Los beneficios del yoga para la fibromialgia

El yoga es una de las disciplinas que combina el cuidado de la mente y el cuerpo para impulsar un mayor bienestar integral. Cada día suma más practicantes en todo el mundo, incluyendo pacientes con fibromialgia.
Los beneficios del yoga para la fibromialgia
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 29 junio, 2021

Hacer ejercicio cuando se sufre de fibromialgia no suele ser fácil. Ahora bien, esto no quiere decir que la persona deba resignarse al sedentarismo total. Al contrario, debe ir valorando opciones que le permitan mantenerse activo y saludable en la medida de lo posible. Aquí es cuando entrarían en juego los beneficios del yoga para la fibromialgia.

La fibromialgia es una enfermedad compleja y hasta se podría decir que un tanto caprichosa. No tiene un origen claro, pero se sabe que afecta varios sistemas del cuerpo y que puede producir una amplia variedad de síntomas. Además, estos pueden variar en intensidad por diversos motivos, bien sea tanto estímulos externos (por ejemplo, el clima) como internos (estrés emocional).

Desde hace algunos años, resulta cada vez más común escuchar que lo positivo que resulta que los pacientes se animen a aprovechar los beneficios del yoga para la fibromialgia. No solo porque les ayuda a gestionar la tensión emocional y a aliviar su ansiedad o depresión, sino porque puede brindarles mucho más que eso.

Yoga para la fibromialgia

Los beneficios del yoga para la fibromialgia son múltiples
Realizar yoga con regularidad es una práctica que no solo resulta ser beneficiosa para la salud física, sino también para la mental.

Como explica el American College of Rheumatology, el tratamiento para la fibromialgia no solo tiene un enfoque farmacológico, sino que incluye otras medidas para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Una de ellas es el ejercicio. Por ello mismo, exponen lo siguiente:

A todo tratamiento farmacológico se le debería agregar ejercicio físico. El mayor beneficio se obtiene de los ejercicios aeróbicos regulares. Otros tratamientos basados en el cuerpo, como el taichí y el yoga, pueden aliviar los síntomas. Aunque pueda tener dolor, el ejercicio físico de bajo impacto no será perjudicial”

Principales beneficios asociados a la práctica de yoga

El yoga es una disciplina que ayuda a trabajar la flexibilidad, el equilibrio, la coordinación, reducir la presión arterial, liberar tensión emocional y física, y hasta mejorar la salud digestiva, según indican los expertos de Medline Plus.

De acuerdo con los resultados de un estudio piloto publicado en el 2019, el yoga puede:

  • Reducir la percepción del dolor.
  • Mejorar la calidad del sueño.
  • Reducir los pensamientos negativos, propios de la ansiedad y, concretamente, los catastrofistas.

En el mismo estudio también se observó que cuanto más regularmente practicaban yoga en el hogar, mayor bienestar parecían disfrutar los participantes. En esto, jugaba un papel importante la adherencia a una rutina o a un instructor vía vídeo. Por ende, se tuvo muy en cuenta el componente de implicación en la práctica.

Luego, en un estudio publicado en el 2020, se observaron los siguientes beneficios del yoga para la fibromialgia:

  • Mayor flexibilidad.
  • Disminución del dolor.
  • Aumento de la fuerza muscular.
  • Disminución de la fatiga muscular.
  • Mejor calidad de sueño (sobre todo, mejora del descanso nocturno y reduce la somnolencia diurna). Se consideró que esto podía deberse al aumento de la actividad parasimpática y a la disminución de la activación simpática.
  • Mayor sensación de bienestar y mejor calidad de vida.

Combinar los beneficios del yoga para la fibromialgia con otras modalidades que tengan un componente aeróbico (natación, gimnasio, bicicleta, danza) puede contribuir en gran medida con el bienestar, tal y como confirma la guía elaborada por los expertos de la Sociedad Española de Reumatología.

Comenzar la práctica de yoga

Los beneficios del yoga para la fibromialgia son evidentes siempre y cuando se realice de buena manera
Encontrar un lugar para aprender a meditar es clave, ya que debe ser un ambiente tranquilo y relajado.

Para el Doctor Jaime Rivera, reumatólogo y especialista en fibromialgia, lo mejor es la práctica consistente, es decir, el ejercicio que se hace de manera regular. Además, ofrece las siguientes aclaraciones:

  • No hace falta acudir a un entrenador personal o a un centro especializado para hacer ejercicio ni hacer grandes inversiones de dinero en equipos especiales. Se puede hacer en casa, con tan solo una colchoneta o esterilla.
  • No hace falta hacer 1, 2 o más horas de ejercicio al día. Lo ideal sería apartar media hora al día y aprovecharla.
  • Los estiramientos son recomendables para el día a día, pero deben combinarse siempre con ejercicios aeróbicos y ejercicios de intensidad moderada. 
  • El paciente puede comenzar con una rutina sencilla y suave y luego ajustarla para que tenga un poco más de intensidad, conforme mejora su condición física, gana confianza y se desenvuelve.
  • El yoga es una opción recomendable, pero lo ideal es combinarla con ejercicio aeróbico para alcanzar una buena condición física y mantenerla en el tiempo.

Todas estas recomendaciones también están avaladas por otros especialistas e instituciones especializadas en fibromialgia, incluyendo The ME/CFS and Fibromyalgia Self-Help Program.

Recomendaciones finales

Aunque es cierto que las molestias físicas no siempre son fáciles de sobrellevar, siguiendo el tratamiento pautado por el médico y manteniendo un estilo de vida saludable, con disciplina y paciencia, es posible aprender a hacerlo y, por supuesto, mejorar la calidad de vida.

Tomarse a diario momentos para relajarse y descansar es recomendable, pero hasta cierto punto. Salvo que el médico así lo indique, no es necesario quedarse en cama y suspender toda actividad física.

En cambio, es muy recomendable intentar elaborar una rutina de ejercicio personalizada, que permita aprovechar los beneficios del yoga para la fibromialgia, u otras alternativas.

Ten en cuenta que las rutinas siempre pueden modificarse y adaptarse a las necesidades que vayan surgiendo. Así, en caso de que estés pasando por una racha de brotes, podrás establecer una rutina que te resulte más sencilla y fácil de seguir. Mantén una buena comunicación con el médico al respecto para diseñar las mejores opciones para ti.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.