3 beneficios del chocolate según la ciencia

Es importante elegir un buen chocolate para conseguir explotar al máximo los beneficios de su consumo, evitando los riesgos de la ingesta de azúcares añadidos.
3 beneficios del chocolate según la ciencia
Saúl Sánchez

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez.

Última actualización: 12 marzo, 2021

El chocolate es uno de los alimentos más aceptados por la población. Se consume en todas las partes del mundo y cuenta con unas maravillosas características organolépticas. No obstante, no todos los que encontramos a la venta gozan de la misma calidad. Te vamos a contar los beneficios del chocolate y cómo elegir uno óptimo.

Para ello, hemos de profundizar en el concepto del chocolate. Con este nombre nos referimos a un producto que presenta una cantidad significativa de cacao junto con un porcentaje variable de azúcar y grasas añadidas. Además, puede contener leche o frutos secos.

El buen chocolate tiene mucho cacao

El dato clave para identificar un buen chocolate es la cantidad de cacao que tiene en su interior. Este ingrediente es el responsable del color marrón oscuro, así como de sus características organolépticas.

Se trata de un alimento de origen vegetal, que en su estado natural destaca por su amargor. Este es el motivo por el que se le añade azúcar, para contrarrestar esta intensidad que no gusta a todos los paladares.

El cacao, como ingrediente vegetal que es, se caracteriza por su contenido en fitonutrientes saludables. También presenta proteínas (aunque de bajo valor biológico) y grasas saludables. Es el responsable de todos los beneficios del chocolate. Por ello, cuanto mayor sea el porcentaje de cacao respecto al total del producto, mejor.

Entonces, ¿cuál es el problema con el chocolate?

La mayor parte de las variedades de chocolate que nos encontramos en el supermercado destacan por poseer una concentración de cacao poco significativa. Emplean demasiados azúcares simples en su elaboración, con el objetivo de aportar un sabor dulce mucho mejor aceptado.

Cabe destacar que el consumo regular de dichas sustancias ha demostrado ser capaz de favorecer la aparición de la obesidad y la diabetes.

Además, es posible detectar en el chocolate industrial aditivos o grasas trans añadidas que continúan empañando su calidad. Por este motivo, la mayor parte de los expertos en nutrición advierte respecto al consumo habitual de este tipo de alimentos.

Sin embargo, cuando hablamos de chocolate sin azúcares añadidos (o con pocos) y con un alto porcentaje de cacao, la cosa cambia.

Los beneficios del chocolate con abundante cacao son mayores que las presentaciones comerciales con abundante azúcar y leche.
El consumo de chocolates con abundante azúcar y leche se relaciona con el aumento del tejido adiposo.

Los 3 beneficios del chocolate de calidad

A continuación te vamos a explicar cuáles son los principales beneficios del chocolate con alto contenido de cacao, así como la posición de la ciencia al respecto.

1. Modulación de la presión sanguínea

La hipertensión es uno de los factores de riesgo cardiovascular. Está, en parte, determinada por la dieta. Se considera peligrosa cuando se exceden los niveles de ciertas sustancias, incrementándose así la incidencia de las patologías mortales.

Por fortuna, se trata de un parámetro que responde muy bien a los cambios en los hábitos de vida. La práctica de actividad física de forma habitual y la transición hacia una dieta saludable consiguen modular los niveles de presión arterial, protegiendo así la salud del corazón.

Los fitonutrientes del chocolate son capaces de disminuir la tensión arterial, según un estudio publicado en al revista Frontiers in Nutrition . Esto se debe a que los antioxidantes que contiene el cacao incrementan la síntesis de óxido nítrico, un potente vasodilatador. De este modo se favorece una mejor vascularización.

A pesar de ello, hay que tener en cuenta que los azúcares simples cuentan con la capacidad de incrementar la presión sanguínea, por lo que se vuelve crucial elegir un chocolate carente en este tipo de ingredientes. Solo así se podrán experimentar estos efectos beneficiosos.

2. Menor incidencia de las patologías complejas

La oxidación es uno de los mecanismos subyacentes a muchas patologías crónicas y complejas. Los radicales libres se generan a partir de los procesos fisiológicos y metabólicos y se acumulan en los tejidos, provocando daños a medio y a largo plazo. Para limitar este riesgo es fundamental aportar sustancias que sean capaces de neutralizar su aparición.

Los antioxidantes, como su propio nombre indica, cuentan con la capacidad de ceder un electrón a los radicales libres, generando así un equilibrio en el potencial eléctrico. De este modo se reduce su actividad y, con ello, los posibles perjuicios asociados.

Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los compuestos antioxidantes se encuentran en los alimentos de origen vegetal. Suelen ser fitonutrientes encargados de aportar color o sabor amargo a los alimentos.

El chocolate destaca por su contenido en los mismos, debido a la presencia de cacao entre sus ingredientes. Este ha conseguido demostrar su capacidad antioxidante, por lo que su ingesta se asocia con una reducción de la incidencia de varias patologías complejas.

3. Efecto antiinflamatorio

Los flavonoides del cacao también consiguen ejercer un efecto antiinflamatorio, esencial para aquellas personas que practican actividad física de forma intensa. El ejercicio provoca un incremento de los procesos inflamatorios a corto plazo, debido al estrés muscular y fisiológico.

