Linfedema en piernas: ¿por qué aparece y cómo tratarlo?

El linfedema es una causa poco frecuente y de difícil manejo de hinchazón en las piernas. Te explicamos cómo sospechar de esta condición y su tratamiento.
Linfedema en piernas: ¿por qué aparece y cómo tratarlo?
Laura Herrera

Escrito y verificado por la médica Laura Herrera.

Última actualización: 10 agosto, 2023

El linfedema es un término médico que hace referencia a la presencia de edema (hinchazón) crónico en ciertas partes del cuerpo debido a la acumulación anormal de líquido linfático en los tejidos.

Esta condición puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen, ya que puede provocar incomodidad, dolor y limitaciones funcionales, por lo que en este artículo abordaremos el tema para dar a conocer sus causas, factores de riesgo y tratamientos conocidos hasta el momento.

Causas del linfedema

El sistema linfático es el encargado de drenar el exceso de líquido y proteínas de los tejidos, pero cuando este proceso se ve comprometido, se desencadena el linfedema.

Según el daño, se puede clasificar en primario, cuando es causado por anormalidades congénitas en los canales linfáticos, o secundario, cuando es causado por alteraciones anatómicas, como procedimientos quirúrgicos o trauma.

Las causas del linfedema pueden ser diversas y están relacionadas con el daño o bloqueo del sistema linfático. Se han descrito diversas condiciones que pueden generar esta patología, según afirma la Revista de Cirugía:

  • Las cirugías, en especial aquellas que involucran la extirpación de ganglios linfáticos, como en tratamientos de cáncer de mama o melanoma, pueden afectar la circulación normal de la linfa y desencadenar el linfedema.
  • La radioterapia utilizada para tratar ciertos tipos de cáncer puede alterar y dañar los vasos linfáticos, lo que resulta en una disminución del flujo linfático y la aparición de la hinchazón.
  • Algunos medicamentos, como los taxanos usados en quimioterapia, han demostrado aumentar el riesgo de generar linfedema.
  • Lesiones graves como quemaduras, heridas extensas o fracturas pueden dañar los vasos linfáticos y bloquear el flujo normal de la linfa.
  • Algunas personas nacen con anomalías en el sistema linfático (trastornos congénitos), lo que las predispone a desarrollar linfedema en etapas posteriores de la vida, como ocurre en el síndrome de Milroy.
  • En infecciones, como ocurre en la filariasis, una enfermedad ocasionada por Wuchereria bancrofti. Esta representa la principal causa de linfedema en países en vías de desarrollo, mientras que las causas oncológicas son las principales en los desarrollados, tal y como lo afirma un trabajo divulgado en BMC Cancer.

Es importante aclarar que el linfedema puede manifestarse tanto en extremidades como en otras partes del cuerpo, como la cabeza, el cuello o el tronco, dependiendo de la zona afectada y de la causa subyacente. Las piernas y los brazos suelen ser las principales áreas afectadas en el linfedema primario.



Factores de riesgo para desarrollar linfedema

En medicina es común utilizar el término factor de riesgo, el cual hace referencia a una característica, condición o circunstancia que aumenta las posibilidades de que una persona desarrolle una enfermedad. Para el linfedema se han descrito varios aspectos que incrementan la posibilidad de desarrollarlo.

Tener familiares cercanos que hayan experimentado linfedema puede aumentar el riesgo de desarrollar la afección, ya que puede haber una predisposición genética. Por otro lado, el exceso de peso puede ejercer presión sobre el sistema linfático, dificultando el flujo de la linfa y aumentando el riesgo de hinchazón.

Puede ocurrir a cualquier edad. Sin embargo, se observa con mayor frecuencia en personas mayores. Es importante tener en cuenta que la presencia de uno o varios factores de riesgo no garantiza que se desarrolle linfedema, pero sí indica una mayor probabilidad de su aparición.

Síntomas y diagnóstico

El linfedema puede manifestarse de diferentes maneras según la persona y la zona afectada, sin embargo, existen síntomas que se presentan con frecuencia.

  • Hinchazón: aumento de tamaño en la extremidad o área afectada, que puede ser leve o significativo, dependiendo del grado de linfedema.
  • Sensación de pesadez: la persona puede sentir que la extremidad o la parte afectada está cargada o pesada, lo que dificulta la movilidad.
  • Rigidez: la zona afectada puede volverse rígida y menos flexible debido a la acumulación de líquido y tejido.
  • Dolor o molestias: en algunos casos, el linfedema puede causar dolor, malestar o sensación de tirantez en la zona afectada.
  • Cambios en la piel: la piel sobre el área con linfedema puede volverse más dura, con cambios en la textura y, en algunos casos, pueden aparecer úlceras e infecciones cutáneas recurrentes.


El diagnóstico temprano y preciso del linfedema es esencial para un manejo efectivo. Los profesionales médicos pueden utilizar varias herramientas para confirmar el diagnóstico: historia clínica completa, examen físico con énfasis en la zona afectada y el uso de ayudas diagnósticas como ecografía doppler para evaluar el flujo sanguíneo y linfático de la zona.

Además, la linfocintilografia isotópica es un método ideal para realizar el diagnóstico, según un artículo publicado en la Revista Chilena de Cirugía.

