¿Qué es la cataplexia?

La cataplexia es una condición que con frecuencia se desarrolla en conjunto con la narcolepsia, y se relaciona con la pérdida repentina de la fuerza muscular. Conozcamos qué se sabe al respecto.
¿Qué es la cataplexia?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 21 septiembre, 2021

Se describe como cataplexia o cataplejía a los episodios repentinos en los que ocurre una pérdida del tono muscular de manera súbita. Se trata de una condición poco frecuente que se manifiesta con diferente intensidad y periodos de tiempo. De acuerdo con Narcolepsy UK, la mayoría de los casos se relacionan con la narcolepsia (un 75 % de los narcolépticos la desarrollan).

Los episodios de cataplejía alejados de la narcolepsia son muy raros, de manera que los pacientes que la desarrollan por lo general tienen este trastorno. Lo que caracteriza a los cuadros de cataplexia es que ocurren durante la vigilia, de manera que las personas experimentan de forma consciente la sensación. En las líneas siguientes te mostramos todo lo que se sabe al respecto.

Síntomas de la cataplexia

La cataplexia provoca debilidad muscular
A pesar de que las manifestaciones clínicas de la cataplexia son muy evidentes, la intensidad puede variar enormemente entre cada paciente.

Los ataques cataplécticos, como se les conoce a los episodios de este tipo, se distinguen con facilidad debido a una pérdida abrupta del tono muscular. De acuerdo con los investigadores, durante un ataque los pacientes pierden en torno a 40 000 neuronas que contienen hipocretina en el hipotálamo lateral. Este fenómeno ocasiona los siguientes síntomas:

  • Debilidad muscular en cualquier parte del cuerpo (con mayor frecuencia en las extremidades).
  • Caída de los párpados, la mandíbula y la cabeza (en razón de la debilidad de los músculos del cuello).
  • Dificultad para articular palabras.
  • Rigidez muscular.
  • Flexión de las rodillas.
  • Visión borrosa.
  • Colapso corporal.

Los pacientes no experimentan los síntomas de la cataplexia de la misma manera. Estos se pueden desarrollar de manera muy leve y durar un par de segundos, o presentarse de forma crónica y extenderse hasta por media hora con colapso corporal. En ambos casos, los síntomas se manifiestan durante la vigilia.

Dada la naturaleza de los signos no es infrecuente que los episodios se confundan con epilepsia o convulsiones. Aunque comparten algunas características, en realidad se trata de fenómenos diferentes. La aparición de los signos es gradual, de manera que el paciente puede alertar el momento en que se avecina un ataque.

Causas de la cataplexia

La mayoría de los episodios de cataplexia o cataplejía ocurren en pacientes que han sido diagnosticados con narcolepsia. De hecho, con frecuencia se le considera un síntoma de este trastorno; ya que los casos en los que se presenta de manera aislada son poco comunes.

No se tiene del todo claro el mecanismo exacto que se esconde detrás de este fenómeno. Los investigadores plantean que se origina por una activación de los circuitos del tronco encefálico durante la vigilia. Esto se relaciona con la supresión del tono muscular durante el sueño.

La cataplexia se induce por una menor excitación de las neuronas noradrenérgicas y una inhibición de las motoneuronas esqueléticas. Como resultado, se experimentan episodios de debilidad muscular (casos leves) o rigidez muscular (casos graves).

La mayoría de los episodios no se producen de manera aislada. Existe un detonante que antecede a la aparición de los síntomas. Las emociones fuertes (ira, estrés, risa, miedo, depresión y demás) son sin duda el principal causante de la condición. El esfuerzo físico excesivo también se ha relacionado con los episodios. Algunas afecciones que pueden provocar el ataque son las siguientes:

  • Predisposición genética (tener un pariente con narcolepsia o con cataplexia).
  • Lesiones cerebrales.
  • Procesos infecciosos que generan inflamación en el cerebro (encefalitis).
  • Esclerosis múltiple.
  • Eventos isquémicos.
  • Accidentes cerebrovasculares.
  • Tumores en el cerebro.
  • Síndrome de Prader-Willi.
  • Enfermedad de Niemann-Pick tipo C.

Aunque por supuesto puede aparecer a cualquier edad, se trata de una condición que se suele desarrollar durante la niñez o la adolescencia. Normalmente, en contextos relacionados con el estrés (empezar a estudiar en la universidad, por ejemplo).

Diagnóstico de la cataplexia

La cataplexia puede tener difícil diagnóstico
La combinación de los datos clínicos junto con algunos exámenes complementarios permite hacer el diagnóstico de la cataplexia. En ocasiones, esto puede representar un reto para los médicos.

No existe una prueba estándar para detectar la cataplexia. La mayor parte del diagnostico gira en torno a la identificación de los síntomas, al descarte de otras explicaciones (ataques epilépticos, por ejemplo) y a la confirmación del trastorno de narcolepsia.

Dado el alto porcentaje de narcolépticos que desarrollan estos síntomas, es muy importante que el especialista oriente el proceso diagnóstico hacia su detección. En este sentido, pueden indicarse estudios como la prueba de latencia de sueño múltiple, y realizar evaluaciones estandarizadas como la escala de somnolencia de Epworth o el cuestionario de narcolepsia de Stanford.

Algunos investigadores sugieren el uso de documentación videográfica para facilitar el diagnóstico frente al especialista. El material se puede usar como referencia durante la consulta para que el médico evalúe el desarrollo de los ataques. Considerando que los pacientes pueden predecir el momento en que se originará un ataque, tienen un margen de maniobra para grabarse con ayuda de su móvil.

Opciones de tratamiento

Al igual que lo que sucede con la narcolepsia, la cataplexia no se puede curar. A menudo los paciente tienen que lidiar con la condición por el resto de su vida, aunque esta experimenta periodos de menor y de mayor intensidad. De esta manera, las exacerbaciones pueden durar días o semanas y luego desaparecer por varios meses.

Aunque no se puede curar, sí existen varias opciones para mantenerla controlada. Considerando que muchos de los episodios se desencadenan a través de emociones intensas, lo primero que deben asimilar los pacientes es tratar de controlarlas.

En efecto, evitar las emociones muy intensas es de gran ayuda al momento de prevenir exacerbaciones. Esto no es fácil, ya que las personas se cohíben de vivir experiencias relacionadas con posibles alteraciones emocionales.

También existen alternativas farmacológicas. Los medicamentos recetados dependen de las características de los episodios. Su frecuencia e intensidad determinan las dosis y las alternativas que el especialista puede utilizar. Algunos de los más usados son los siguientes:

  • Antidepresivos tricíclicos.
  • Modafilino (Provigil).
  • Oxibato de sodio (Xyrem).
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

Estos son los medicamentos para la cataplexia más usados, aunque por supuesto se pueden recetar otros de acuerdo con el contexto. En todo caso, lo más importante es que recurras con el especialista en caso de que experimentes los síntomas. De ser posible, considera utilizar el método sugerido de la grabación para que el médico tenga evidencia de primera mano sobre sus características.



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  • Reading, P. Cataplexy. Practical neurology. 2019; 19(1): 21-27.

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