19 claves para estar bien, según la ciencia

Existen diferentes opiniones sobre qué es estar bien, pero según los expertos, esto es sinónimo de estar saludable. Veamos en detalle qué hábitos debes tener para sentirte satisfecho.
19 claves para estar bien, según la ciencia
Laura Ruiz Mitjana

Revisado y aprobado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Escrito por Daniela Andarcia

Última actualización: 26 mayo, 2021

¿Qué es estar bien? Si le preguntamos a un grupo de personas es muy probable que cada uno tenga una opinión o percepción diferente. Quizás para ti, el estar bien implica estar a gusto con con la persona que eres, o tener la oportunidad de lograr tus sueños o, quizás, tener a tu lado amigos incondicionales y fieles.

Lo cierto es que no importa cuál sea tu mejor versión de estar bien, vivir una vida plena, feliz y satisfecha se puede lograr. A veces solo se necesita modificar o hacerse de algunos hábitos para conseguirlo. Trabajar en los buenos hábitos es la clave para estar bien.

Sentirse bien, la clave para estar bien

Puede que algunos hábitos no vayan contigo, te causen estrés o no calzan en tu estilo de vida. En ese caso, no lo tomes en consideración y deshazte de ellos. La llave para descubrir qué te funciona y qué no es el tiempo y la práctica.

1. Sonríe de forma genuina

Cuando sonríes, el cerebro libera un neurotransmisor llamado dopamina que al liberarse te otorga la sensación de estar feliz. Por lo que no es del todo disparatado que algunos tomen la sonrisa como sinónimo de felicidad, es casi imposible evitar sentirse de esta forma y no esbozarla.

Si sonríes con frecuencia, incluso si te sientes deprimido, puedes mejorar tu estado de ánimo. Aunque espera, esto no significa que debas mantener una sonrisa falsa en tu rostro durante todo el día, esta debe ser genuina.

Quizás te cueste un poco, pero cuando te sientas triste intenta invocar una pequeña sonrisa, al menos, y verás el cambio que produce en ese instante.

2. Haz ejercicio

Para estar bien puede ser necesario el ejercicio.
¿Qué tal un poco de ejercicio? Son múltiples los beneficios para la salud de este hábito.

Dentro de las virtudes de hacer ejercicio de forma continua no solo se encuentra mantener una buena condición física, esta práctica también ayuda a reducir el estrés, la ansiedad, los síntomas de depresión y, por si fuera poco, aumenta la autoestima y produce una mayor sensación de felicidad.

Si eres de los que no le gusta hacer mucho deporte, no te preocupes, no es necesario que a diario hagas ejercicios hasta que quedes exhausto. Con una pequeña rutina de entrenamiento podría ser suficiente para notar la diferencia. Algunas ideas de actividad física podrían ser:

  • Practicar técnicas básicas de yoga o taichí.
  • Caminar algunas cuadras después de comer tu cena.
  • Al despertar, realizar algunos estiramientos por alrededor de 5 minutos.

Las actividades recreativas son excelentes para ejercitarte aparte de divertirte, si motivas a tus amigos para ello, pasarán juntos momentos agradables y los beneficios son muchos.

3. Procura tener dulces sueños

Parece que el no dormir se ha convertido en una moda, bueno, en realidad son las exigencias de la sociedad moderna que hacen que cada vez sean más las personas que no aprecien el descanso y un sueño placentero.

El anteponer tu trabajo antes que disfrutar de un dulce sueño, puede traerte a la larga muchos problemas en la salud.

Lo debido es que un adulto duerma alrededor de 7 u 8 horas cada noche. Si durante el día sientes que necesitas dormir un poco, el cuerpo lo sientes pesado y no puedes concentrarte es probable que no estés descansado lo suficiente durante la noche.

Para mejorar la calidad del sueño, toma en cuenta los siguientes consejos:

  • Para tener una idea o control de cómo estás durmiendo, comienza por registrar durante una semana cuántas horas duermes y qué tan descansado te sientes al despertar.
  • Procura crear una rutina, ve a la cama en una hora específica e intenta levantarte a la misma hora todos los días, sin importar si estás de vacaciones o es fin de semana.
  • Antes de acostarte procura realizar una actividad que te relaje, por ejemplo, tomar un baño o leer un libro. Sin embargo, evita ingerir alimentos o beber en exceso, y también procura alejarte de la pantalla al menos 30 minutos antes de dormir.
  • Ambienta tu cuarto de tal forma que sea un lugar fresco, silencioso y oscuro.
  • Compra ropa de cama cómoda.
  • No limites tus siestas a 20 minutos.

Si tomas medidas y no mejora tu calidad de sueño, entonces puede que sea hora de visitar al médico.

4. Antes de comer piensa primero en tu estado de ánimo

Es bien sabido que los alimentos afectan de forma positiva o negativa en la salud física, por ello debes estar consciente de no ingerir alimentos que afecten tu estado de ánimo.

