¿La falta de vitamina D puede causar un aumento de peso?
En ocasiones, pese a comer sano, hacer ejercicio y mantener al margen nuestras emociones, presentamos aumento de peso. Ante ello, surge la interrogante de si la falta de vitamina D puede causar tal irregularidad. La respuesta es que aunque existe evidencia de que sí, la relación entre ambos es compleja y multifactorial como desarrollaremos a continuación.
Esta vitamina cumple funciones metabólicas importantes, pues interviene en múltiples procesos fisiológicos, por lo que su falta puede causar un aumento de peso. En parte, debido a alteraciones en la activación del sistema inmunitario o del metabolismo.
La vitamina D como un nutriente esencial
La vitamina D es un nutriente esencial para el cuerpo humano debido a que desempeña una variedad de funciones. La que más se conoce es la regulación del calcio y el fósforo en el organismo, esenciales para la salud de los huesos y los dientes.
La deficiencia de la vitamina D es rara debido a que el cuerpo humano tiene la capacidad de sintetizarla cuando la piel se expone a la luz solar (ultravioleta B). Además, se puede obtener a través de una alimentación balanceada y suplementos.
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Algunas otras funciones de la vitamina D son las siguientes:
- Modulación inmunológica: la vitamina D regula la respuesta del sistema inmune, por lo que ayuda a combatir infecciones y enfermedades.
- Salud cardiovascular: se ha estudiado que la vitamina D participa en la salud cardiovascular, es fundamental ayudando a mantener la presión arterial (inhibiendo la secreción de renina) y también tiene un efecto antiaterogénico, mediante la inhibición de la captura de colesterol.
- Función cerebral: se ha observado que interviene en la función cerebral y sus niveles adecuados se relacionan con la reducción del riesgo de enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, de acuerdo a un estudio en la revista Sanum.
Relación de la vitamina D con el metabolismo
Como se mencionó antes, la respuesta sobre si la falta de vitamina D puede causar un aumento de peso se relaciona con su papel en el metabolismo de las grasas y de la glucosa.
La vitamina D puede influir en el peso mediante un aumento de la sensibilidad de los tejidos a la insulina. También ayuda a mantener los niveles de serotonina, la cual controla el apetito, y los niveles de testosterona, que favorecen la pérdida de peso.
La vitamina D y las células de grasa
La falta de vitamina D puede causar aumento de peso porque, como se ha demostrado en recientes investigaciones, las células grasas (o adipocitos) tienen receptores de vitamina D, favoreciendo, entre otras cosas, la respuesta de este tejido periférico a la insulina.
Esto significa que las células grasas tienen la capacidad de responder a la vitamina D. De manera que, cuando la vitamina D está presente en cantidades deficientes, hay menor respuesta a la insulina.
Así mismo, se ha evidenciado que la deficiencia de vitamina D puede estar asociada con un mayor riesgo de dislipidemias, en especial, en hombres. Esta irregularidad de los niveles de lípidos en la sangre también podría contribuir al aumento de peso.
Efecto en la resistencia a la insulina
Un estudio en The Journal of Steroid Biochemistry and Molecular Biology ha establecido que existe relación entre la deficiencia de vitamina D y una disminución de la liberación de insulina y resistencia a la misma. De este modo, la deficiencia de vitamina D puede contribuir al aumento de peso y el desarrollo de diabetes tipo 2.
También se cree que la relación entre la deficiencia de vitamina D y la resistencia a la insulina podría desarrollarse a través de la inflamación, ya que la deficiencia de vitamina se asocia con un aumento de los marcadores inflamatorios.
¿Cómo se relaciona la vitamina D con la obesidad?
En diversos estudios se ha observado una asociación entre la deficiencia de vitamina D y la obesidad. Se sabe que las personas con un índice de masa corporal (IMC) más alto tienden a tener niveles más bajos de vitamina D en comparación con aquellos con un peso adecuado.
No obstante, no se ha podido establecer si la relación es de causalidad, o la deficiencia de vitamina D es causada por la obesidad, por lo que se requiere mayor investigación.
¿La falta de vitamina D puede causar un aumento de peso?
Aunque ya se ha demostrado la asociación entre la falta de vitamina D y la resistencia a la insulina y obesidad, aún no se ha establecido que la deficiencia sea por sí misma causa directa del aumento de peso. La relación entre ambos es compleja y multifactorial.
Varios factores pueden confundir la relación entre la vitamina D y el aumento de peso. En parte, porque aquellos con obesidad pueden tener una menor exposición a la luz solar, lo que a su vez podría reducir sus niveles de vitamina D. Por otro lado, la vitamina D podría acumularse en el tejido graso de los obesos, lo que reduciría la disponibilidad del mismo. Además, la dieta y otros factores de estilo de vida pueden influir en ambas condiciones.
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Finalmente, ¿la vitamina D es la causa o el efecto?
Aunque es un tema de investigación en constante evolución, no existe evidencia sólida de la asociación entre la falta de vitamina D y el aumento de peso. Aun no está claro si la deficiencia de la vitamina D es causa directa del aumento de peso o si es un efecto secundario a la obesidad.
No obstante, esta vitamina desempeña un papel vital en múltiples funciones corporales, como la regulación del metabolismo de las grasas y la glucosa, por lo que mantener niveles adecuados de la misma es esencial para la salud.
De modo que, aunque la falta de vitamina D puede ser un factor en el aumento de peso, la obesidad es una afección compleja que involucra múltiples factores, incluida la dieta, el ejercicio y la genética. Mantener un estilo de vida saludable y equilibrado sigue siendo la clave para lograr un peso adecuado y una salud óptima.
Algunas fuentes de vitamina D, además de la exposición a la luz solar de al menos 15-20 minutos al día, incluye consumir alimentos ricos en la misma. Como lo son el pescado graso, la yema de huevo, los productos lácteos y, en casos que el profesional de la salud lo considere pertinente, suplementos.
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