Síntomas de la enfermedad de Lyme
La enfermedad de Lyme es una patología infecciosa transmitida por garrapatas que afecta a un pequeño porcentaje de la población mundial. La misma produce manifestaciones cutáneas y sistémicas que pueden causar gran malestar en los afectados. ¿Te interesa conocer los síntomas de la enfermedad de Lyme? A continuación te contamos.
La espiroqueta Borrelia spp, inoculada por la mordedura de la garrapata, es la responsable directa de esta patología. Estudios afirman que Borrelia burgdorferi es la responsable de los casos en Estados Unidos, mientras que Borrelia afzelii y Borrelia garinii son los patógenos más comunes en Europa y Asia.
Síntomas comunes de la enfermedad de Lyme
La enfermedad de Lyme puede presentarse a través de una gran variedad de síntomas, que van a depender del estadio en el que se encuentre la infección. La misma se divide en etapas localizada temprana, diseminada temprana y tardía. Por lo general, su principal signo es una erupción cutánea que aparece en el cualquier parte del cuerpo, conocida como eritema migratorio.
De igual forma, pueden presentarse síntomas generales. Además, es posible la aparición de alteraciones articulares y signos de afección neurológica luego de semanas o meses sin sintomatología.
Eritema migratorio
Las lesiones eruptivas de piel que definen al eritema migratorio son el hallazgo más común en la fase temprana de la enfermedad. Algunas investigaciones afirman que este síntoma aparece en más del 80 % de los pacientes con la enfermedad de Lyme. El mismo suele manifestarse como una mácula o mancha roja en el sitio de mordedura de la garrapata luego de 3 a 3o días posteriores.
Al cabo de varias jornadas, esta lesión de piel puede crecer de forma paulatina hasta alcanzar los 30 centímetros de ancho o más. La expansión de la mácula suele generar un aclaramiento central de la lesión, adquiriendo forma de anillo o blanco de tiro. De igual forma, algunos pacientes pueden presentar una mancha oscura con un centro duro o caliente al tacto.
Este eritema rara vez suele asociarse a dolor o picazón, no obstante, debe buscarse atención médica oportuna ante su aparición. Suele remitir de forma espontánea luego de 3 a 4 semanas y reaparecer en caso de reinfección o recaída.
Manifestaciones generales
Por lo general, las personas que padecen la enfermedad de Lyme presentan síntomas similares a un síndrome gripal durante la etapa de diseminación temprana. En este sentido, se pueden evidenciar las siguientes manifestaciones clínicas:
- Malestar general
- Fiebre y escalofríos.
- Dolor de cabeza y rigidez de cuello.
- Dolor muscular o mialgias.
- Nauseas y vómitos.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
Estos síntomas inespecíficos suelen perdurar por días o semanas, apareciendo y despareciendo de forma espontánea. Además, en ocasiones pueden dificultar el diagnóstico si no se acompañan de las lesiones típicas en piel.
Artritis
La inflamación y el dolor a nivel de las articulaciones suelen ser uno de los síntomas más frecuentes en la fase tardía de la enfermedad de Lyme no tratada. Su aparición es frecuente después de varios meses o años desde el inicio de la patología, en más de la mitad de los casos. La artritis suele afectar las grandes articulaciones, sobre todo a nivel de la rodilla.
Las articulaciones pueden tener los síntomas típicos de la artritis, como dolor y calor al tacto, pudiendo estar enrojecidas. De igual forma, la afección es capaz de migrar de una articulación a otra y ser recurrente a largo plazo.
Parálisis y debilidad
La parálisis y la debilidad muscular suelen ser resultado de alteraciones neurológicas que se desarrollan semanas o meses después del eritema migratorio. Por lo general, las afecciones cerebrales incluyen a la meningitis o la meningoencefalitis. Estudios afirman que la parálisis del nervio facial es uno de los síntomas más comunes.
Además, las personas afectadas pueden presentar parestesias o sensaciones anormales en las extremidades, como entumecimiento y hormigueo. Las radiculopatías motoras originan pérdida de la fuerza y alteración del movimiento corporal.
Síntomas raros de la enfermedad de Lyme
En algunos casos, las personas pueden presentar síntomas poco frecuentes por la diseminación de la enfermedad de Lyme mediante el torrente sanguíneo. Esta sintomatología aparecer semanas, meses e incluso años posteriores al inicio de la patología.
Alteraciones cardiacas
Las afecciones miocárdicas pueden aparecer entre la etapa de diseminación temprana y la fase tardía como resultado de la invasión cardíaca por parte de Borrelia spp. Este hecho puede conducir a alteraciones de la conducción miocárdica y manifestarse con arritmias y bloqueos auriculoventriculares.
En raras ocasiones se puede producir una pericarditis como efecto de esta enfermedad. En estos casos, el paciente tiene dolor torácico intenso, hipotensión, dificultad respiratoria y aumento de la silueta cardíaca en las radiografías.
Afección ocular
La conjuntivitis es una afección poco frecuente en las etapas iniciales de esta enfermedad. Se acompaña de malestar en el globo ocular, irritación y ojos llorosos. Por otro lado, en estados avanzados puede existir inflamación ocular con daño en la úvea, la córnea y el iris.
Posibles complicaciones
Las personas que no reciben tratamiento para la enfermedad de Lyme pueden desarrollar a mediano y largo plazo efectos secundarios por el daño multiorgánico. Dentro de las principales complicaciones se encuentran las siguientes:
- Artritis de Lyme.
- Arritmias.
- Miocardiopatía y pericarditis.
- Neuropatías centrales y periféricas.
- Parálisis de Bell.
- Deterioro cognitivo y amnesia.
- Meningitis.
- Insomnio.
¿Cuándo buscar asistencia médica?
En la mayoría de los casos, las personas manifiestan síntomas inespecíficos ante la infección por Borrelia spp. No obstante, la presencia de lesiones redondeadas y enrojecidas con un halo central blanquecino es un signo de alarma de la enfermedad de Lyme. Sobre todo si la persona se ha expuesto a espacios cerrados o con contaminación por garrapatas.
De igual forma, se debe buscar asistencia médica si la erupción se acompaña de fiebre elevada y dolores musculares. El diagnóstico y el abordaje temprano suelen ofrecer un excelente pronostico a las personas infectadas.
Una enfermedad poco frecuente con múltiples complicaciones
La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana originada por la mordedura de las garrapatas portadoras del microorganismo. Su incidencia a nivel mundial es baja y predomina en zonas específicas durante el verano y la primavera. No obstante, está asociada a una gran variedad de comorbilidades en la piel, las articulaciones, los músculos, el hígado y el corazón.
De igual forma, es parte de las infecciones neurotrópicas, por lo que altera el sistema nervioso central y periférico. Por tal motivo, conocer los síntomas de la enfermedad de Lyme y aprender a identificarlos de forma oportuna constituye una medida de prevención vital.
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