La dermatitis

La dermatitis es una alteración de la piel que suele aparecer en bebés o niños pequeños y que puede prolongarse hasta la edad adulta. Obtén más información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos de esta erupción que provoca tanta comezón.
La dermatitis

Escrito por Gilberto Sánchez

Última actualización: 16 diciembre, 2020

La dermatitis es una reacción alérgica de la piel que genera síntomas como:

  • Enrojecimiento de la piel.
  • Comezón o prurito.
  • Descamación.
  • Formación de ampollas llenas de líquido transparente, que pueden aparecer en algunas áreas del cuerpo.

Esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad. En el caso de los bebes, puede desarrollarse por alergia o contacto del pañal con la piel, por irritación a causa del sudor o por contacto con cualquier sustancia extraña. En otros casos, puede ser causada por:

  • Efecto secundario de algún medicamento.
  • Mala circulación sanguínea.
  • Piel muy seca.

Esta patología no siempre tiene cura; su tratamiento depende de la causa. Normalmente, el tratamiento se lleva a cabo con medicamentos o cremas prescritas por el dermatólogo.

Factores de riesgo

Existen muchos factores de riesgo para desarrollar dermatitis e, incluso, dependiendo de estos, podemos desarrollar un tipo específico de enfermedad:

  • Edad: puede producirse a cualquier edad, pero la dermatitis atópica o eccema es más común durante la lactancia.
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  • Alergias y asma: las personas con antecedentes de eccema, alergias, rinitis alérgica estacional o asma son más propensas a padecer dermatitis atópica.
  • Ocupación: los empleos en los que existe contacto con metales, solventes o insumos de limpieza aumentan el riesgo de dermatitis por contacto. Trabajar en el ámbito sanitario también se asocia con el eccema.
  • Enfermedades: existe riesgo de dermatitis seborreica en presencia de algunas enfermedades, como insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedad de Parkinson o VIH.

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Clasificación de la dermatitis

Los principales tipos de dermatitis son identificados según sus manifestaciones clínicas. Estas pueden dividirse de la siguiente manera:

1. Dermatitis atópica

La dermatitis atópica es un tipo de dermatitis crónica. Se caracteriza por lesiones rojas grisáceas que causan picazón y, algunas veces, descamación, sobre todo en los pliegues de la piel.

Esta se puede controlar con medicamentos antihistamínicos, como loratadina o cetirizina, y cremas hidratantes o con esteroides, como betametasona. Los medicamentos siempre deben ser utilizados bajo vigilancia médica.

2. Dermatitis seborreica

La dermatitis seborreica es un tipo de inflamación que provoca enrojecimiento o descamación de la piel, especialmente en el cuero cabelludo. También es conocida como seborrea o caspa. Es tratada con:

  • Champú anticaspa.
  • Pomadas que ayudan a regenerar e hidratar la piel.
  • Pomadas con corticoides.
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3. Dermatitis herpetiforme

La dermatitis herpetiforme es causada por la intolerancia al gluten. Se caracteriza por pequeñas ampollas que provocan sensación de ardor intenso y picazón. El tratamiento debe hacerse con una dieta sin gluten e ingestión de medicamentos como Dapsona.

4. Dermatitis ocre

La dermatitis ocre se caracteriza por la coloración oscura o marrón en las piernas y los tobillos, generalmente asociado a la presencia de varices. El tratamiento suele ser no farmacológico. Se utilizan medidas antitrombóticas como:

  • Reposo.
  • Utilización de medias elásticas.
  • Elevación de las piernas.

5. Dermatitis de contacto

Se caracteriza por la aparición de ampollas, prurito y enrojecimiento en zonas de la piel que estuvieron en contacto directo con una sustancia irritante. Parte del tratamiento es evitar el contacto entre la piel y la sustancia alergénica.

6. Dermatitis exfoliativa

Es una de las formas más graves de dermatitis. Se caracteriza por la aparición de grandes zonas de descamación y enrojecimiento en el pecho, brazos, pies o piernas. Generalmente, es necesario que el individuo sea hospitalizado para aplicarle corticoides, como betametasona o dexametasona, directamente por vía intravenosa.

Otros tipos

Además de los tipos descritos anteriormente, existen todavía otros tipos comunes de dermatitis, que son:

  • Por el uso de pañales: también puede ser conocida como pañalitis. Se caracteriza por la irritación de la piel del bebé cubierta por el pañal, debido al contacto de la misma con el plástico del pañal.
  • Perioral: se caracteriza por la aparición de manchas irregulares rosadas o enrojecidas en la piel o alrededor de la boca. Es más común en mujeres entre los 20 y los 45 años.
  • Numular: consiste en la aparición de manchas redondeadas que arden y pican. Posteriormente, evolucionan a ampollas y después a costras. Esto se debe a que la piel se reseca. En ocasiones, también se debe a infecciones bacterianas, que pueden ser tratadas con antibióticos, cremas e inyecciones de corticoides.

Siempre se recomienda consultar al dermatólogo para que haga el diagnóstico correcto del problema e indique el tratamiento adecuado.

Cuándo consultar con el médico

Consulta con el médico, especialmente, en los siguientes casos:

  • Te sientes tan incómodo que las horas de sueño y las actividades diarias se ven afectadas.
  • Te duele la piel.
  • Sospechas que la piel está infectada.
  • Has adoptado medidas de cuidado personal y no obtuviste ningún resultado.

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Prevención

  • Toma un baño o una ducha cortos. Procura que la ducha o el baño duren entre 5 y 10 minutos y usa agua tibia en vez de caliente. El aceite de baño también puede ser útil.
  • Utiliza productos de limpieza que no contengan jabón o que contengan jabones suaves. Elige productos de limpieza que no contengan jabón ni fragancia. Algunos jabones pueden secar tu piel.
  • Sécate con cuidado. Después del baño, seca la piel rápidamente rozándola con las palmas de las manos o utiliza una toalla suave y sécate dando palmaditas suaves.
  • Humecta la piel. Mientras la piel sigue húmeda, huméctala con aceite o crema. Prueba distintos productos hasta que encuentres el mejor para ti. Idealmente, el mejor producto será uno seguro, eficaz, accesible y sin perfume.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.