Remedios naturales para el reflujo ácido

¿Sufres de reflujo ácido? En ese caso presta atención a los siguientes remedios naturales que se pueden poner en práctica para disminuir los síntomas.
Remedios naturales para el reflujo ácido
Saúl Sánchez

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez.

Última actualización: 27 julio, 2021

Existen una serie de remedios naturales que se pueden aplicar para el tratamiento del reflujo ácido. Con esto se experimenta una reducción de los síntomas, así como una disminución del malestar. No obstante, muchos de las soluciones que te vamos a presentar no abordan el origen del problema.

Hay que tener en cuenta que el reflujo ácido puede estar causado por varios factores distintos. Lo ideal es identificar el elemento desencadenante, para así poner en marcha un tratamiento eficiente. En ocasiones, incluso es preciso recurrir a la farmacología.

Hay que evitar los alimentos gatillo

Algunos alimentos son capaces de desencadenar los síntomas del reflujo ácido. Es preciso identificar la tolerancia individual y, en la medida de lo posible, evitar los más asociados al malestar.

Los productos que más comúnmente provocan problemas de acidez o reflujo son el café y el té, el chocolate, la comida picante, las bebidas alcohólicas, los refrescos o las bebidas con gas, los alimentos fritos y rebozados, los precocinados y los ultraprocesados, los tomates y sus derivados. Incluso los cítricos pueden provocar síntomas. Así lo evidencia un estudio publicado en Current Medicinal Chemistry.

Lo ideal es eliminar de la dieta los alimentos capaces de incrementar la producción de ácido a nivel estomacal o aquellos que generan digestiones lentas y pesadas. En este sentido, se recomienda también realizar ingestas de pequeño volumen para favorecer un rápido vaciado gástricos y reducir las molestias.

No se debe olvidar que las grasas cuentan con la capacidad de retrasar el vaciado gástrico. Además, las variedades trans promocionan los estados inflamatorios en el organismo. Por ello, es fundamental priorizar el consumo de lípidos de calidad y en cantidades moderadas.

Asimismo, las dietas bajas en carbohidratos, pero con cantidades significativas de proteínas podrían ser de utilidad a la hora de manejar el reflujo, sobre todo cuando está asociado a una infección con Helicobacter pylori. En estos casos es determinante reducir el sustrato energético de las bacterias, o sea, los azúcares.

Helicobacter pylori.
H. pylori es una bacteria que se asocia a la gastritis. Una dieta que restringa sus sustratos será beneficiosa.

Es necesario mejorar el estado de composición corporal

De acuerdo con una investigación publicada en la revista Gastroenterology, la obesidad y el sobrepeso son factores de riesgo para el desarrollo de reflujo ácido. Esto se debe a que el exceso de grasa abdominal y visceral puede presionar los tejidos, dificultando la función de los esfínteres y promoviendo la aparición de la hernia de hiato.

Alcanzar un adecuado estado de composición corporal debería ser una de las prioridades a la hora de mejorar el manejo del reflujo ácido. Para ello puede optarse por una reducción de los carbohidratos en la dieta, por protocolos de ayuno intermitente e incrementando la práctica de ejercicio físico.

Es clave plantear hábitos de vida saludables para conseguir una remisión a mediano plazo. Cuando el paciente experimenta una pérdida de peso significativa suele encontrarse mejor, disminuyendo el número de crisis y de ocasiones en las que el reflujo supone una verdadera molestia.

Presta atención a los hábitos de alimentación

No solo basta con eliminar de la pauta aquellos alimentos que han demostrado generar reflujo ácido o digestiones pesadas. También hay que tener cuidado con los hábitos a la hora de alimentarse. Por ejemplo, comer demasiado rápido provoca que el estómago tenga que realizar un mayor trabajo, lo que retrasa el vaciado.

Es indispensable masticar bien cada bocado para conseguir que la parte de la digestión realizada en la boca se lleve a cabo correctamente. Para ello suele ser necesario eliminar las distracciones durante el periodo de alimentación. No resulta nada favorable mirar la televisión o hablar por teléfono a la hora de comer.

Por otra parte, es recomendable evitar las comidas copiosas. Es más adecuado plantear un esquema de más ingestas pequeñas a lo largo del día que cuenten con un volumen reducido y con una digestión sencilla. Ten presente que estas han de contener proteínas de alta calidad, una parte de grasas de tipo cis y vegetales en abundancia.

No conviene irse a la cama justo después de cenar

Una de las recomendaciones clave para el tratamiento del reflujo tiene que ver con evitar acostarse justo después de cenar. La posición horizontal del cuerpo favorece la subida del contenido del estómago a través del esófago cuando el esfínter no es competente. Por este motivo, es aconsejable esperar 2 o 3 horas antes de ir a la cama tras la cena.

