Depresión posparto: ¿qué es y por qué aparece?

A veces los síntomas de la depresión posparto pueden confundirse con los síntomas de depresión mayor, o con síntomas depresivos puntuales del posparto.
Depresión posparto: ¿qué es y por qué aparece?
Paula Villasante

Escrito y verificado por la psicóloga Paula Villasante.

Última actualización: 14 marzo, 2021

La depresión posparto (PPD) es un problema de salud mental que resulta ser tan común como grave. Se asocia con el sufrimiento materno y una serie de consecuencias negativas para los bebés.

El tratamiento para la depresión posparto depende de la gravedad de los síntomas. Los casos leves pueden abordarse con estrategias psicosociales, mientras que para la depresión moderada se recomienda la terapia psicológica.

En casos graves está indicada la farmacoterapia, por lo general un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS) como tratamiento de primera linea. En cualquier caso ¿en qué consiste la depresión posparto? Y, sobretodo ¿por qué aparece?

La depresión posparto: ¿qué es?

Se trata de un trastorno mental incapacitante pero tratable. Representa además una de las complicaciones más comunes de la maternidad. Tanto es así que se incluye en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (DSM-5).

Aquí se define como un episodio de depresión mayor “con inicio en el periparto si el comienzo de los síntomas del estado de ánimo se da durante el embarazo o dentro de las 4 semanas posteriores al parto”.

Sin embargo, la depresión cuyo inicio se da 4 semanas después del parto o que no cumple con los criterios para un episodio depresivo mayor aún puede causar muchos problemas y requerir tratamiento.

La depresión posparto requiere atención profesional.
Las consultas psicológicas y psiquiátricas son necesarias para diagnosticar esta enfermedad.

Síntomas de la depresión posparto

Estos a menudo incluyen trastornos del sueño (como el insomnio), ansiedad, irritabilidad y una sensación de estar abrumada, así como una preocupación obsesiva por la salud y la alimentación del bebé.

También pueden presentarse ideas suicidas y preocupaciones diversas por causar daño al bebé. Por lo demás, los síntomas de la depresión posparto suelen coincidir con los síntomas de un episodio de depresión mayor. Estos pueden ser los siguientes:

  • Pérdida de peso significativa.
  • Agitación o retraso psicomotor.
  • Fatiga.
  • Sentimientos de inutilidad o culpa excesiva o inapropiada.
  • Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse o indecisión.

Los síntomas causan angustia significativa o deterioro social, ocupacional o en otras áreas funcionales importantes. Estos no se deben a efectos fisiológicos directos de una sustancia u otra condición médica, y no se explican mejor por un trastorno esquizoafectivo u otros trastornos psicóticos.

Diagnóstico de la depresión posparto

A día de hoy, todavía existe cierta controversia acerca de cuál es el mejor método para detectar la depresión posparto.

Por su parte, tanto el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos como la Academia Estadounidense de Pediatría recomiendan la administración de la Escala de Depresión Postnatal de Edimburgo (EPDS) de 10 ítems como método para identificar una posible depresión posparto.

La evaluación de mujeres con posible depresión posparto requiere una cuidadosa historia clínica para determinar su diagnóstico, identificar trastornos psiquiátricos coexistentes y manejar los problemas médicos y psicosociales que contribuyen al diagnóstico de esta enfermedad.

La mayor parte de las pacientes alcanzan el punto máximo de síntomas entre 2 y 5 días después del parto. Por lo general, estos síntomas comienzan a desaparecer en 2 semanas.

Así, puede resultar difícil distinguir entre estos síntomas leves y la depresión posparto como tal, pero la evaluación del estado de ánimo y la gravedad de los síntomas en múltiples momentos puede facilitar esta distinción.

La depresión posparto: ¿por qué aparece?

La depresión posparto no aparece de la nada. Existen ciertos factores de riesgo que hacen que una mujer sea más propensa a padecer la enfermedad, como los siguientes:

  • Antecedentes personales o familiares de depresión.
  • Ansiedad durante el embarazo.
  • Alto neuroticismo.
  • Baja autoestima.
  • Mala relación conyugal.
  • Escaso apoyo social.
  • Nivel socioeconómico bajo.
  • Ser soltero.
  • Embarazo no deseado.
  • Un temperamento infantil difícil.

