¿Por qué se pueden hinchar las manos?

A menos que la causa se deba a alguna patología crónica, en la mayoría de los casos la hinchazón suele revertirse sola. Por eso, no siempre es necesario ir al médico.
¿Por qué se pueden hinchar las manos?
Diego Pereira

Escrito y verificado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 25 marzo, 2021

Existen muchas razones por las que se pueden hinchar las manos. Esto no implica que exista una patología orgánica subyacente, ya que varias situaciones comunes pueden provocar el aumento de volumen.

A continuación, resumiremos algunas de las causas más frecuentes y las condiciones específicas en las que acudir a un médico es necesario. ¡Sigue leyendo!

Algunos conceptos básicos de anatomía y fisiología

La hinchazón (edema) de cualquier parte del cuerpo es consecuencia de varios fenómenos físicos relacionados con el sistema cardiovascular. Este último está formado por el corazón y los vasos sanguíneos, los cuales pueden ser venosos y arteriales.

Cuando existe aumento de presión hidrostática dentro de los vasos sanguíneos, se favorece la salida de agua hacia el tejido que se encuentra alrededor. Esto puede hinchar las manos y el resto de las extremidades.

La disminución de algunas sustancias en el plasma, como la albúmina, también permite la aparición del edema en cualquier parte del cuerpo. Esto se explica gracias a un fenómeno físico denominado presión osmótica, el cual disminuye a medida que baja la concentración de las proteínas plasmáticas y el sodio.

Además de las enfermedades, existen factores externos que pueden alterar el equilibrio de los vasos sanguíneos, y cada uno de ellos se corresponde con un mecanismo diferente. Más adelante te describiremos los más frecuentes.

6 causas frecuentes de hinchazón de manos

La mayoría de los casos en los que se hinchan las manos son leves, y pueden producirse como respuesta a estímulos ambientales. En escasas ocasiones, se debe a patologías agudas o crónicas que requieren tratamiento para evitar la progresión de los síntomas. Te las contamos todas a continuación.

1. Ejercicio

El ejercicio con calor puede hinchar las manos.
A pesar de los evidentes beneficios de una rutina de ejercicio diaria, esto puede traer algunos efectos secundarios temporales.

Según una publicación de la Clínica Mayo, el ejercicio físico constante puede hinchar las manos. Como los síntomas son leves, los pacientes suelen darse cuenta de ello al presentar dificultad para retirar los anillos luego de una sesión de entrenamiento.

A pesar de que no existe una causa clara que permita explicar este fenómeno, puede deberse a la redistribución del flujo sanguíneo local como respuesta a las variaciones de temperatura. Eso es algo común durante el ejercicio al aire libre y, por supuesto, se ve influido por las condiciones ambientales.

No suele ser un problema médico de importancia, en especial si la intensidad del edema es muy poco. Para evitar la acumulación de líquido, es recomendable mover los dedos y levantar los brazos con frecuencia antes, durante y después del entrenamiento.

En muy escasas ocasiones, la hinchazón de manos durante el ejercicio puede ser consecuencia de una hiponatremia (disminución del sodio en plasma).

Los deportistas de alto rendimiento que consumen grandes cantidades de líquido son los más propensos a sufrir esta condición. Estos casos requieren tratamiento médico, y pueden sospecharse al presentar confusión mental.

2. Artritis

Este término se utiliza para un conjunto de patologías cuya alteración fundamental es la inflamación del tejido articular. Puede ser consecuencia de infecciones, degeneración articular, fenómenos autoinmunitarios, entre otras condiciones.

La artritis reumatoide, por ejemplo, es una enfermedad crónica inflamatoria que puede hinchar las manos, en especial en las articulaciones que unen los huesos de los dedos, denominadas interfalángicas.

Dicho edema suele ser caliente al tacto y presentar enrojecimiento en la superficie de la piel, ya que se trata de un fenómeno inflamatorio.

Suele haber dolor intenso asociado, además de desviación de los dedos en casos crónicos y graves. La terapia con antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno es recomendable en la mayoría de los casos.

3. Climas muy cálidos

Al igual que lo que ocurre durante el ejercicio, los climas con intenso calor suelen ocasionar redistribución del flujo vascular. La sangre se desvía hacia la superficie de la piel mediante un fenómeno de vasodilatación, lo que produce sudoración profusa. Esta es una manera del organismo de perder calor cuando hay condiciones ambientales adversas.

