Las 10 enfermedades más letales

Las enfermedades más letales dependen del estado socioeconómico de la región en las que se presenten. ¿Sabías que la diarrea mata a 525 000 niños cada año? Te lo contamos.
Las 10 enfermedades más letales
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 28 septiembre, 2021

En el año 2020, murieron 59,23 millones de personas en la Tierra. Esta cifra parece astronómica y alarmante, pero debemos tener en cuenta que somos más de 7670 miles de millones de seres humanos en todo el planeta. Por ejemplo, en Estados Unidos se producen 869,7 muertes por cada 100 000 habitantes al año, es decir, menos del 1 % de la población total fallece anualmente en este país.

Aunque la esperanza de vida en la Unión Europea se sitúe en 85,10 años para las mujeres y 82,40 para los hombres, existen ciertas patologías fulminantes que pueden acabar con la vida de los seres humanos de forma rápida o lenta, pero inexorable. Por suerte, la mayoría de las enfermedades más letales se asocian a la vejez y senescencia biológica.

Además, por extraño que suene, muchas de las patologías graves no son transmisibles y no se pueden achacar a bacterias, virus y otros microorganismos. Sigue leyendo, pues en este espacio te mostramos cuáles son las enfermedades más letales del mundo.

¿Cuáles son las 10 enfermedades más letales del mundo?

Tal y como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 solo 10 enfermedades provocaron el 55 % de las más de 55 millones de defunciones que se produjeron. Diversas patologías provocan la muerte, pero cabe destacar que, dependiendo de la situación socioeconómica del país en el que nos fijemos, las causas de senescencia pueden ser muy dispares.

Por ejemplo, en los países de alto ingreso el desencadenante principal de muerte es la cardiopatía isquémica. De todas formas, si consultamos regiones poco favorecidas con un índice de calidad de vida bajo, la primera causa de defunción son los fallos neonatales.

Esta comparativa se entiende mejor al conocer el siguiente dato: en diversas regiones europeas hay 32 médicos de media por cada 10 000 habitantes, mientras que en África la cifra es de 2 profesionales para el mismo número de personas. Sin duda, la desigualdad genera que una enfermedad inocua en regiones de alto ingreso sea mortal en lugares con sistemas sociosanitarios débiles.

Con esta idea en mente, vemos de interés explorar las enfermedades más letales contextualizadas, es decir, teniendo en cuenta también las zonas desfavorecidas. Ahora sí, conoce con nosotros las 10 patologías que encabezan el número de defunciones a nivel global.

Las enfermedades más letales no son las que más potencial patológico tienen, sino las que más matan de forma objetiva en el mundo cada año.

1. Cardiopatía isquémica: la número 1 de las enfermedades más letales

Entre las enfermedades más letales está la cardiopatía isquémica
Las enfermedades cardiovasculares se posicionan como algunas de las más letales a nivel global. Ciertos hábitos de vida se relacionan con una mayor mortalidad.

Si hablamos de letalidad en los países de alto ingreso, sin duda la cardiopatía isquémica o enfermedad coronaria se lleva el dudoso premio de ser la que más vidas arrebata cada año. Tal y como indica la Revista Española de Cardiologíaeste tipo de enfermedad cardiovascular provoca unas 4 millones de muertes en toda Europa cada año.

Esta cifra supone el 47 % de las muertes en toda la región, además de ocasionar pérdidas de más de 196 millones de euros anuales. Existen varios tipos de cardiopatías, entre los que se encuentran los siguientes:

  • Angina de pecho: se presenta en forma de un dolor opresivo localizado en el área retroesternal. La angina de pecho es ocasionada por un insuficiente aporte de sangre (oxígeno) a las células del miocardio, sin llegar a provocar necrosis celular. A su vez, esta condición puede pasar por 6 estadios diferentes. La variante estable empeora cuando se hacen esfuerzos físicos.
  • Angina microvascular: este cuadro también se presenta en forma de dolor opresivo, pero el análisis bioquímico del corazón y la coronariografía son normales. No se conocen sus causas, aunque se han propuesto varias hipótesis.
  • Infarto agudo de miocardio: este término, más conocido como infarto del corazón, hace referencia a una falta de riego sanguíneo a alguna zona de este órgano. Se produce por una obstrucción de las arterias coronarias y la tasa de mortalidad tras el diagnóstico supera el 15 %.

2. Accidente cerebrovascular

El accidente cerebrovascular (ACV), también conocido simplemente como derrame, es una de las enfermedades más letales del mundo. Tal y como indica la World Stroke Organization, 1 de cada 4 personas mayores de 25 años sufrirán en algún momento de su vida un derrame. Esto se traduce en 13 millones de casos nuevos cada año.

