Los efectos de fumar en la piel
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A pesar de las complicaciones en la salud relacionadas, el hábito de fumar sigue teniendo una gran prevalencia en la sociedad. Se habla muy poco de los efectos de fumar en la piel, en parte porque se ha puesto el foco en otro tipo de problemas asociados. Repasamos qué saben los científicos sobre ello y cuáles son las complicaciones en la piel más frecuentes entre los fumadores.
7 efectos del fumar en la piel
De manera general, los fumadores que tienen consolidado el hábito manifiestan características superficiales distintivas. Uñas descoloridas, pigmentación en la zona oral, piel de color pálida y cabello reseco son alguna de ellas. Analizamos 7 efectos de fumar en la piel que suelen pasar desapercibidos entre la población.
1. Envejecimiento prematuro de la piel
Quizá uno de los efectos de fumar en la piel más notorios es el envejecimiento prematuro de la piel. De hecho, con el nombre de cara de fumador (smoker’s face) se conoce a los rasgos típicos en el rostro debido a la ingesta de tabaco a largo plazo. Por ejemplo, arrugas prominentes, contornos óseos muy delimitados y tez de color gris.
El envejecimiento prematuro de la piel por fumar es proporcional al número de cigarrillos fumados por día y a la cantidad total de cajetillas por año. De acuerdo con los investigadores, quienes igualan o superan las 40 cajetillas al año desarrollan este efecto secundario hasta 4 veces más en relación con los no fumadores.
2. Desperfectos en la pigmentación
Tal y como indican los especialistas, fumar es un factor de riesgo para la pigmentación de la piel. Aunque no se comprende bien el proceso, se sabe que estimula las células productoras de melanina; especialmente en el rostro. Como consecuencia, se manifiestan manchas de color más oscuro y la piel se torna más gruesa.
Además de esto, sostener los cigarrillos entre los dedos de las manos puede incentivar a que estos adquieran un tono de color amarillo. Esta es una consecuencia de las toxinas que lo componen.
Se ha asociado a las manchas en los dedos por tabaco con mayores complicaciones en la salud. En parte, se debe a que son una consecuencia de una ingesta regular y excesiva; la cual se relaciona con mayores efectos adversos.
3. Mayor riesgo de desarrollar hidradenitis supurativa
Se ha señalado al hábito de fumar como el principal factor de riesgo para el desarrollo de hidradenitis supurativa. Además, la ingesta de tabaco se asocia con un peor curso de la condición y peores síntomas.
La hidradenitis supurativa es una enfermedad crónica de la piel que afecta los folículos pilosos. Se caracteriza por nódulos y abscesos profundos, los cuales son muy dolorosos y dejan cicatrización.
Por otro lado, la evidencia sugiere que fumar es un factor de riesgo para el desarrollo de acné. De hecho, a veces se usa el término acné de fumador para referenciar a los episodios desencadenados por el hábito. Fumar puede empeorar el acné preexistente por otras causas.
4. Alteración en el proceso de cicatrización de las heridas
¿Te has preguntado por qué los médicos recomiendan dejar de fumar antes de una intervención quirúrgica? Entre otras cosas, por el riesgo de coágulos sanguíneos, problemas cardíacos y pulmonares y por los inconvenientes en la cicatrización de las heridas.
Fumar afecta el flujo sanguíneo cutáneo, que ocasiona trastornos en la microcirculación y la oxigenación de los tejidos.
De igual modo, también pueden afectar la producción de fibroblastos; un tipo de célula con un papel protagónico en la cicatrización. Dado que las heridas tardan más en sanar, las personas se exponen a un mayor riesgo de infecciones y, en el caso específico de una intervención quirúrgica, de dehiscencia de la herida y necrosis.
En razón de las complicaciones asociadas, muchos cirujanos dudan en operar a pacientes que se muestran reacios a dejar de fumar.
5. Mayor riesgo de desarrollar psoriasis
La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que se caracteriza por la presencia de manchas rojas y escamosas. Los expertos consideran al hábito de fumar un factor de riesgo independiente para la enfermedad tanto en mujeres como en hombres. Mantener el hábito luego del diagnóstico puede empeorar los síntomas y las complicaciones asociadas.
6. Dermatitis alérgica de contacto
Aunque no es algo en lo que se repare con frecuencia, en el filtro, el papel y en el propio tabaco de los cigarrillos se encuentran diferentes alérgenos. Los más comunes son el regaliz , el mentol, el cacao, el formaldehído y la colofonia.
Como consecuencia, y siguiendo a la evidencia, fumar puede aumentar los niveles séricos de IgE total. La dermatitis alérgica de contacto y otros tipos de dermatitis pueden surgir como consecuencia.
7. Mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer
Por último, otro de los efectos de fumar en la piel que no podemos dejar de señalar es el mayor riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer. Afirmar que fumar ocasiona cáncer de piel es controvertido, pero se ha encontrado una relación que cuanto menos debe levantar sospechas.
Entre otros, se ha sugerido que es un factor de riesgo para el carcinoma de células escamosas y algunos estudios e investigaciones lo han relacionado con el carcinoma de células basales y cánceres de piel anogenitales, respectivamente.
Aunque todos los estudios citados hacen referencia a los efectos de fumar en la piel en los fumadores activos, muchos de estos también pueden aparecer en los fumadores pasivos. Todas estas complicaciones se deben tener en cuenta y deben acoplarse a otras ya conocidas para comprender los riesgos de mantener el hábito.
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