  • Los carbohidratos simples, por ejemplo, liberan serotonina. Sin embargo, en grandes cantidades esta hace que el aumento de energía que te proporciona dure muy poco tiempo y, por ende, tu cuerpo colapse. Como sustituto ingiere carbohidratos complejos como verduras, cereales integrales o frijoles.
  • Los alimentos ricos en proteínas como las legumbres, carne magra y productos lácteos, liberan norepinefrina y dopamina. Estos proporcionan energía y mayor concentración.
  • La comida procesada o frita podrían hacerte sentir deprimido.

Si te gusta el dulce y es demasiado tentador no llevarse un gran trozo de pastel a la boca, entonces para saciar tu necesidad cambia ese pastel por algo más sano como un yogur con frutas. Te dejará igual de satisfecho, pero con mucha más energía.

5. Practica el agradecimiento

Un estudio publicado en The Journal of Positive Psychology sugiere que el ser agradecido hace florecer los sentimientos de felicidad y esperanza. Por esta razón, practicar la gratitud podría hacer que tu estado de ánimo mejore.

Cuando estés montado en un elevador o cepillándote los dientes, por ejemplo, piensa en aquello que te haga estar agradecido. Enfocarse en este tipo de pensamiento al menos una vez al día podría traerte muchos beneficios, y no solo en la salud, ya que puede lograr incluso conseguirte un ascenso.

Practicar el agradecimiento, aunque sea en cosas pequeñas como aquel compañero de trabajo que tuvo un gesto contigo, te hace estar más consciente de tu entorno y mantener pensamientos positivos.

6. No te avergüences de dar cumplidos

Los actos de bondad producen sensación de satisfacción, así lo afirma un estudio realizado por The Journal of Social Psychology. Dar un cumplido sincero y genuino no solo le puede alegrar el día a una persona, sino que también impulsará tu propio bienestar.

Si deseas que la persona tome en cuenta lo que quieres decirle, la mejor forma es captar su atención, decirle el cumplido y esbozar una sonrisa genuina, así podrá ver que eres sincero. Intenta observar su expresión, puede que te haga sentir muy bien.

7. Practica la respiración profunda

La mayoría hemos perdido el control en algún momento. Si alguna vez te ha pasado y quieres calmarte, lo primero que haces es realizar una respiración larga y profunda, se podría decir que es la mejor manera para llamarte a la calma.

De acuerdo con un artículo publicado en Harvard Health Publishing, la respiración profunda podría ser eficaz para reducir el estrés. Se recomienda seguir estos pasos para cuando te sientas a punto de perder el control.

  1. Cierra los ojos y enfoca tu mente en un recuerdo feliz o en un lugar hermoso.
  2. Respira suave y profundo por la nariz.
  3. Luego, exhala ese aire poco a poco.
  4. Haz este proceso tantas veces como sea necesario, hasta lograr sentirte calmado.

8. Acepta los momentos infelices

No está mal reconocer que puedes tener momentos malos. Estar feliz o mantener una actitud positiva cuando no es cierto puede ser agotador. Si no te sientes con buen humor o recibes una mala noticia no intentes ocultarlo y fingir que estás feliz.

Toma en cuenta que no es sano que te quedes con ese sentimiento de infelicidad por mucho tiempo, lo recomendable es que lo experimentes por un pequeño lapso, para luego dejar ir el sentimiento.

9. Escribe en un diario

Puede que requieras ayuda para analizar tus sentimientos, organizar tus pensamientos y hacer planes a futuro, la mejor forma es escribirlo en un diario para que fluyan tus ideas.

Si no eres tan bueno describiendo tus sentimientos, intenta al menos colocar algunos apuntes de tus pensamientos, no importa si al final arrancas la página, la hagas pedacitos y termine en la papelera, lo que importa es el proceso de escribir: esto ayudará a liberarte.

10. Enfrenta el estrés

Puede que te parezca una locura, pero existe el estrés positivo. La vida está repleta de factores estresantes y no todos ellos son dañinos, un ejemplo podría ser si necesitas salir de tu zona de confort.

La mejor forma ante una situación estresante es enfrentarla para obtener un resultado o para medirnos y crecer como personas. Si abordas el estrés lo antes posible, menor será la sensación de nerviosismo o tensión.

11. Aprende a organizarte para organizar

Necesitas mínimo unos 30 minutos dos veces a la semana, este tiempo es suficiente para poner en orden algunos lugares de tu casa, por ejemplo el clóset, las gavetas de la cocina o las repisas de sala, siempre y cuando mantengas bajo control lo hecho.

A la larga este tipo de rutinas causan un buen efecto al final del mes. Para una mayor efectividad y control de tiempo, hazte de un cronómetro y configura 25 minutos para ordenar y limpiar áreas específicas de tu cuarto, sala, cocina o baño.