Es importante mencionar que el diagnóstico del linfedema puede requerir la exclusión de otras afecciones que puedan causar síntomas similares, como alteraciones hepáticas (como en la cirrosis), renales (como en la enfermedad renal crónica) o cardíacas (como la insuficiencia cardíaca). Por lo tanto, se realizarán pruebas adicionales según el criterio del médico para asegurarse de que se identifique de forma correcta la causa y se administre el tratamiento adecuado.

Tratamiento del linfedema

No existe una cura definitiva para el linfedema, pero existen diversas opciones terapéuticas que pueden proporcionar alivio y ayudar a los pacientes a llevar una vida más cómoda. El tratamiento del linfedema generalmente se enfoca en manejo médico conservador, dejando el manejo quirúrgico para casos muy específicos.

1. Terapia de compresión

La terapia de compresión es un pilar fundamental en el tratamiento del linfedema. Se utilizan prendas especiales de compresión, como vendajes o medias, para aplicar presión sobre la zona afectada. Esto ayuda a mejorar el flujo linfático, reducir la hinchazón y prevenir el aumento adicional del líquido linfático.

2. Drenaje linfático manual

El drenaje linfático manual es una técnica de masaje suave y rítmico que estimula el flujo de la linfa y mejora su drenaje hacia áreas sanas del sistema linfático. Esta terapia es realizada por un profesional capacitado y puede aliviar la hinchazón y promover la circulación linfática.

3. Fisioterapia

Los ejercicios terapéuticos, en especial aquellos diseñados para movilizar la extremidad afectada, pueden ser útiles para mejorar la función del sistema linfático y mantener la flexibilidad muscular.

4. Elevación de la extremidad

Elevar la extremidad afectada por encima del nivel del corazón, siempre que sea posible, puede ayudar a reducir la hinchazón y mejorar el drenaje linfático.

5. Tratamiento farmacológico

En algunos casos, se pueden utilizar medicamentos, como diuréticos o antibióticos, para controlar los síntomas específicos del linfedema o tratar complicaciones secundarias, como infecciones.

6. Tratamiento quirúrgico

En ciertos casos más graves o resistentes al tratamiento, se pueden considerar enfoques más avanzados, como la cirugía o la terapia con láser. Sin embargo, estos procedimientos son menos comunes y requieren una evaluación cuidadosa por parte del equipo médico.

La vida con linfedema

Enfrentar el linfedema puede ser un desafío, pero con el conocimiento adecuado y las herramientas apropiadas es posible vivir una vida plena y satisfactoria.

Estar atento a cualquier hinchazón persistente, sensación de pesadez o cambio en la piel en una extremidad o área específica es fundamental para buscar atención médica de manera oportuna.

Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar los síntomas, en donde la terapia de compresión, el drenaje linfático manual, la fisioterapia y la elevación de la extremidad son pilares esenciales para su manejo.



  • Finegold, D. N., Baty, C. J., Knickelbein, K. Z., Perschke, S., Noon, S. E., Campbell, D., Karlsson, J. M., Huang, D., Kimak, M. A., Lawrence, E. C., Feingold, E., Meriney, S. D., Brufsky, A. M., & Ferrell, R. E. (2012). Connexin 47 mutations increase risk for secondary lymphedema following breast cancer treatment. Clinical Cancer Research: an Official Journal of the American Association for Cancer Research, 18(8), 2382–2390. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22351697/
  • Mayo Clinic. (s.f.). Linfedema: Síntomas y causas. Enfermedades y afecciones. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/lymphedema/symptoms-causes/syc-20374682
  • Oremus, M., Dayes, I., Walker, K., & Raina, P. (2012). Systematic review: conservative treatments for secondary lymphedema. BMC cancer, 12, 6. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22216837/
  • Pereira, N., Pons G., & Masià, J. (2019). Linfedema asociado al cáncer de mama: factores de riesgo, diagnóstico y tratamiento quirúrgico. Revista de Cirugía, 71(1), 79-87. https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S2452-45492019000100079&script=sci_arttext&tlng=en
  • Saleh, H. A., Rageh, T. M., Alhassanin, S. A., & Megahed, M. A. (2018). Upper limb lymphedema related to breast cancer therapy: incidence, risk factors, diagnostic techniques, risk reduction and optimal management. International Surgery Journal, 5(11), 3633-3639. https://www.ijsurgery.com/index.php/isj/article/view/3376
  • Savetsky, I. L., Torrisi, J. S., Cuzzone, D. A., Ghanta, S., Albano, N. J., Gardenier, J. C., Joseph, W. J., & Mehrara, B. J. (2014). Obesity increases inflammation and impairs lymphatic function in a mouse model of lymphedema. American Journal of Physiology, Heart and Circulatory Physiology, 307(2), H165–H172. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/24858842/
  • Zambrano-Ferreira, J. A., Pérez-Fonseca, S. V., Caro-Becerra, A. C., González-Rocha, Y. F., Gelvez-Díaz, J. M., Rueda-Gutiérrez, J. A., & Mallarino, G. (2021). Linfedema: de la fisiopatología al tratamiento actual. Medicas UIS, 34(3), 61-70. http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-03192021000300061

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.