La tasa de supervivencia 5 años después de este evento oscila entre el 31 y el 24 % de los pacientes, dependiendo de su variante. El accidente cerebrovascular se puede dividir en las siguientes entidades clínicas:

  • Accidente cerebrovascular isquémico: en este cuadro, un vaso sanguíneo que irriga al cerebro se bloquea por un coágulo o émbolo y se detiene el flujo de sangre. Un 80 % de los ACVs son de tipo isquémico.
  • Accidente cerebrovascular hemorrágico: en este caso, un vaso sanguíneo se debilita y se rompe, liberando la sangre en el cerebro. Una contusión muy fuerte, la ruptura de un aneurisma o la angiopatía cerebral amiloide pueden desencadenarlo.

La prevalencia general de este grupo de condiciones se sitúa en un 3,5 % de las personas mayores de 65 años. De todos los supervivientes, más del 30 % requieren rehabilitación y el 27 % presentan algún tipo de disfuncionalidad en el día a día. Sin duda, esta es una de las enfermedades que más discapacidad generan en la población envejecida.

3. Condiciones neonatales

Por desgracia, es necesario tocar un tema que suele obviarse en las regiones de alto ingreso: las muertes en niños pequeños. Tal y como indica el portal Statista, 311 de cada 1000 infantes menores de 5 años morían en África de forma anual en 1955. A día de hoy, esta cifra es mucho más baja (71 por cada 1000), pero sigue siendo preocupante.

Algunas de las causas más comunes de la muerte neonatal son las siguientes: infecciones respiratorias agudas, complicaciones antes del parto, complicaciones durante el parto, anomalías congénitas y diarrea. A pesar de que la situación sea mejor que antes, no hay que olvidar que cada 11 segundos muere una mujer embarazada o un recién nacido en el mundo.

La muerte neonatal está completamente ligada a la condición socioeconómica de la región que se analice.

4. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

La EPOC, sinónimo de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, es una patología respiratoria de naturaleza crónica en la que los bronquios se obstruyen y el tejido de las paredes alveolares se destruye (enfisema). Esta patología ocurre por inhalar durante mucho tiempo tabaco y ciertos compuestos químicos, como combustibles, carbón, leña y otros contaminantes industriales.

En cuanto a su mortalidad global, en 1990 se situaba en la sexta posición en lo que a letalidad se refiere, con 2,2 millones de muertes anuales. Durante el año 2000 escaló a la posición número 4 y en el 2020 a la 3, tal y como indica la revista Archivos de BronconeumologíaEn pacientes mayores de 65 años, la probabilidad de muerte 7 años después del diagnóstico puede llegar a un 48 %.

La principal causa de muerte por la EPOC es la propia progresión de la enfermedad. La falta de aire y la tos crónica pueden dificultar mucho la supervivencia de las personas ya ancianas que la presentan, pero además, esta patología también se asocia con un alto riesgo de sufrir cáncer de pulmón. En este punto, la realidad se cuenta por sí sola: fumar mata.

5. Infecciones del tracto respiratorio inferior

El síntoma principal de las infecciones del tracto respiratorio inferior es la tos. Los seres humanos tosemos para expectorar cuerpos foráneos presentes en el árbol bronquial, y este acto suele ser signo de infección, falta de aire, neoplasias y muchas cosas más.

La tos aguda —menos de 3 semanas de duración— suele indicar una patología vírica o infecciosa que se resuelve fácilmente, pero en su variante crónica es mucho más preocupante. Este tipo de infecciones son más comunes en mujeres que en hombres y se detectan unos 44 casos por cada 1000 habitantes al año, con picos claros en invierno por patrones de estacionalidad.

Aunque las infecciones del tracto respiratorio inferior sean casi anecdóticas en los países de alto ingreso, es necesario recordar que no todas las regiones presentan los mismos sistemas sanitarios. Si el agente causal es bacteriano y no hay antibióticos disponibles, el paciente puede desarrollar una neumonía bacteriana grave que derive en sepsis y muerte.

6. Enfermedades diarreicas, unas de las más letales

Seguro que no esperabas una patología como esta entre las enfermedades más letales del mundo. La triste realidad es que este tipo de condiciones son la segunda causa de mortalidad infantil en todo el mundo, tal y como indica la OMS. Además, se trata de cuadros clínicos prevenibles y tratables que, cada año, le arrebatan la vida a más de 525 000 menores de 5 años de edad.

A nivel mundial, se producen unos 1700 millones de casos de enfermedades diarreicas infantiles de forma anual. En el pasado, la deshidratación y la pérdida de líquidos eran los desencadenantes de casi todas las muertes en estos casos, pero ahora se cree que la septicemia y diseminación de una infección entérica son los principales culpables.

