¿Qué es el neurofeedback y para qué sirve?
El neurofeedback, también conocido como neurorretroalimentación o neuroterapia, es un término que se ha hecho popular en los últimos años. Todos están hablando de él, pero muy pocos saben a qué cosa alude. Se le considera un tipo de biorretroalimentación, o biofeedback, que permite a los pacientes la autorregulación de sus funciones cerebrales. En las líneas siguientes te enseñamos todo lo que debes saber al respecto.
La neurorretroalimentación es un tipo de terapia que se hace en tiempo real. Aunque muchos la asocian con los tiempos actuales, en realidad se desarrolla desde hace décadas. De hecho, se relaciona con los postulados del condicionamiento operante y no requiere equipos tan avanzados (algunas terapias solo necesitan un encefalograma). ¿Quieres saber si es para ti? No dejes de leer entonces los detalles que presentamos en breve.
Características del neurofeedback
Los investigadores definen al neurofeedback como una terapia en la que se miden las ondas cerebrales de un sujeto para modular el autocontrol de algunas funciones con base en la retroalimentación.
Es decir, con base en dichas ondas cerebrales el sujeto aprende en tiempo real cómo determinadas alteraciones se traducen en reacciones. La mayoría de las veces se hace con un electroencefalograma, aunque también se pueden usar otros instrumentos.
Se trata de una alternativa para hacer frente a ciertas afecciones. La mayoría de las implementaciones son a largo plazo y, aunque no se usa de forma masiva en las terapias médicas convencionales, sí cuenta con cierto respaldo desde algunos sectores. Para las sesiones se utiliza vídeo y audio, los cuales sirven de referencia durante la retroalimentación.
En tiempo real la persona accede a las alteraciones que se producen en sus ondas cerebrales. De manera activa trata de controlarlas, lo cual hace con base en determinados estímulos. Aunque existen terapias que permiten incidir en casi todos los tipos de onda, lo cierto es que la mayoría del tiempo se enfocan en las ondas alfa, beta y theta. También se puede optar por la combinación entre estas, como lo son alfa/theta.
Modalidades más utilizadas
Durante el proceso se utiliza un grupo de electrodos que se disponen en el cuero cabelludo (ya sea en montaje unipolar o bipolar). La distribución de estos no es casual, ya que se hace de acuerdo con el tipo de onda que se desea trabajar y el tipo de estímulo que está de por medio. Se distinguen 7 tipos de neurofeedback:
- De frecuencia potencial: es el más utilizado en todo el mundo. Incluye el uso de 2 a 4 electrodos en ubicaciones muy específicas.
- De potencial cortical lento: permite la mejora de la dirección de los potenciales corticales lentos para tratar ciertas condiciones.
- De baja energía: en este caso se suministra una señal electromagnética débil que altera las ondas cerebrales cuando el paciente está con los ojos cerrados e inmóvil.
- Hemoencefalográfico: en el cual se obtiene información sobre el flujo sanguíneo cerebral relacionado con ciertas afecciones.
- Con puntuación Z en vivo: introduce la variable de la comparación continua de ondas cerebrales teniendo en cuenta una base de datos. Esto permite una retroalimentación más profunda.
- De baja resolución: se utiliza un total de 19 electrodos que permiten recopilar detalles como la potencia, la coherencia y la monitorización precisa de las fases.
- Con resonancia magnética funcional: es una técnica reciente útil para determinar actividades de retroalimentación en áreas subcorticales profundas.
Es importante detallar que las sesiones se hacen con un profesional cualificado. También luego de realizar exhaustivos análisis en el paciente, y por supuesto valorando las expectativas reales luego del tratamiento. El uso masivo del término neurofeedback ha dado lugar a una serie de tratamientos que ni son realizados por expertos competentes, ni tienen en cuenta la base científica sobre la que se cimenta el proceso.
¿Para qué se usa el neurofeedback?
Ya hemos comentado qué es el neurofeedback, cómo se aplica y cuántos tipos existen. No hemos aludido aún cuáles son sus funciones, en qué contextos se usa y qué tan efectivo es. En este punto debes saber que sus usos son muy amplios, algo que ha llevado a los especialistas a dudar de él. Te presentamos un resumen de para qué sirve el neurofeedback en contextos específicos.
Mejora del rendimiento general
Existen ciertos indicios que sugieren que el uso de una terapia de neurorretroalimentación puede ser beneficiosa para la mejora del rendimiento. Su alcance es general, de manera que pueden beneficiarse desde atletas que compiten a un nivel de élite, hasta un artista que desea explorar su máxima capacidad.
Como tratamiento para pacientes con esquizofrenia
Dado que el tratamiento para la esquizofrenia es de por vida y que muchos pacientes muestran una resistencia a los medicamentos y la psicoterapia, algunos investigadores proponen el uso de la terapia con neurofeedback para hacer frente al malestar que caracteriza el trastorno. Los resultados pueden ser positivos en ciertos pacientes. La evidencia es tal que no debe ser desacreditada como alternativa de tratamiento.
Para hacerle frente al insomnio
Los expertos aseguran que una terapia personalizada de neurorretroalimentación es segura y efectiva para tratar el insomnio. Los resultados se sienten en todas las manifestaciones de este trastorno del sueño, desde los casos leves a los crónicos. Los efectos aparecen a corto y medio plazo, de manera que no pasa mucho tiempo antes de puedan recobrar sus patrones de descanso normales.
Como alternativa para tratar la epilepsia
Muchos pacientes epilépticos muestran una resistencia a la terapia convencional. Hay evidencia de que el uso de estas sesiones puede ser beneficiosa para estos y otros pacientes. Lejos de sustituir el tratamiento convencional, la neuroterapia los complementa. Esto también aplica para todos los demás casos.
Para controlar los ataques de ansiedad
De acuerdo con los investigadores, las terapias de biorretroalimentación son efectivas para estabilizar el trastorno de ansiedad. La mejora de las ondas beta, theta y alfa-theta tiene un efecto positivo en el control de los síntomas. Cuando no se logra una mejora por otros medios, debe ser un tratamiento que se considere en el espectro de opciones.
Para controlar e incluso tratar algunas adicciones
Como por ejemplo la adicción a la cocaína, la marihuana y el alcohol. Un estudio publicado en Journal of Neurotherapy en 2010 encontró que la presencia de síntomas como la depresión y el estrés disminuyeron luego de 12 sesiones con neuroterapia. El uso de las sustancias adictivas (cocaína y marihuana, en este caso), también reportó una reducción.
Para tratar a pacientes con el trastorno del espectro autista
Así al menos lo asegura la evidencia. Luego de un programa de sesiones de neuroterapia, los pacientes con el trastorno del espectro autista muestran una mejoría de sus signos y síntomas, así como de su rendimiento en general. Los resultados son más consistentes a medio y largo plazo.
Estos son solo algunos ejemplos fundamentados con estudios que aseveran la efectividad del neurofeedback. Los resultados no siempre son iguales en todos los pacientes, ya que están condicionados a una decena de variables. Aun así, se perfila como una opción interesante, segura y sin efectos colaterales para hacer frente a casos difíciles que no se pueden controlar con las vías estandarizadas.
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