Carbamazepina: usos y efectos secundarios

Uno de los medicamentos más empleados en el tratamiento de las convulsiones es la carbamazepina. Sin embargo, la misma puede causar daño mulsistémico si se excede la dosis recomendada.
Carbamazepina: usos y efectos secundarios

Última actualización: 25 marzo, 2021

Los psicofármacos son medicamentos que se emplean en el tratamiento de patologías psiquiátricas y del sistema nervioso. Dentro de estos fármacos existe un grupo denominado antiepilépticos, los cuales se utilizan para tratar las convulsiones. La carbamazepina pertenece a este grupo de medicamentos, pero ¿cuáles son sus usos y efectos secundarios?

La epilepsia es uno de los trastornos más frecuentes en el área de neurología. Esta enfermedad genera una actividad anormal en el cerebro que provoca convulsiones en la mayoría de los casos. La epilepsia también puede generar comportamientos anormales, sensaciones inusuales y pérdida de la consciencia.

Por desgracia, este se trata de un problema neurológico muy común y estudios afirman que afecta entre el 2 % y el 4 % de la población en general. No obstante, existe una gran variedad de medicamentos capaces de controlar la sintomatología presentada por estas personas y reducir su repercusión en su vida diaria.

¿Qué es la carbamazepina?

La carbamazepina está indicada en pacientes con epilepsia.
Este medicamento es de uso común en pacientes con epilepsia.

Como se dijo antes, la carbamazepina es un fármaco que pertenece al grupo de los antiepilépticos, el cual se emplea en el control de las convulsiones y otras patologías psiquiátricas. Este compuesto tiene una gran capacidad de distribución por todo el organismo, desde el líquido cefalorraquídeo hasta la saliva y la leche materna.

Entre la población que más usa el fármaco destacan los niños, sin embargo los efectos secundarios que genera en ellos pueden ser más severos. En este sentido, es de vital importancia mantener un control riguroso de los niveles plasmáticos del medicamento para evitar la aparición de los mismos.

La carbamazepina está disponible en una gran variedad de presentaciones, cada una de ellas puede usarse para tratar diferentes enfermedades. De esta manera, es posible encontrar tabletas, tabletas masticables, tabletas de liberación prolongada y suspensión, todos ellos con una dosificación muy variada.

¿Para qué se utiliza?

El medicamento en cuestión es de utilidad en el tratamiento de convulsiones parciales y tonicoclónicas, es decir, aquellas que puedan causar espasmos musculares severos y pérdida de la consciencia. Estos suelen ser uno de los síntomas más característicos y severos de la epilepsia.

Por otro lado, la carbamazepina es el tratamiento de elección para la neuralgia del nervio trigémino y para la neuralgia del nervio glosofaríngeo. Estas patologías involucran la inflamación del quinto y del noveno par craneal respectivamente, lo que genera un dolor agudo de intensidad severa.

Este fármaco también puede ayudar en el tratamiento de las siguiente patologías:

  • Episodios de manía.
  • Trastorno bipolar.
  • Episodios mixtos de manía y depresión.
  • Síndrome de abstinencia al alcohol.

Mecanismo de acción del fármaco

El mecanismo de acción de este medicamento aún no se ha logrado dilucidar en su totalidad. No obstante, se sabe que la carbamazepina disminuye la liberación de glutamato en las terminaciones nerviosas, un neurotransmisor excitatorio del sistema nervioso central (SNC).

La disminución en la liberación del neurotransmisor generará una estabilización de las membranas neuronales, lo que puede explicar su efecto antiepiléptico. El compuesto también disminuye la liberación de otros neurotransmisores como dopamina y noradrenalina, lo que explica su efecto antipsicótico.

Por otro lado, la carbamazepina inhibe la transmisión sináptica en el núcleo del trigémino, lo que ayuda a disminuir el dolor presentado en la neuralgia. Por último, el medicamento posee propiedades anticolinérgicas, relajantes musculares, antiarrítmicas y sedantes.