En ciertas condiciones y pacientes, este proceso también pudiese hinchar las manos. Los síntomas suelen ser leves y transitorios, por lo que no es necesario acudir al médico a menos que se presenten otras manifestaciones clínicas de importancia como aumento de la frecuencia cardíaca o respiratoria, confusión mental, pérdida de la consciencia o hipotensión.

Estos últimos síntomas suelen presentarse en golpes de calor, cuya principal característica fisiopatológica es un fallo en los mecanismos de termorregulación, acompañado de deshidratación, lesión renal y shock hipovolémico, en casos muy graves.

4. Dietas ricas en sal

La sal común o de mesa se denomina cloruro de sodio. Un consumo excesivo de esta sustancia puede ocasionar aumento de sodio en el plasma, lo cual tiende a aumentar la presión osmótica y favorecer la retención de líquido y la hipertensión arterial.

Sin embargo, en pocos casos la ingesta excesiva de sal puede ocasionar hipernatremia, que es un aumento patológico de dicha sustancia en el plasma.

Un poco más arriba te comentábamos acerca de la posibilidad de que la hiponatremia en deportistas sea capaz de hinchar las manos, y esto puede sonar un poco contradictorio. Sucede que ambos trastornos son capaces de provocar edema por mecanismos diferentes.

El aumento del sodio lo hace al aumentar la presión hidrostática en los vasos sanguíneos arteriales, mientras que su disminución lo hace al bajar la presión osmótica, en casos aislados.

5. Linfedema

No todas las estructuras vasculares llevan sangre en su interior. Los vasos linfáticos contienen linfa, una sustancia rica en grasas y células del sistema inmunitario, por lo que guardan estrecha relación con los ganglios linfáticos.

Algunas patologías pueden pueden hinchar las manos y otras partes del cuerpo (en especial los miembros inferiores) como consecuencia de enfermedades del sistema linfático. La aparición de los síntomas sucede a lo largo de varios meses, y el edema es más duro que aquel producido por la extravasación de agua.

Las causas más comunes son defectos congénitos, inflamatorios, tumorales e infecciosos. Dentro de este último grupo destaca la filariasis linfática, una parasitosis producida por Wuchereria bancrofti, aunque según una publicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) puede ocasionar importantes deformidades corporales.

6. Reacciones alérgicas

Las reacciones alérgicas pueden hinchar las manos.
Las reacciones alérgicas suelen caracterizarse por otros síntomas además de la hinchazón de manos.

Este tipo de situaciones se caracterizan, desde un punto de vista molecular, por la exposición a un agente ambiental extraño al organismo que es capaz de estimular la activación de eosinófilos, mastocitos y basófilos. Además, se acompañan de una intensa liberación de inmunoglobulina E.

La presentación clínica típica capaz de hinchar las manos es el angioedema, caracterizada también por edema facial, urticaria y picazón (prurito). Son muchas las sustancias capaces de desencadenar esta condición, incluyendo la canela y las bebidas alcohólicas.

En casos graves, el edema facial es capaz de producir obstrucción de la vía aérea, por lo que se requiere tratamiento inmediato. Existen varios fármacos para revertir el cuadro clínico, que puede abarcar desde los antihistamínicos hasta la adrenalina.

Hinchazón de manos: ¿es necesario ir al médico?

No suele ser necesario acudir a un especialista ante un evento aislado de hinchazón de manos, en especial si revierte de forma espontánea y no existen síntomas asociados. En el resto de las situaciones es importante solicitar una evaluación médica, que en un principio puede ser con un médico de familia.



  • Flores-Villegas B, et al. Edema. Enfoque clínico. Med Int Méx 2014;30:51-55.
  • Herrera K, et al. Preeclampsia. Revista Médica Sinergia 2018;3(3):8-12.
  • Peña A, et al. Edema en miembros superiores. SEMERGEN 2015;41:424.
  • Pereira N, et al. Linfedema: actualización en el diagnóstico y tratamiento quirúrgico. Rev Chil Cir 2018;70(6):589-597.
  • Shaun Cho, MD. Peripheral Edema. Am J Med 2002;113:580-586.
  • Tincopa-Wong O. Urticaria y angioedema: una visión general. Acta Med Per 2014:31(2):111-124.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.