Asimismo, puede resultar de utilidad el hecho de dormir ligeramente incorporado, con la cabeza algo elevada. De este modo, se reduce el riesgo de que se desarrolle el reflujo ácido por la noche. Además, se consigue incrementar la velocidad de vaciado gástrico, lo que se traduce en menos problemas. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Journal of Gastroenterology and Hepatology .

Lo óptimo en estos casos es utilizar almohadas de cuña, aunque también existen unos dispositivos conocidos como elevadores de cama que cumplen la función. Eso sí, hay que tener cuidado con las personas que sufren problemas de cuello o de espalda.

Evita utilizar ropa apretada

La vestimenta también puede influir en el riesgo de desarrollar reflujo ácido. Los pantalones o elementos que generan presión a nivel abdominal, como los cinturones, podrían dificultar la bajada del bolo alimenticio a través del tubo digestivo.

En este caso, se incrementa la incidencia del reflujo ácido. Para ello conviene garantizar que los pantalones quedan siempre ligeramente holgados.

Es clave reducir el estrés

Las personas que cuentan con niveles elevados de estrés son más propensas a sufrir reflujo ácido. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Annals of Medicine and Surgery, aquellas personas nerviosas o que suelen padecer ansiedad cuentan también con un riesgo mayor de experimentar reflujo.

Por este motivo es fundamental poner en marcha estrategias que permitan fomentar la relajación. La meditación puede ser una de ellas. Ha ganado adeptos en los últimos años y permite controlar la ansiedad.

La práctica de ejercicio físico de forma diaria es otra de las herramientas indispensables para el control del estrés. Contribuirá a fomentar un mejor descanso y a conseguir un estado óptimo de composición corporal, por lo que son muchos los beneficios derivados de su implementación.

Incluso existen ciertos suplementos dietéticos con potencial para la relajación. Uno de ellos es la melatonina, que ha demostrado mejorar la calidad del sueño y reducir el riesgo de desarrollar depresión o ansiedad. Se consume diariamente de forma previa al sueño y no cuenta con efectos secundarios.

Hay que dejar el tabaco

La nicotina es una de las sustancias capaces de debilitar el esfínter esofágico, promoviendo que el contenido de la bolsa estomacal ascienda de nuevo por el tubo. Se considera uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo del reflujo ácido, tal y como evidencia una investigación publicada en la revista Best Practice & Research.

Por lo general, los hábitos tóxicos están vinculados a un mayor riesgo desarrollar este problema. También el alcohol genera un incremento en la producción de ácido estomacal, daña las mucosas y provoca cambios negativos en la microbiota.

Dejar el cigarrillo para mejorar el reflujo ácido.
El abandono del tabaco se indica de manera imperiosa en pacientes con reflujo ácido.

Otros remedios naturales eficaces

Además de lo comentado, existen otros remedios naturales que podría facilitar el manejo del reflujo ácido, reduciendo su frecuencia e intensidad. Entre ellos destacan el jengibre, el jugo de aloe vera, la cúrcuma, el regaliz y la miel. No obstante, no todos ellos cuentan con evidencias sólidas.

Ahora bien, una práctica que sí ha acumulado consejos de los expertos en los últimos años es el consumo de suplementos de probióticos. Estas bacterias consiguen colonizar zonas del tracto digestivo, alterando el pH del medio y favoreciendo una correcta digestión. Determinadas cepas podrían resultar útiles para conseguir una reducción de los síntomas de la patología.

De todos modos, escoger el probiótico adecuado no siempre es sencillo. Lo mejor en este caso es consultar con un profesional. Hay que elegir aquel que contenga una cepa que haya demostrado ser eficaz para el problema. Por otra parte, es necesario que el número de unidades formadoras de colonias sea superior a un mínimo establecido.

Existen remedios naturales para el tratamiento del reflujo ácido

Como has podido comprobar, se pueden poner en práctica una serie de remedios naturales que consiguen facilitar el manejo del reflujo ácido. Así se reducen los síntomas y se incrementa la calidad de vida del paciente, lo que es clave también para lograr un buen estado a nivel nutricional.

Hay que tener en cuenta que lo más determinante es evitar el estrés, los hábitos tóxicos y el sobrepeso. Solo con estas 3 consignas ya se reducirá significativamente la progresión de la patología. Además, habría que modificar la dieta para evitar el consumo de alimentos que generen mayor secreción de ácido.

Por último, no te olvides de practicar ejercicio físico de manera diaria. La actividad contribuye a favorecer la relajación, a dormir mejor por las noches y a mantener un estado de composición corporal óptimo.



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