chocolate, aunque con moderación por la cantidad de azúcares añadidos que contiene.



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