Medicamentos para la fibromialgia

Aunque se puedan prescribir algunos medicamentos o autorizar el uso de analgésicos no opiáceos de venta libre, se le intenta dar preferencia a otras medidas para promover el bienestar en la fibromialgia.
Medicamentos para la fibromialgia
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 04 julio, 2021

Los medicamentos para la fibromialgia pueden formar parte del tratamiento, pero no están siempre indicados en todos los casos. Asimismo, deben ir combinados con otras estrategias para garantizar el bienestar del paciente. Por sí solos, los fármacos no consiguen brindar el alivio total ni revertir la patología.

Dicho de otro modo, lo que se incluya en el abordaje de la fibromialgia viene a ser un complemento y no una única opción de tratamiento como tal. Todas las medidas, las farmacológicas y las no farmacológicas, se apoyan entre sí. Esto es justo lo que permite que la estrategia global sea exitosa.

Los medicamentos para la fibromialgia no curan la enfermedad, pero contribuyen con el alivio de los síntomas. Ahora bien, ¿cuáles son esos fármacos? Veámoslos a continuación.

Medicamentos de venta libre para la fibromialgia

Los medicamentos de venta libre son una opción a la que los pacientes pueden recurrir para mitigar el dolor y otras molestias. Respecto a la dosis, los beneficios y limitaciones de cada fármaco, es importante conversarlo a fondo con el médico en consulta para evitar hacer un mal uso.

Analgésicos no opiáceos y antiinflamatorios

Analgésicos de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ser útiles para mitigar los desencadenantes del dolor, pero no para combatir el dolor como tal. En esta misma línea, el naproxeno también se puede tener en consideración en casos leves.

Respecto a los analgésicos de venta libre hay que tener muy en cuenta que, si bien en casos leves pueden ser útiles, cuando el dolor es moderado o severo no alcanzan a generar bienestar. Por ello, se deben valorar con el médico otras opciones. No es saludable ni recomendable intentar consumir más analgésicos de venta libre por cuenta propia.

Opiáceos

Los opiáceos no son una opción recomendable para tratar la fibromialgia, pues producen efectos secundarios importantes. No se debe recurrir a ellos sin consultarlo primero con el médico. Por fortuna, su accesibilidad está limitada en varios países mediante leyes que estipulan formas precisas de comercialización.

Ibuprofeno como medicamento para la fibromialgia.
El ibuprofeno puede contribuir en brotes leves de la enfermedad, pero no será capaz de tratar al dolor como tal.

Anticonvulsivos

En el caso de los pacientes que tienen dolor de moderado a severo y presentan otros síntomas intensos, el tratamiento podría incluir algún anticonvulsivo.

Cabe destacar que sobre la prescripción de estos hay polémica, pues han habido diversos estudios que exponen que no siempre son eficaces en el tratamiento de la fibromialgia. Sin embargo, hay profesionales que sí los indican.

La gabapentina o Neurotin ® es uno de los más prescritos. La pregabalina (Lyrica ®), por su parte, fue el primer medicamento aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de cara al tratamiento de la fibromialgia. Demostró ser útil a la hora de disminuir el dolor y también como ayuda para mejorar la funcionalidad diaria de los pacientes.

Antidepresivos

Los antidepresivos también pueden formar parte del tratamiento de la fibromialgia. Han demostrado ser eficaces en un buen número de casos. La paroxetina, la fluoxetina y la sertralina son algunos de los que pueden prescribirse.

Tal y como indican los expertos de la Clínica Mayo, para aliviar el dolor y mitigar la sensación de fatiga es posible recurrir a la duloxetina o Cymbalta ®, o al milnaciprán (Savella ®). Para promover el sueño y facilitar la relajación muscular se pueden indicar amitriptilina o ciclobenzaprina.

Depresión en la fibromialgia.
Los antidepresivos no solo se emplean como analgésicos en la fibromialgia, sino que también abordan síntomas emocionales asociados.

Otras formas de aliviar la sintomatología de la fibromialgia

En un estudio publicado en la Revista de Reumatología se expone que, aún cuando se pueda recurrir a los medicamentos anteriormente mencionados, se sigue trabajando para mejorar el tratamiento de la fibromialgia. El conocimiento del sistema nociceptivo y de su comportamiento avanza cada día. Esto devela la trama del dolor y aumenta las posibilidades del abordaje terapéutico.

Están siendo desarrollados fármacos con un mecanismo de acción diferencial. Es decir, se busca que nuevas alternativas modulen la actividad del sistema nociceptivo. Es otro enfoque respecto al dolor y su tratamiento.

Aún cuando los medicamentos para la fibromialgia tengan que estar presentes, se deben combinar otras estrategias terapéuticas para poder ayudar al paciente a alcanzar y mantener una buena calidad de vida. Al fin y al cabo, ante la fibromialgia el enfoque debe ser multidisciplinario.

El ejercicio regular (personalizado, que combine sesiones aeróbicas con prácticas como el yoga o el taichí), la terapia cognitivo conductual, una buena rutina de sueño, la aplicación de técnicas de relajación y mindfulness, la fisioterapia y la terapia ocupacional han demostrado ser de gran ayuda, como bien confirman los expertos de diversas instituciones, incluyendo a la Sociedad Española de Reumatología y The American College of Rheumatology. Vale la pena tenerlo en cuenta.

A todo tratamiento farmacológico se le debería agregar ejercicio físico. El mayor beneficio se obtiene de los ejercicios aeróbicos regulares.

The American College of Rheumatology




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