¿Cómo funciona el sistema circulatorio?

Conocer el funcionamiento del sistema circulatorio o cardiovascular es importante para entender cómo cuidarlo mejor. Aquí te lo explicamos en detalle.
¿Cómo funciona el sistema circulatorio?
Diego Pereira

Escrito y verificado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 22 junio, 2021

El sistema circulatorio está formado por los vasos sanguíneos arteriales y venosos, aunque en algunos casos se incluyen también los vasos linfáticos en su definición. Por su relación anatómica y funcional puede incorporarse también al corazón, aunque lo más correcto sería hablar de sistema cardiovascular.

Su función principal es distribuir la sangre por todo el organismo, tanto la que es rica en oxígeno y nutrientes como la que no. Todos los tejidos requieren suministro constante de estas sustancias, ya que de lo contrario su muerte está asegurada.

¿Te interesa saber un poco más sobre cómo funciona este sistema? Basándonos en información de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, te hablaremos sobre algunos aspectos anatómicos, fisiológicos y clínicos para comprenderlo. ¡Sigue leyendo!

Generalidades sobre la anatomía del sistema circulatorio

El sistema cardiovascular empieza y termina en el corazón. Este órgano se encuentra ubicado en la parte media e izquierda del tórax y está formado por cuatro cavidades: dos superiores y dos inferiores. Las superiores se conocen como aurículas o atrios y las inferiores son los ventrículos.

No existe comunicación directa entre el lado derecho y el izquierdo del corazón, pero sí la hay entre las aurículas y los ventrículos del mismo lado. Para controlar el flujo de sangre existen válvulas: la del lado derecho se denomina tricúspide, mientras que la del lado izquierdo es la bicúspide o mitral.

Todos aquellos vasos sanguíneos que salgan del corazón pertenecen al sistema arterial. Por el contrario, aquellos que lleven sangre hacia el corazón son del sistema venoso. Las arterias llevan sangre con oxígeno y lo contrario ocurre con las venas. Las excepciones son las arterias y venas pulmonares.

En condiciones normales, el lado izquierdo del corazón maneja sangre oxigenada. Por lo tanto, tuvo que haber pasado antes por el sistema pulmonar para llenarse de oxígeno proveniente del exterior. Por el contrario, el lado derecho maneja sangre carente de oxígeno o desoxigenada.

El corazón izquierdo bombea sangre al resto del organismo para que los tejidos puedan utilizar el oxígeno. El corazón derecho lleva la sangre hacia los pulmones para que se llene de oxígeno y, desde ahí, hacia el corazón izquierdo, donde se eyectará hacia el resto del organismo para seguir el ciclo.

El sistema circulatorio incluye al corazón.
Gracias a la actividad mecánica del corazón, la sangre puede entrar y regresar a través de los vasos sanguíneos.

Generalidades sobre fisiología cardiovascular

La mayor parte de los tejidos del ser humano requieren oxígeno para producir energía. Por ejemplo, la degradación de las moléculas de glucosa -el principal combustible- requiere un proceso llamado glucólisis aeróbica, en el que deben existir condiciones particulares dentro de las células.

Por eso, cuando se interrumpe el flujo sanguíneo a cualquier órgano, la muerte celular no tarda en aparecer. Es algo común en los accidentes cerebrovasculares provocados por trombosis, por ejemplo.

Sin embargo, estas reacciones bioquímicas producen compuestos de desecho, como el dióxido de carbono. Este debe ser expulsado rápidamente del organismo. La manera más rápida y adecuada es mediante el sistema respiratorio.

Cuando la sangre llega a través del sistema circulatorio arterial hacia un determinado tejido (por ejemplo, el músculo), se absorben los nutrientes y el oxígeno para producir energía. De forma casi inmediata se liberan sustancias de desecho para que sean captadas por el sistema venoso y de ahí viajen al corazón y los pulmones.

Si bien puede parecer complicado, el sistema circulatorio no es más que un sistema cerrado en el que diversas sustancias se intercambian constantemente. Muchos de estos procesos se realizan en milésimas de segundos, lo que resalta la importancia y complejidad del organismo humano.

Condiciones que pueden afectar al sistema circulatorio

El sistema circulatorio (considerando solo los vasos sanguíneos) y el cardiovascular (incluyendo el corazón) puede verse afectado por numerosas enfermedades. Algunas de las más importantes son las siguientes:

  • Vasculitis: como su nombre lo indica, es una inflamación de los vasos sanguíneos. Existen numerosos subtipos. Dicho proceso compromete el adecuado suministro de oxígeno y nutrientes a varios tejidos.
  • Aterosclerosis: la predisposición genética, el consumo de ácidos grasos trans, la obesidad, el sedentarismo y el hábito tabáquico acentuado, entre otros factores, favorecen la aparición de placas de colesterol (placas de ateroma) en las paredes de los vasos sanguíneos.
  • Hipertensión arterial: esta condición también puede ser originada por una gran variedad de factores y se considera una patología silente, debido a los escasos síntomas que ocasiona.
Problemas de corazón.
Las enfermedades cardiovasculares pueden afectar el corazón o los vasos sanguíneos. De una u otra manera, la relación entre ambas partes es intrínseca.

El sistema circulatorio es vital para el ser humano

El funcionamiento del organismo tal y como lo conocemos hoy en día no puede ser concebido sin la presencia del sistema circulatorio. Por ello, es importante analizar de forma general en qué consiste y cómo mantenerlo sano con buenos hábitos de vida.

El médico especialista para atender las enfermedades médicas en esta área es el cardiólogo. Podrías consultarle cualquier duda en caso de ser necesario.




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