En resumen estos factores de riesgo reflejan la posición social de la mujer y su acceso a recursos “amortiguadores” con respecto a la maternidad. Estos en parte reflejan factores de estrés ambiental y apoyo social y por otro lado también reflejan síntomas recientes y continuos de depresión y ansiedad, así como trastornos de la personalidad.

Consecuencias de la depresión posparto

Al igual que la depresión mayor que puede darse en otros momentos de la vida de una mujer, la depresión posparto crea un sufrimiento personal que diminuye la capacidad de la mujer para funcionar con eficacia en muchas esferas de su vida.

Lo más clave de este tipo de depresión, y lo que la diferencia de la depresión mayor, es que las mujeres que sufren depresión posparto tienen una mayor responsabilidad a la hora de cuidar del niño en cuestión, y la depresión continua puede interferir con la crianza de los hijos.

Discapacidad maternal

La depresión posparto puede persistir durante un largo período de tiempo y es probable que se asocie con episodios depresivos recurrentes.

También se asocia con un aumento de los niveles de emociones negativas y una disminución de las emociones positivas. Estas características sugieren que la exposición de los bebés al afecto negativo materno será significativa y a largo plazo.

Crianza de los hijos

La depresión posparto puede afectar a numerosos aspectos del cuidado materno. El impacto negativo de los síntomas depresivos es evidente en una de las primeras interacciones con el bebé: el amamantamiento. Esto puede ser un problema dada la importancia que se le da a la lactancia materna en el desarrollo del bebé.

Por otro lado, las mujeres con síntomas depresivos tienen menos probabilidades de asistir a las visitas de rutina de vacunas, usar dispositivos de seguridad en el hogar o colocar a los bebés en una posición recomendada para dormir.

Además, la depresión posparto también está asociada en sí con prácticas problemáticas al poner a los bebés a dormir, así como usar de forma incorrecta los asientos del automóvil, por ejemplo. Las madres con depresión posparto son más propensas a descuidar y abusar de sus hijos.

Consecuencias para el niño

Los niños también pueden sufrir el efecto de la depresión posparto.
No solo las madres se ven afectadas por esta patología, ya que los hijos pueden presentar problemas en su desarrollo emocional

La depresión materna está asociada con consecuencias conductuales, cognitivas y relacionadas con la salud para el niño en desarrollo.

Comportamiento y desarrollo cognitivo

Los primeros seis meses de posparto están asociados con problemas de conducta desde la primera infancia hasta la adolescencia.

Los niños cuyas madres sufren o han sufrido depresión posparto parecen ser más vulnerables a presentar un retraso en su desarrollo. Además, parece haber una clara relación entre la exposición del niño a la depresión materna y los resultados más problemáticos en su desarrollo cognitivo.

También se sugiere que la cronicidad de los síntomas depresivos en la depresión posparto podría contribuir a la vulnerabilidad de los niños en el retraso de su desarrollo.

Salud física

Como comentábamos, las madres que padecen depresión posparto tienen menos probabilidades de tener un cuidado específico con el niño. Debido a los comportamientos desadaptativos del cuidado de una madre deprimida, la salud de su bebé puede verse afectada.

En concreto, parece que estos podrían tener un peor funcionamiento cardiovascular, así como más propensión a infecciones gastrointestinales y del tracto respiratorio inferior.

Tratamiento de la depresión posparto

El tratamiento de la depresión posparto puede dividirse entre el tratamiento psicológico y el tratamiento farmacológico.

Tratamiento psicológico

Existen cuatro enfoques principales para el tratamiento de la depresión posparto: asesoramiento general (también conocido como visitas de escucha), psicoterapia interpersonal, terapia cognitivo-conductual y terapia psicodinámica.

Tratamiento farmacológico

La medicación antidepresiva es el tratamiento más utilizado para la depresión posparto. Algunos medicamentos utilizados en estos casos son: sertralina, paroxetina, venlafaxina, fluoxetina, nezafona y nortriptilina.

Un problema real que debe detectarse a tiempo

En caso de presentar síntomas relacionados con la depresión posparto es conveniente solicitar ayuda profesional lo antes posible. En algunas personas puede ser difícil debido al estigma social asociado con la consulta psicológica, a pesar de los beneficios evidentes que esta última puede proporcionar.



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