En la mayoría de las regiones de bajo ingreso, los cuadros diarreicos encuentran su respuesta en agentes víricos, bacterianos, helmínticos y protozoarios, como es el caso de Entamoeba histolytica. Este último protozoo provoca 50 millones de infecciones nuevas cada año y 70 000 muertes por sí solo.

En Europa, menos de un 5 % de la población es portadora de E. histolytica, pero la historia es muy diferente en otras regiones menos favorecidas.

7. Tuberculosis

La tuberculosis (TB) es una infección bacteriana provocada por el agente Mycobacterium tuberculosis. Este patógeno se transmite por vía aérea, viajando en las gotículas emitidas por una persona infectada al toser. Tal y como indican estudios, el ritmo reproductivo del microorganismo causal es de hasta 4,3 en países como China. Dicho de otro modo, una persona infectada contagia a 4 antes de curarse.

En los primeros estadios de la infección, el paciente muestra signos genéricos, como fiebre, cansancio, falta de apetito y pérdida de peso. Un 25 % de los casos activos presentarán una infección que se traslada a los pulmones, dando comienzo al cuadro grave. En este punto de la enfermedad, es normal la tos incesante con moco o sangre y la sudoración nocturna.

Se estima que, sin tratamiento, alrededor del 50-60 % de los pacientes con tuberculosis fallecen en los 5 años siguientes al diagnóstico.

8. Cirrosis hepática

Entre las enfermedades más letales está la cirrosis hepática
Los signos y síntomas de la cirrosis hepática son muy variados, destacando la coloración amarillenta de piel y mucosas (ictericia).

De nuevo, otras de las enfermedades más letales que seguramente no esperabas compitiendo con la cardiopatía isquémica o el accidente cerebrovascular. El término cirrosis hepática hace referencia a la cicatrización del hígado que da como resultado una función hepática anormal. La condición surge como consecuencia de una lesión crónica y continuada en este órgano.

La cirrosis es una de las principales causas de muerte en los países de alto ingreso, pues sin ir más lejos, en Estados Unidos se registran 5,5 millones de pacientes cada año —el 2 % de la población—. En esta misma región, se producen 27 000 muertes anuales por este fallo orgánico, lo que la convierte en la séptima causa de defunción.

Las etapas más avanzadas de la cirrosis son fáciles de reconocer, ya que el paciente muestra ictericia o coloración amarilla de los tejidos. Como el hígado no puede filtrar y formar correctamente la bilis, la bilirrubina se almacena en el cuerpo y genera este tono de piel tan alarmante. Se estima que cada año mueren 800 000 personas por cirrosis.

9. Diabetes

La diabetes mellitus es tan común en la sociedad general que no podía quedar olvidada en este listado. Según la OMS, el número de diabéticos ha aumentado en las últimas décadas de forma drástica, pasando de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. Esta condición es una causa directa de muchos casos de ceguera, infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y más.

Vamos más allá, pues la misma fuente argumenta que la diabetes provocó en 2019 1,5 millones de defunciones. Curiosamente, la diabetes tipo 2 puede ser evitada con el ejercicio adecuado, una dieta saludable, un estilo de vida activo y revisiones médicas rutinarias. En gran parte de los casos, esta enfermedad es prevenible y de solución sencilla.

En la diabetes, la hormona insulina no funciona bien o no se produce en suficientes cantidades y la glucosa se acumula en sangre.

10. Enfermedades derivadas de accidentes de tráfico

Los accidentes de tráfico no son una patología per se, pero sí que pueden dar lugar a condiciones letales, como contusiones en la cabeza, sangrados internos, shock hipovolémico, parálisis completa o parcial y muchas más. Cada año, 1,35 millones de personas mueren por accidentes automovilísticos, o lo que es lo mismo, 3700 vidas se pierden cada día en la carretera.

Además, este tipo de eventos también varían en lo que a frecuencia y gravedad se refiere según la región analizada. Tal y como indica la CDC, los accidentes de tráfico son 3 veces más comunes en las regiones de bajo ingreso en comparación con los países enriquecidos.

La tasa de mortalidad por accidentes en vehículos incrementa cuanto más empobrecida sea la región.

El grupo de enfermedades más letales

La letalidad de una patología no hace referencia solo a su capacidad para matar, sino a lo común que es que se presente. Si 100 de cada 100 000 personas se ven afectadas por una enfermedad, es de esperar que esta provoque más complicaciones a nivel social que una extremadamente mortal que solo afecte a 1 por cada millón de habitantes.

Por ello, en esta lista han aparecido viejos conocidos que no se suelen asociar a la muerte: infecciones, diabetes y diarrea, por ejemplo. También es necesario mantener la perspectiva: lo que en un país de alto ingreso es un día en cama y un tratamiento con antibióticos, en una región empobrecida puede suponer la muerte.




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