Insuficiencia cardíaca: síntomas, causas y tratamiento

La insuficiencia cardíaca es una de las enfermedades cardiovasculares más temidas ya que puede generar una falla multiorgánica en poco tiempo. ¿Deseas saber más sobre esta patología? A continuación te lo contamos.
Insuficiencia cardíaca: síntomas, causas y tratamiento

Última actualización: 01 abril, 2021

El corazón es el órgano responsable de bombear oxígeno y nutrientes a todos los tejidos, por lo que las enfermedades cardiovasculares constituyen una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Dentro de estas enfermedades destaca la insuficiencia cardíaca.

La insuficiencia cardíaca es una patología que se produce cuando el miocardio o músculo del corazón no es capaz de bombear suficiente sangre a los tejidos. Esto genera un desequilibrio entre la oferta y la demanda de oxigeno y nutrientes, produciendo fallas en múltiples órganos.

Esta afección cardiovascular puede manifestarse en cualquier grupo etario, no obstante se estima que la prevalencia aumenta en las personas de edad avanzada. A pesar de que la insuficiencia cardíaca no tiene una cura definitiva, es posible frenar su progresión y ofrecer una mejor calidad de vida a las personas que la padezcan.

Síntomas de la insuficiencia cardíaca

La insuficiencia cardíaca provoca varios síntomas.
Esta enfermedad se caracteriza por múltiples signos y síntomas.

Las manifestaciones clínicas de la insuficiencia cardíaca suelen aparecer de forma paulatina como resultado de procesos degenerativos del músculo cardíaco. Por lo que la mayoría de las personas suelen notar síntomas limitantes en actividades que no los generaban.

La sintomatología propia de la enfermedad es muy variada y depende de la gravedad de la insuficiencia. Además, la misma es un reflejo del daño a nivel de las cavidades del corazón y a nivel del árbol bronquial, dentro de los cuales destacan los siguientes síntomas:

  • Dificultad respiratoria.
  • Sensación de cansancio y debilidad muscular.
  • Síntomas de retención de líquidos.
  • Sensación de falta de aire que obliga al paciente a despertarse en la noche.
  • Aumento de la frecuencia urinaria.
  • Aumento de peso repentino.
  • Cansancio al realizar ejercicios de moderada intensidad.
  • Confusión, náuseas y mareos.

Factores de riesgo

La presentación de la insuficiencia cardíaca se asocia a una variedad de agentes externos e internos que actúan debilitando y dañando la musculatura del corazón. Desde el punto de vista médico, los factores que aumentan el riesgo de desarrollar esta afección se dividen en modificables y no modificables.

Factores de riesgo modificables

Son aquellos factores asociados al estilo de vida del paciente y a las patologías de base que el mismo padezca. Los mismos pueden prevenirse, corregirse y tratarse, todo con el fin de reducir el riesgo de padecer dicha afección cardiovascular. Dentro de estos factores de riesgo se encuentran los siguientes:

  • Colesterol elevado.
  • Obesidad y sedentarismo.
  • Diabetes no controlada.
  • Hipertensión arterial no controlada.
  • Estrés.
  • Consumo de tabaco o cigarrillos.
  • Consumo excesivo de alcohol.

Factores de riesgo no modificables

Estos son un pequeño grupo de factores asociados a la genética y a la herencia propia de cada individuo. Estos no pueden ser corregibles, pero si puestos a consideración para prevenir el desarrollo de la insuficiencia cardíaca. Dentro de este grupo se encuentran los siguientes:

  • Tener más de 55 años.
  • Ser hombre o mujer en etapa posmenopáusica.
  • Tener un familiar cercano que ha tenido una enfermad coronaria o un accidente cerebrovascular antes de los 55 años, en el caso del hombre, o 65 años en el caso de la mujer.

Causas de la insuficiencia cardíaca

La insuficiencia cardíaca suele ser el resultado de patologías de base que debilitan la musculatura cardíaca y factores de riesgo no controlados. El producto final es un corazón rígido o dilatado que pierde su capacidad de contraerse de forma adecuada y por ende de bombear suficiente sangre al torrente sanguíneo.

Las enfermedades que pueden afectar la función de bomba del corazón son las siguientes:

  • Cardiopatía isquémica: es la causa más frecuente de insuficiencia cardíaca, con una prevalencia de 50 a 65 %. La misma se produce por una alteración en el flujo sanguíneo de las arterias coronarias responsables de nutrir al corazón. Esta puede ser producto de una obstrucción parcial o total del flujo.
  • Hipertensión arterial: esta patología aumenta la fuerza que debe ejercer el corazón para bombear suficiente sangre a los tejidos, y con el tiempo el corazón puede volverse rígido o muy débil desencadenando la insuficiencia cardíaca.
  • Miocardiopatías: son un grupo variado de alteraciones propias de la musculatura cardíaca, resultado de enfermedades de base como la diabetes y la hipertensión arterial.
  • Valvulopatías: se producen cuando las válvulas cardíacas no funcionan de forma adecuada. Esto produce que el musculo cardíaco debe aumentar su función de bomba para compensar dicha alteración.
  • Arritmias: son afecciones propias de la conductividad eléctrica del corazón. Las mismas generan trastornos en el ritmo y la frecuencia de contracción normal del corazón.

Por otro lado existen situaciones que aumentan las demandas de oxígeno por parte de los tejidos en presencia de un corazón sano y que desencadenan la insuficiencia cardíaca. Dentro de ellas destacan la anemia, el hipertiroidismo y las infecciones generalizadas.

Diagnóstico

La valoración clínica e integral por parte del médico especialista es indispensable en el diagnóstico de la insuficiencia cardíaca. Para ello, se debe realizar una historia clínica completa en la que se detallen los síntomas de sospecha, los factores de riesgo asociados y los antecedentes cardiovasculares y sistémicos del paciente.

