Los 3 tipos de lágrimas según la ciencia

Existen tres tipos de lágrimas: las reflejas, las basales y las emocionales. Te mostramos todo lo que debes saber de acuerdo a la evidencia científica.
Los 3 tipos de lágrimas según la ciencia

Escrito por Daniela Andarcia

Última actualización: 10 abril, 2021

¡Los tipos de lágrimas y la ciencia! A cuántos de nosotros no se nos han salido unas lágrimas tras una escena emotiva de una película, incluso algunos se sienten avergonzados y tratan de ocultar esas pequeñas gotas que brotan de los ojos. Bien, lo cierto es que las lágrimas, la mayoría de las veces, cuesta contenerlas.

Por tristeza, rabia, dolor o un hermoso momento de felicidad se tiende a llorar. Sin embargo, no todas las lágrimas surgen por las emociones, aunque muchas personas asocian las lágrimas con los sentimientos, en realidad pueden existir otros motivos que las hacen diferentes unas de las otras. Descubre los tipos de lágrimas que la ciencia ha descubierto hasta ahora.

3 tipos de lágrimas según la ciencia

La revista académica Frontiers in Psychology, tras una investigación, sugiere que llorar estimula el sistema nervioso parasimpático, por lo que puede ayudar a tomar el control de sí mismo, a descansar y a digerir la situación. Sin embargo, hay tres tipos diferentes de lágrimas, te mostramos cuál de todas te da este beneficio.

1. Lágrimas reflejas

Algunos tipos de lágrimas se relacionan con la irritación.
La irritación de los ojos suele provocar lágrimas de forma casi espontánea.

También conocidas como lágrimas irritantes, estas actúan para proteger al ojo de una posible irritación de agentes externos como basura, humo, polvo, gas pimienta o fragancias fuertes.

Las lágrimas reflejas brotan, además, cuando se consumen alimentos picantes, después de vomitar, al toser muy seguido o por un bostezo. El objetivo principal de este tipo de lágrima es proteger y aclarar la superficie ocular.

Un estudio realizado por Journal of Proteomics demostró la relación entre las lágrimas reflejas y el PRR4 (proline-rich protein 4, en inglés). La investigación encontró que el mayor aumento de estas proteínas ocurre cuando aparecen las lágrimas reflejas, esto se debe a que estas proteínas buscan eliminar los irritantes que entran en contacto con los ojos.

Por esta razón, se cree que el PRR4 es esencial en la protección y el mantenimiento del equilibrio de la superficie ocular.

2. Lágrimas basales

Su función principal es mantener la superficie ocular lubricada, por lo que este tipo de lágrimas se liberan de manera continua y en pequeñas cantidades. Poseen propiedades antibacterianas para garantizar el buen funcionamiento del ojo, desde mantener una buena visión hasta tener los ojos sanos y cómodos.

Las lágrimas basales pueden verse comprometidas cuando los ojos están expuestos a demasiadas horas frente a la pantalla del móvil, a vientos fuertes y a ciertos medicamentos para tratar el acné, por lo que la superficie ocular puede sufrir de resequedad.

3. Lágrimas emocionales

Las lágrimas emocionales o psíquicas se caracterizan por ser un llanto desencadenado por las emociones. La felicidad, la tristeza y la ira son emociones fuertes en las que el llanto actúa para estabilizar el estado de ánimo de la persona, de acuerdo con una investigación realizada por Psychological Science.

Las lágrimas producidas por la risa y el dolor físico también son asociadas con las lágrimas emocionales. En comparación con las lágrimas basales, las psíquicas se producen en mayor cantidad y, con respecto a las lágrimas reflejas, estas pueden ser igual o de mayor cantidad.

A diferencia de los otros tipos de lágrimas, estás enrojecen los ojos y la cara, pueden causar tos, espasmos en la parte superior del cuerpo o respiración convulsiva y, también, el llanto puede ser controlado de manera voluntaria por la persona.

¿Cuánto deberías llorar?

Un estudio realizado por la Universidad de Tilburg descubrió, al colocar las lágrimas de ciudadanos estadounidenses bajo el microscopio, que en promedio los hombres lloran 1,9 veces al mes y las mujeres 3,5 veces al mes. Sin embargo, aclaró que estas estadísticas varían dependiendo del país y su cultura.

¿Cuándo deberías ir al médico?

Existen muchos tipos de lágrimas.
Los primeros síntomas de la depresión pueden estar relacionados con lagrimeo frecuente.

Es normal llorar cuando así la emoción lo requiere, incluso evitar llorar en algunos casos de estrés podría ser contraproducente. Sin embargo, llorar de forma excesiva, sin control o motivo, es considerado por la tradición clínica como un signo de depresión, por lo que debes acudir a un médico si:

  • Lloras con mucha frecuencia.
  • Interfiere con sus rutinas diarias.
  • No lo puedes controlar.
  • No tienes ningún motivo aparente.

Ahora bien, un estudio publicado en Journal of Abnormal Psychology comparó la probabilidad de llorar y los cambios relacionados con el llanto en personas deprimidas y no deprimidas.

La investigación arrojó que el llanto no fue más probable en los pacientes depresivos que en los no depresivos. Del mismo modo, aquellos que lloraron dentro del segundo grupo demostraron un aumento en los niveles de tristeza y actividad cardíaca que los que no. No obstante, esto no se evidenció en los pacientes depresivos que lloraron.

¿Qué recordar de los tipos de lágrimas?

La mayoría de las personas asocian las lágrimas con las emociones, sin embargo, existen tres tipos diferentes de ellas. Las lágrimas reflejas tienen la función de proteger y aclarar los ojos de posibles agentes externos como basura, humo o polvo.

Por otro lado, las lágrimas basales se encargan de lubricar el ojo de manera constante, con el fin de mejorar la visión y mantener los ojos sanos. Si tus ojos lucen secos, debes consultar con un especialista.

Las lágrimas psíquicas son controladas de forma voluntaria por la persona y surgen por estrés emocional, tristeza, ira o dolor por la pérdida de un ser querido. Además, ten en cuenta que llorar es saludable porque ayuda a equilibrar y atenuar el dolor. Sin embargo, si lloras de manera constante y sin ningún motivo aparente, debes acudir al médico.



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