Los minutos restantes úsalos para recoger cosas fuera de lugar que estén en los espacios que más frecuentas en tu hogar.

12. Comparte con tus amigos

Para estar bien es bueno compartir con amigos.
¡Sonreír y estar con tus amigos es fundamental para sentirte bien!

Las amistades de calidad suman valor emocional a los seres humanos, estas sin duda nos hacen felices. Comunicarse por teléfono a veces no es suficiente, como seres sociales necesitamos del contacto humano, para ello concretar una cita semanal con alguno de nuestros afectos para hablar sin duda es reconfortante.

En caso de que tus amigos se encuentren muy lejos de ti, puedes explorar otras opciones como inscribirte en clubes de actividades que te gusten, compartir con personas de gustos afines te da tema de conversación y quizás amplíes tu círculo de conocidos.

Pero si eres de los que piensan que hacer amigos en la edad adulta es casi imposible, existe evidencia científica de que los amigos de cuatro patas son tan efectivos como las amistades humanas.

13. Programa tu semana

El día domingo resulta ideal para planificar el nuevo inicio de semana, intenta hacer una lista sencilla que luego puedes ir enriqueciendo de forma paulatina. Contempla las tareas que no tienen escapatoria, como lavar la ropa y comprar los comestibles.

La disciplina y el compromiso son la clave para materializar este plazo, así como el hecho de ceñirse al plan es vital para ir creando estos hábitos semanales. No te olvides de agregar actividades que disfrutes: plasma en papel o si lo prefieres en tu móvil tus variopintas actividades semanales.

14. Guarda tu teléfono por un rato

Rompe por una hora semanal con tu teléfono, guarda la tableta, los audífonos y cualquier otro dispositivo que te mantenga conectado al mundo digital. De esta forma, podrás dedicarte con plena libertad a otras actividades como leer, caminar, entrenar o practicar un deporte.

Para empezar, puedes hacerlo por menos tiempo, e irlo incrementando poco a poco hasta lograr superar el umbral de la hora, esta actividad te hará apreciar mejor todo lo que te rodea.

15. Disfruta de la naturaleza

Salir a dar un paseo, por lo menos unos 45 minutos en espacios verdes, dormir un rato sobre el pasto verde o pasar una tarde en la playa disfrutando del oleaje, resulta relajante y gratificante.

Un estudio publicado en Scientific Reports demostró que estar durante 30 minutos en lugares como los descritos, disminuye los síntomas de depresión y presión arterial.

16. Intenta meditar

La meditación es una actividad para descubrir, ya que existen diversos métodos para llevarla a cabo, por ejemplo, puede involucrar movimientos, concentración, mantras espirituales o una mezcla de estos.

Sin duda meditar es una actividad interesante y dista mucho de ser complicada, puedes iniciar sentándote en silencio por unos 8 minutos en un lugar fresco y relajado, intenta incorporar ejercicios de respiración profunda.

En general esto te ayudará a paliar las emociones negativas y a mejorar tu salud emocional, su practica continuada te hará consciente de que la actitud ante la vida es importante para alcanzar la felicidad.

17. Busca ayuda de un terapeuta

Si sientes que necesitas ayuda, puedes optar por la de un profesional, un terapeuta cuenta con los recursos y estrategias necesarias para hacer frente a problemas que parecen rebasarte.

Quizás puedas acudir un día por semana mientras se alivia tu situación, no es necesario experimentar una crisis para buscar las herramientas que un terapeuta puede brindar.

18. Desarrolla hábitos de cuidado personal

Las buenas practicas de aseo personal comprenden diversos hábitos que van desde la higiene, la alimentación, la indumentaria hasta el aspecto personal.

Pequeñas practicas, como un baño de agua tibia, una rutina facial o 30 minutos de trote te harán sentir renovado. Agenda un tiempo para acicalarte y sentirte especial.

19. Aprende a divertirte tú solo

Puede que no haya nadie disponible para salir, pero esto no debe ser un impedimento para visitar tu restaurante favorito y ordenar el platillo que más te guste, ver una película taquillera o irte viaje a un lugar que siempre has querido conocer.

El pasar tiempo a solas, al menos una vez al mes, puede ayudarte a conectar y estar bien contigo mismo.

Si es posible estar bien, solo propóntelo

La versión de lo que es estar bien difiere en cada persona. Dilucidar tu propio concepto de estar bien podría ayudarte a centrarte en esa meta para conseguirlo. Sin embargo, independientemente de tu percepción y de quienes te rodean, el estar bien no se puede deslindar de la salud.

Por lo tanto tener hábitos buenos puede ayudarte a conseguir el bienestar general y a sentirte bien contigo mismo. Disfrutar de la naturaleza, practicar la respiración profunda, sonreír más seguido o hacer ejercicio son algunos ejemplos.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.