¿Por qué todos tenemos radiactividad?

¿Tienes miedo de la radiación que te rodea día a día? Te explicamos de qué se trata este fenómeno y por qué se considera natural.
¿Por qué todos tenemos radiactividad?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 17 mayo, 2023

Los organismos vivos han evolucionado a lo largo de 4 mil millones de años adaptándose a la radiación ionizante de su entorno. Esta ha variado mucho a lo largo del tiempo, de manera que nunca ha sido estable. En ausencia de ella, es muy probable que la vida no hubiera existido o en todo caso no sería lo que hoy es. Muchos se sorprenden al saber que todos tenemos radiactividad, un hecho que por sí mismo no debe despertar preocupación.

La incertidumbre al conocer que todos los humanos tenemos radiactividad se debe, en parte, a la desinformación al respecto. Las películas de superhéroes y accidentes como los de Chernóbil tienen parte de la culpa. Lo cierto es que la radiación es muy diferente a lo que se piensa de ella en la sociedad. Veamos qué es en realidad y por qué todos nosotros tenemos radiactividad.

¿Qué es la radiación?

En términos muy simples, la radiación es un tipo de energía que viaja a través del espacio a la velocidad de la luz. La palabra «radiación» alude al fenómeno que tienen algunos tipos de ondas con la capacidad de irradiar desde una fuente hacia distintas direcciones.

En función de la energía que compone a las partículas que la constituyen, se clasifica como radiación ionizante y radiación no ionizante. La principal diferencia entre una u otra es que la primera tiene la propiedad de destruir los enlaces químicos, motivo por el cual representa un riesgo para la salud.

La radiación se clasifica de acuerdo con la longitud de onda en el espectro electromagnético. En función de su longitud se distinguen las ondas de radio, las ondas de microondas, el infrarrojo, la luz visible, la luz ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma. El grado de interacción con su entorno varía en cada caso. Los rayos gamma pueden interactuar con el núcleo atómico, de manera que es la más intensa del espectro y, al mismo tiempo, la más peligrosa.

También existen otras clasificaciones, como por ejemplo la radiación de partículas (alfa, beta, de protones y de neutrones), la radiación acústica (ultrasonido, ondas sísmicas y otros) y la radiación gravitacional (como consecuencia de las ondas en el espacio-tiempo).

Dicho esto, la radiación ionizante es la que se asocia con riesgos para la salud; mientras que la no ionizante por lo general es inofensiva (aunque en algunos contextos puede ocasionar problemas, como por ejemplo las quemaduras por la luz ultravioleta).



La radiación disponible en nuestro entorno

Hace alrededor de 13 800 millones de años ocurrió el Big Bang. En el proceso, se generó lo que se conocen como radionúclidos primordiales. También se denominan como isótopos primordiales, y en algunos contextos se hace referencia a ellos como radiación cósmica. Estos forman parte de todo el Universo y, por tanto, también de la Tierra.

La vida de los radionúclidos primordiales es muy extensa. Por ejemplo, el catalogado como 253 tiene una vida estimada de 160 mil millones de años. No todos son tan longevos, piensa que el de potasio tiene una vida media de 1300 millones de años y el de uranio unos 4500 millones de años. En todo caso, debes saber que estos y otros radionúclidos primordiales se encuentran en el suelo, los minerales, las rocas y en otros espacios terrestres.

Además de ello, la Tierra también recibe radiación del espacio exterior y del sol de manera continua. Parte de esta radiación puede acoplarse a los organismos vivos, como es el caso del isótopo radioactivo C-14 (quizá hayas oído hablar de la prueba de carbono 14, se hace gracias a él). El campo magnético del planeta, la atmósfera, la latitud y la altitud condicionan la exposición real que se tiene a ambas.



¿Por qué todos tenemos radiactividad?

Ya sabes en términos muy simples qué es la radiación y por qué está en el entorno en el que te rodea. Con base en esto podemos responder a por qué todos tenemos radiactividad. Dado que las partículas radiactivas están en todos lados, y que se bombardea a la Tierra desde todos sus frentes de manera continua, es inevitable que el cuerpo recoja dichas sustancias radiactivas.

Cuando comes, cuando bebes, cuando respiras, cuando duermes, cuando sales al exterior y demás recibes una parte de radiación. Dichas sustancias se absorben en los tejidos, en los órganos y los huesos y se reponen de manera regular.

Tu dieta y el lugar donde interactúas eleva la cantidad de radiación que tienes. Por ejemplo, las bananas y las nueces del Brasil se catalogan como algunos de los alimentos más radiactivos; mientras que las construcciones de granito hacen lo propio.

¿Implica lo anterior que tu salud peligra al comer bananas, nueces del Brasil o si tu sótano tiene altas concentraciones de granito? No, para nada. Como ya hemos mencionado, la vida en la Tierra evolucionó para adaptarse a la cantidad de radiación que recibía de su entorno. Aunque esta ha variado, siempre ha estado allí. El cuerpo está acostumbrado a tolerar cierto nivel de radiación, y por fortuna el que recibes cada año no es peligroso.

Los expertos han determinado el promedio de radiación al que se expone un ser humano año tras año. La dosis de radiación se mide en sievert​ (mSv) y se distribuye de la siguiente manera:

  • Radiación cósmica: 0,39 mSv.
  • Radiación terrestre externa: 0,48 mSv.
  • Inhalación de aire: 1,26 mSv.
  • Ingestión de alimentos y agua: 0,29 mSv.

En promedio, las personas se exponen a unos 2,40 mSv cada año de todas estas fuentes de radiación. Como ya mencionamos, variables como la altitud y la latitud condicionan la cantidad real, a las cuales hay que sumar además el peso y la altura de la persona (se retienen más o menos sustancias radiactivas según el caso). La Comisión Reguladora Nuclear de Estados Unidos estipula una exposición máxima de 50 mSv en entornos ocupacionales por año.

Como complemento, recuerda que te expones a mayores niveles de radiación al hacer algunas pruebas médicas, al pasar los controles de seguridad de un aeropuerto, al volar en un avión, al usar dispositivos electrónicos, al fumar y demás. Es por esto que todos tenemos radiactividad, sin que esta represente la mayor parte del tiempo un problema serio para nuestra integridad.



  • Belli, M., Indovina, L. (2020). The Response of Living Organisms to Low Radiation Environment and Its Implications in Radiation Protection. Front Public Health, 8(1), 601711. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33384980/.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.