Ser capaz de ejercer una correcta modulación de los mismos puede suponer la diferencia entre una rápida recuperación o la aparición de molestias que impidan rendir de forma adecuada.

Existen evidencias que indican que el consumo de chocolate con alto contenido en cacao o la suplementación con los flavonoides generan beneficios sobre la recuperación del deportista.

El consumo regular de flavonoides reduce los marcadores del daño muscular, así como los inflamatorios. El resultado es que el atleta consigue volver a rendir al más alto nivel en un plazo de tiempo inferior.

¿Cómo incluir chocolate en la dieta?

Ya hemos comentado que elegir un buen chocolate es esencial para poder disfrutar de sus beneficios. Ahora hay que conocer también cómo introducirlo de forma correcta en la dieta para conseguir explotar todos sus efectos positivos.

Hay que tener en cuenta que se trata, por lo general, de un alimento con un elevado aporte calórico. Esto se debe a que cuenta con una concentración de lípidos significativa, procedentes del cacao.

Las grasas no representan un riesgo para la salud, pero el hecho de plantear una dieta hipercalórica sí. Está demostrado que la obesidad y el sobrepeso son capaces de interferir en el correcto funcionamiento de los sistemas. Es una situación que se debe evitar.

Por ello, es importante consumir chocolate, pero en dosis moderadas. Un buen momento para incluirlo en la alimentación es en los refrigerios de media mañana y en la merienda.

De este modo se pueden aportar fitonutrientes, grasas que promuevan la sensación de saciedad y una cierta cantidad de proteínas. Es importante que cada ingesta no sobrepase los 50 gramos, para mantener un equilibrio calórico diario.

Tampoco resulta mala opción combinar el chocolate con otro alimento vegetal como los frutos secos. Estos completan el aporte de micronutrientes y aportan un mayor porcentaje proteico.

Cabe destacar que existen evidencias que indican que las proteínas son capaces de estimular la sensación de saciedad, por lo que se puede sacar bastante beneficio de combinar ambos alimentos.

Los beneficios del chocolate aumentan mientras mayor sea el contenido de cacao.
Consumir una pequeña porción de chocolate con alto contenido de cacao puede ser beneficioso para el organismo.

¿Qué chocolates evitar?

Según los datos aportados antes, es importante evitar aquellos chocolates que cuentan con una gran concentración de azúcares añadidos en su composición. Del mismo modo, tampoco resulta aconsejable consumir los que cuentan con edulcorantes artificiales en demasía. 

Es cierto que los edulcorantes son en su gran mayoría acalóricos, y que mantienen el sabor dulce del alimento, pero sus efectos a largo plazo no son todavía conocidos. Existen discordancias sobre cómo pueden afectar a la salud en un período amplio de tiempo.

Por lo pronto, se sabe que generan un impacto negativo sobre la microbiota, alterando su diversidad y su composición.

De hecho, se especula que un consumo elevado de edulcorantes artificiales podría promocionar el desarrollo de patologías como la diabetes. Incluso también se han relacionado con otras enfermedades inflamatorias de carácter intestinal. Por este motivo es necesario ingerirlos con cautela.

Siempre y cuando podamos acceder a un chocolate con al menos un 85 % de cacao en su composición, debemos priorizar esta elección. Así nos aseguramos que su contenido en fitonutrientes es adecuado, y que las cantidades de azúcar, en caso de tenerlas, son limitadas.

Hay que tener en cuenta que estos productos no presentan un sabor tan dulce como el chocolate con leche y azúcar habitual. Sin embargo es una transición que se debe efectuar para salvaguardar un correcto estado de salud.

Al principio resultará chocante su sabor amargo, pero poco a poco el cuerpo se acostumbra. Es posible incrementar de forma paulatina la intensidad del chocolate, hasta alcanzar niveles de 95 % de cacao, amargos pero saludables.

Chocolate, un alimento con beneficios

Como te hemos explicado, el chocolate es un alimento de origen vegetal que cuenta con varios beneficios para la salud. No obstante, es fundamental elegirlo de forma correcta. De lo contrario podríamos estar incrementando el riesgo de desarrollar diabetes y obesidad, algo nada aconsejable.

Por este motivo te recomendamos siempre que revises el etiquetado del chocolate antes de adquirirlo. Así te podrás asegurar de que contiene altos porcentajes de cacao. No te dejes engañar por los mensajes de marketing, ya que muchas veces contienen información sesgada que puede dar lugar a errores.

Recuerda también que, a pesar de ser un alimento saludable, ha de ser consumido con moderación. Es bastante calórico debido a su concentración de lípidos, por lo que no es aconsejable que aparezca en exceso en la dieta. De lo contrario se podría desequilibrar la balanza energética, generando consecuencias no deseables.

Lo óptimo resulta consumir alrededor de 50 gramos de chocolate al día en los refrigerios. Si se acompaña con frutos secos, todavía se incrementa más el valor nutricional de la comida en cuestión. Así será mayor el contenido en proteínas y en minerales esenciales, lo que se asocia con un mejor estado de salud.



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