Diferencias entre hormonas y neurotransmisores

Las hormonas se secretan en la sangre y los neurotransmisores en la hendidura sináptica. Sus funciones son diferentes, pero guardan más similitudes de lo que en un principio podría parecer.
Diferencias entre hormonas y neurotransmisores
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 09 septiembre, 2021

El cuerpo humano requiere la labor sinérgica de muchísimas sustancias para funcionar de la manera adecuada. El sistema endocrino es una pieza esencial para explicar la comunicación sistémica dentro del organismo, pues hormonas que son liberadas a la sangre llegan a sus órganos diana y permiten una comunicación perfecta entre partes distintas del cuerpo. ¿Cuáles son las diferencias entre hormonas y neurotransmisores?

Las hormonas pertenecen al sistema endocrino, pero los neurotransmisores se engloban en el nervioso. Aunque ambos grupos de compuestos tienen como funcionalidad principal la comunicación dentro del organismo, en las siguientes líneas verás que sus diferencias son muy extensas. Si quieres explorar una comparativa detallada entre hormonas y neurotransmisores, sigue leyendo.

¿Cuáles son las diferencias entre hormonas y neurotransmisores?

Las hormonas y los neurotransmisores son dos tipos de moléculas señalizadoras a nivel químico que se sintetizan en el interior de los cuerpos de los animales. Su función común es establecer la comunicación entre células, pero como verás a continuación existen más disparidades que similitudes entre ellas. Sin perder más tiempo, te mostramos todas las diferencias entre hormonas y neurotransmisores.

1. Sistema endocrino y sistema nervioso

Las diferencias entre hormonas y neurotransmisores incluyen el sistema al que pertenecen
Si bien tanto las hormonas como los neurotransmisores tienen una función de comunicación entre células, pertenecen a sistemas distintos. En ciertos casos, como lo que sucede en la neurohipófisis, estos sistemas entran en contacto.

Por obvia que parezca esta distinción, es necesario dejar claro en primera instancia que los neurotransmisores forman parte del sistema nervioso, mientras que las hormonas se engloban en el endocrino. En la propia definición de cada uno de los términos se puede ver esta diferencia vital: por ejemplo, una hormona es toda sustancia segregada por las glándulas endocrinas.

Las hormonas se conciben como elementos clave para la comunicación celular, pues su función principal es enviar señales entre tejidos distantes entre sí. Las glándulas endocrinas se encargan de liberarlas y se diferencian del resto (apocrinas o paracrinas) al carecer de conducto excretor. Así pues, las hormonas son vertidas directamente a los capilares sanguíneos y viajan en la sangre hasta su diana.

En cambio, los neurotransmisores localizan su grueso funcional en el sistema nervioso y su acción es mucho más inmediata. Estos compuestos se liberan desde una neurona presináptica y cruzan la sinapsis (espacio) que separa a la célula nerviosa de su diana. Tras su liberación, son recibidos por la neurona postsináptica y permiten la transmisión del impulso nervioso. 

Así pues, la primera de las diferencias entre hormonas y neurotransmisores radica en el sistema orgánico del que forman parte. Las hormonas nacen de las glándulas endocrinas (sistema endocrino) y transportan señales a través de la sangre, mientras que los neurotransmisores cruzan las sinapsis neuronales y permiten la transmisión de impulsos (sistema nervioso).

2. Las hormonas son universales, pero los neurotransmisores solo se producen por animales

Como hemos dicho, en animales vertebrados las hormonas se encargan de comunicar órganos y tejidos. Así pues, juegan un papel esencial en procesos fisiológicos como digestión, metabolismo, respiración, percepción sensorial, excreción, descanso, respuesta al estrés y mucho más. De todas formas, estos no son los únicos seres vivos que las expresan.

Las plantas también presentan estos compuestos, conocidos en biología como fitohormonas. Según fuentes profesionales, estas moléculas ejercen su labor en concentraciones muy bajas y cambian los patrones de crecimiento de los vegetales, permitiendo su control. También modulan la caída de las hojas, la floración, la formación del fruto y la germinación de las semillas.