La exploración física le permite al médico poder identificar signos orientativos de insuficiencia cardíaca. Entre ellos destacan la hinchazón de las piernas y los pies, las alteraciones del pulso y de la frecuencia cardíaca, distensión de los vasos del cuello y soplos cardíacos anormales.

De igual forma, el especialista puede apoyarse de diferentes métodos paraclínicos que le permitirán confirmar el diagnóstico, dentro de los cuales podemos encontrar los siguientes:

  • Radiografía de tórax: con este estudio el médico puede reconocer patrones cardiopulmonares típicos que orientan hacia una insuficiencia cardíaca. Entre ellos el aumento de tamaño de la silueta del corazón y la presencia de líquido en la cavidad pleural.
  • Electrocardiograma: permite registrar y medir la actividad eléctrica del corazón. La presencia de un electrocardiograma anormal facilita la identificación de patologías cardiovasculares que podrían estar originando la insuficiencia cardíaca y su sintomatología.
  • Ecocardiografía: es una prueba bastante eficaz que ofrece imágenes en directo de toda la estructura cardíaca. Esto le permite al medico evaluar el funcionamiento del corazón, confirmar el diagnostico de daño cardíaco e incluso determinar la gravedad de dicho daño.
  • Análisis de sangre: en pacientes con insuficiencia cardíaca suelen estar aumentados los péptidos natriuréticos, por lo que su determinación favorece la confirmación de la patología y el descarte de otros eventos cardíacos similares.

Tratamiento de la insuficiencia cardíaca

El tratamiento esta patología está orientado a disminuir la sintomatología presentada, mejorando así el estado hemodinámico y la calidad de vida del paciente. En la actualidad, existen varias formas de tratamiento y las mismas serán indicadas por el especialista de acuerdo al tipo y grado de afección.

Cambios en el estilo de vida

El paciente con insuficiencia cardíaca deberá realizar grandes cambios en su estilo de vida. Para ello, deberá introducir hábitos y dietas saludables, controlando y descartando cualquier factor que pueda ser perjudicial y complicar la enfermedad. Dentro de las recomendaciones se incluyen las siguientes:

  • Disminución en el consumo de sal y azucares.
  • Control de peso.
  • Aumento de actividades físicas.
  • No consumir alcohol, drogas o cigarrillos.

Fármacos

La insuficiencia cardíaca requiere tratamiento.
La mayoría de pacientes con insuficiencia cardíaca suele requerir tratamiento farmacológico.

Los medicamentos buscan generar un efecto protector cardíaco, reduciendo la progresión de la enfermedad. De esta forma, habrá una gran mejora en la sintomatología y la calidad de vida del paciente. Algunos medicamentos que suelen ser indicados son los siguientes:

  • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA): bloquean la acción de la angiotensina II, una hormona vasoconstrictora, permitiendo la dilatación de los vasos sanguíneos y disminuyendo la sobrecarga en el corazón.
  • Betabloqueantes: disminuyen la presión arterial y la frecuencia cardíaca, mejorando la circulación de la sangre.
  • Diuréticos: eliminan el exceso de sodio y líquidos del organismo a través la orina, lo que reduce la sobrecarga en el corazón.
  • Digitálicos: aumentan la fuerza de contracción del corazón y reducen la acumulación de líquido en las cavidades. Estos suelen utilizarse en paciente con condiciones avanzadas.

Dispositivos

Son pequeños aparatos electrónicos que se conectan al corazón y transmiten impulsos eléctricos para regular la actividad cardíaca.

  • Marcapasos: se trata de un pequeño equipo metálico que se implanta bajo la piel y que está conectado al corazón, guiando el ritmo cardíaco.
  • Desfibrilador Automático Implantable (DAI): dispositivo que identifica alteraciones del ritmo cardíaco y envía pequeñas descargas eléctricas al corazón para que continúe funcionando.
  • Resincronización cardíaca: se utiliza un equipo que genera estímulos eléctricos que se transmiten al corazón y regulan los latidos cardíacos.
  • Modulación de la contractilidad cardíaca: esto se logra gracias a un equipo eléctrico que envía estímulos eléctricos al musculo cardíaco para mejorar su capacidad de contracción.

Cirugías

Procedimientos quirúrgicos cuyo objetivo es corregir las anormalidades estructurales y funcionales del corazón. De esta forma, se busca reducir la mortalidad en los pacientes con insuficiencia cardíaca.

  • Revascularización miocárdica: es considerado el procedimiento por excelencia para los pacientes con enfermedad coronaria. Este método elimina cualquier bloqueo en el flujo sanguíneo coronario y mejora la perfusión del músculo cardíaco.
  • Recambio valvular: es utilizado en paciente con valvulopatías que afecten la función de bomba del corazón. La misma debe realizarse antes de la dilatación y lesión del musculo cardíaco sea irreversible.
  • Trasplante cardíaco: es el tratamiento más utilizado en paciente menores de 60 años con insuficiencia cardíaca grave que no responde a tratamiento, siempre y cuando el paciente no tenga otras patologías de base que pongan en riesgo su vida.

La prevención es la clave

En la actualidad la mayoría de las personas infravaloran la sintomatología asociada a la insuficiencia cardíaca, considerándolo como algo pasajero o temporal. Sin embargo, la progresión de esta enfermedad puede llegar a ofrecer un peor pronóstico que el de muchos cánceres.

Es fundamental la detección y el abordaje temprano de esta patología. De esta forma, el médico podrá prevenir cualquier complicación que pueda estar asociada, ofrecer la terapéutica correcta, brindar seguimiento y así mejorar en gran medida la calidad de vida del paciente.



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