¿Cómo se toma la carbamazepina?

La forma de ingesta del fármaco dependerá de la forma de presentación que se esté utilizando. En términos generales, se deben ingerir de 2 a 4 dosis del medicamento al día, de preferencia durante o después de cada comida. Sin embargo, es importante no exceder la dosis recomendada por el especialista.

De acuerdo con el prospecto interno del fármaco, la dosis inicial del compuesto puede variar dependiendo de la enfermedad que se desea tratar. En el caso de los pacientes con epilepsia, la dosis inicial se encuentra entre 100 y 200 miligramos, un máximo de dos veces al día.

En el caso de los adultos, la dosis del medicamento puede aumentar entre los 800 y los 1200 miligramos diarios. Por su parte, en los niños la dosificación puede aumentar hasta un máximo de 400 o 600 miligramos al día, dependiendo del peso del pequeño.

Cuando se trata una neuralgia, la dosis habitual oscila entre los 200 y los 400 miligramos diarios, sin embargo, la dosis puede aumentar hasta que desaparezca el dolor. Por último, la dosis habitual para el tratamiento de la manía se encuentra entre los 400 y los 600 miligramos al día.

Efectos secundarios

Tal y como ocurre con todos los medicamentos comercializados, la carbamazepina puede generar la aparición de ciertos efectos adversos. No obstante, los mismos son transitorios, no limitantes y desaparecen al cabo de unos días, por lo que no suelen interferir con la realización de actividades diarias.

Entre los síntomas secundarios más frecuentes asociados al consumo de este fármaco destacan los siguientes:

  • Pérdida de la coordinación muscular.
  • Mareos.
  • Somnolencia.
  • Fatiga.
  • Reacciones alérgicas cutáneas.
  • Lesiones en la piel.
  • Dolores de cabeza.

Por su parte, estudios demuestran que los efectos secundarios en niños no difieren mucho de los presentados por los adultos. Los efectos secundarios más frecuentes en este grupo etario son somnolencia, pérdida de coordinación y vértigo. Sin embargo, también pueden desarrollar trastornos dermatológicos, hematológicos y hepáticos severos.

Advertencia y contraindicaciones

La carbamazepina no se debe consumir en el embarazo.
Las mujeres embarazadas no deberían consumir carbamazepina.

La carbamazepina está totalmente contraindicada en aquellos pacientes que presentan algún tipo de alergia al principio activo o a alguno de los excipientes. Además, también está contraindicada en aquellas personas con enfermedades cardiovasculares o con antecedentes de enfermedades hematológicas severas.

Este medicamento es seguro tanto para los niños como para los adultos mayores, sin embargo, se debe consultar al médico ya que puede ser necesario reajustar la dosis.

Las mujeres embarazadas o en proceso de lactancia deben consultar con el médico antes de ingerir este medicamento. El mismo se distribuye por todos los tejidos del organismo y puede llegar a afectar al bebé de forma significativa. El fármaco es capaz de generar defectos congénitos como espina bífida, malformaciones en el cráneo y en la cara.

También es importante informar al especialista en caso de ingerir otro tipo de medicamentos, sobre todo si se trata de un psicofármaco, esto con la finalidad de evitar la interacción medicamentosa. Por último, se debe estar atento ante la presencia de algún síntoma que indique daño a un órgano específico.

Carbamazepina: un fármaco con algunos efectos secundarios

La carbamazepina es un medicamento muy útil en el tratamiento de las convulsiones y otras patologías psiquiátricas. El mismo es muy seguro en la mayoría de los casos, incluso en los niños y los ancianos. Sin embargo, su consumo indiscriminado puede generar daños en órganos importantes como el hígado y el páncreas.

En este sentido, es de vital importancia consumirlo solo bajo prescripción médica y siguiendo las instrucciones precisas brindadas por el especialista. En caso de observar algún síntoma desfavorable que no desaparezca al cabo de unos días es necesario consultar al médico para descartar alguna complicación severa.



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