Los animales invertebrados presentan componentes similares a las hormonas, pero cabe destacar que estas no son segregadas por glándulas endocrinas. Al ser liberadas por células nerviosas básicas, se conocen como neurohormonas y modulan patrones de crecimiento y reproducción en insectos y otros seres vivos.

Con todas estas líneas, queremos reflejar que las hormonas están presentes en animales y plantas. Por otro lado, los neurotransmisores solo se expresan en los animales, al menos con su función estricta: transmitir un mensaje de neurona a neurona. Al carecer de redes neuronales, el término “neurotransmisor” no se puede aplicar a ningún compuesto vegetal.

Aunque algunos neurotransmisores se encuentran en vertebrados y plantas por igual, en vegetales no se pueden considerar como tal. Como las plantas no tienen neuronas ni sistema nervioso complejo, por definición carecen de neurotransmisores.

3. Los tipos dentro de cada categoría son diferentes

Hasta ahora, hemos descrito que las hormonas son endocrinas y están en animales y plantas, mientras que los neurotransmisores son nerviosos y solo se expresan en vertebrados. A continuación, revisamos las categorías dentro de cada uno de estos grupos de moléculas de formas separadas.

Tipos de hormonas

Los tipos de hormonas se pueden resumir en la siguiente lista:

  • Derivadas de aminoácidos: como su propio nombre indica, estas hormonas son derivadas de aminoácidos, moléculas orgánicas que suponen el esqueleto de las proteínas. Las bases de estos compuestos hormonales son la tirosina y el triptófano.
  • Peptídicas: las hormonas peptídicas están compuestas por péptidos (cadenas de aminoácidos) de longitud variable. Como no pueden atravesar la membrana celular, estos compuestos presentan receptores diana en la superficie del órgano/tejido objetivo. Como curiosidad, cabe destacar que forman una parte importante de las prácticas de dopaje en el ámbito deportivo.
  • Lipídicas: como su propio nombre indica, son compuestos orgánicos de naturaleza lipídica. Debido a que son lipófilos (tienen afinidad por los lípidos), pueden cruzar la membrana celular (que tiene abundantes fosfolípidos), por lo que sus receptores diana se encuentran en el interior de la célula, específicamente en el citosol.

Tal y como puedes observar, las hormonas se clasifican según su composición química y su capacidad de entrar (o no) en el interior de la célula diana. Más de 50 compuestos hormonales diferentes se han detectado en seres humanos y otros animales, tal y como indica la United States Environmental Protection Agency

Tipos de neurotransmisores

Los tipos de neurotransmisores se resumen en la siguiente lista:

  • Aminoácidos: aminoácidos como el glutamato, el aspartato y la glicina actúan como neurotransmisores. También forman parte de las proteínas, ya que recordamos que estas están formadas por entre 100 y 300 aminoácidos ordenados de forma específica.
  • Moléculas gaseosas de señalización: por ejemplo, el óxido nítrico y el monóxido de carbono son sustancias gaseosas capaces de pasar a través de la membrana celular y actuar como neurotransmisores.
  • Aminas traza: son compuestos endógenos considerados como neuromoduladores monoaminérgicos.
  • Péptidosdentro de este grupo están los neurotransmisores más famosos, como la oxitocina, la somatostatina y los péptidos opioides. Muchos de ellos están relacionados con los mecanismos de recompensa del circuito cerebral y las adicciones.
  • Purinas: las purinas (bases nitrogenadas) también pueden actuar en contadas ocasiones como neurotransmisores.

Las diferencias entre hormonas y neurotransmisores en este frente se pueden resumir en un punto muy sencillo: los neurotransmisores reportan una mayor variedad en lo que a composición química se refiere. Se han registrado unos 40 neurotransmisores en el cerebro humano, pero se estima que existen más de 500 en la naturaleza.

4. Trabajo a distancia y trabajo inmediato

Las diferencias entre hormonas y neurotransmisores incluyen la distancia que deben recorrer ambas sustancias para ejercer un efecto
Si bien las hormonas tienen una capacidad de acción potente, estas deben viajar por el torrente sanguíneo para ejercer su efecto, lo que lo retrasa. El sistema nervioso actúa más rápidamente.

Tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, las hormonas son mensajeros muy potentes y se necesita solo una pequeña cantidad para provocar cambios muy grandes en el organismo.

De todas formas, estos compuestos actúan de forma lenta, ya que tienen que ser liberados por las glándulas, recorrer el sistema sanguíneo, llegar al receptor de la célula diana y estimularla.

Por estos motivos, los tratamientos hormonales no suelen empezar a reportar efectos positivos hasta 1 o 2 semanas después de su inicio. Por otro lado, la actuación de los neurotransmisores es mucho más inmediata, pues solo tienen que ser liberados y recorrer el espacio sináptico antes de llegar a su diana. La hendidura entre neuronas no supera los 20-30 nanómetros.

Debido a la inmediatez de la acción de los neurotransmisores, un mensaje enviado desde el cerebro a cualquier parte del cuerpo tarda menos de 2 décimas de segundo, alcanzando una velocidad de 360 kilómetros por hora. Las diferencias entre hormonas y neurotransmisores en este frente se cuentan por sí solas: los neurotransmisores ejercen su efecto de forma mucho más veloz.

Las hormonas tardan de minutos a días en actuar, mientras que los neurotransmisores se demoran unos pocos milisegundos.

5. Otras diferencias entre neuronas y neurotransmisores

En los puntos citados hemos recogido las diferencias más importantes entre neuronas y neurotransmisores, pero existen muchas más. Te las presentamos en la siguiente lista de forma somera:

  1. Los neurotransmisores cruzan solo la hendidura sináptica hasta llegar a la diana, mientras que las hormonas deben recorrer parte del torrente sanguíneo. 
  2. Las hormonas controlan el crecimiento, el desarrollo y la reproducción. Por otro lado, los neurotransmisores se circunscriben al ámbito de la transmisión de señales nerviosas.
  3. Las hormonas regulan tejidos lejanos mediante receptores intra o extracelulares, mientras que los neurotransmisores solo afectan a la neurona postsináptica inmediatamente al lado del lugar en el que se liberaron.

Aunque las diferencias entre ambas moléculas parezcan muy claras, es necesario destacar que algunos neurotransmisores actúan como hormonas en ciertas situaciones. Estos reciben el nombre de neurohormonas, pues se vierten en la sangre en vez de la hendidura presináptica a pesar de no ser hormonas al uso. De todas formas, este comportamiento esporádico no es la norma.

Criterios que hacen al neurotransmisor

Aunque ninguna hormona sea capaz de transportarse como un neurotransmisor, sí que existen situaciones en las que se produce el caso contrario. Por ello, la línea que divide a ambos compuestos cada vez es más débil. En un intento de circunscribir mejor a los neurotransmisores y separarlos de otras moléculas, se postulan los siguientes requisitos:

  1. La sustancia que se libera al espacio sináptico debe estar dentro de la neurona. Si esta llegase a provenir de otra parte que no sea el cuerpo neuronal, no se podría considerar un neurotransmisor.
  2. Las enzimas que permiten la síntesis del neurotransmisor también deben encontrarse de forma natural dentro de la neurona. Crear estos compuestos es muy complejo, así que para que un neurotransmisor sea considerado como tal, todas las herramientas para ensamblarlo deben encontrarse en el entorno neuronal.
  3. El efecto del neurotransmisor debe ser el mismo en todos los escenarios posibles.

Diferencias entre neuronas y neurotransmisores: no tantas como podría parecer

Diferenciar un neurotransmisor de una hormona es sencillo, pues un compuesto hormonal nunca va a ser secretado por una neurona al espacio sináptico ni va a producir un impulso eléctrico. De todas formas, la existencia de neurohormonas sí que complica mucho la materia, ya que diversos neurotransmisores se pueden liberar a la sangre y estimular células lejanas.

Así pues, las diferencias que te hemos citado son generales, pero siempre existen excepciones a la regla. Al final, lo que define a toda sustancia es su comportamiento a nivel fisiológico y su composición química, no la categoría a la que pertenece.




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