Insomnio ocasional: qué es y cómo combatirlo

El insomnio ocasional suele pasar desapercibido, e incluso puede llegar a infravalorarse. Veamos por qué ocurre y sus consecuencias para la salud.
Insomnio ocasional: qué es y cómo combatirlo
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 19 julio, 2023

El insomnio es uno de los trastornos del sueño más comunes. Se estima que hasta el 15 % de la población mundial padece de él, con una prevalencia más alta en las mujeres y en los adultos mayores. De cuando en cuando, las personas pueden desarrollar insomnio ocasional. La mayor parte del tiempo, este se manifiesta por hábitos de vida o situaciones estresantes.

Hasta hace relativamente poco, el problema se catalogaba en dos grupos: insomnio primario e insomnio secundario. Hoy en día, los expertos se refieren a él como insomnio a corto plazo, insomnio crónico y otros tipos de insomnio. En suma, el insomnio ocasional se puede catalogar como un insomnio a corto plazo, y por fortuna es fácil de abordar.

Características del insomnio ocasional

El término insomnio ocasional se utiliza de forma popular para aludir a problemas para dormir que se manifiestan durante un par de días o semanas. Por lo general, su intensidad oscila entre leve y moderada, y se puede caracterizar tanto por problemas para iniciar como para mantener un sueño profundo. Desde el punto de vista clínico, se prefiere catalogar estos episodios como insomnio a corto plazo.



Tal y como advierten los expertos, cualquier tipo de insomnio se traduce en un deterioro en la calidad de vida, alteraciones de carácter psiquiátrico, alteraciones de carácter físico y un mayor riesgo de accidentes.

Este tipo de insomnio es más común en situaciones transitorias de mayor estrés físico y mental. De hecho, y como veremos más adelante, los desequilibrios emocionales suelen ser su principal catalizador.

Síntomas del insomnio ocasional

El principal síntoma del insomnio ocasional son las alteraciones objetivas en la calidad o la cantidad de sueño percibido durante el descanso nocturno.

Un factor que no podemos dejar de señalar es que este aparece cuando la persona tiene el tiempo y la disposición de dormir. De esta manera, la restricción voluntaria del sueño no se considera como insomnio ocasional (por ejemplo, cuando una persona se mantiene despierta hasta altas horas de la noche para trabajar).

Se caracteriza por las dificultades para iniciar o mantener la experiencia del sueño. También se puede presentar con despertares tempranos o recurrentes a lo largo de la noche y dificultades para dormirse de nuevo luego de esto último. El insomnio a corto plazo se asocia con lo siguiente:

  • dificultad para concentrarse,
  • alteraciones en el estado de ánimo,
  • disminución de la productividad,
  • falta de energía durante el día,
  • siestas diurnas recurrentes,
  • somnolencia diurna,
  • susceptibilidad a cometer errores,
  • problemas para recordar cosas,
  • deterioro de la capacidad interpersonal y social.

Como su nombre lo indica, el insomnio ocasional se manifiesta de forma irregular. Puede hacerlo durante un par de días seguidos, luego de los cuales les siguen días de descanso normal. A veces se puede acompañar de síntomas de depresión y ansiedad leves.

Causas del insomnio ocasional

No existe una causa única del insomnio ocasional. A menudo, se considera que es una combinación de factores ambientales, genéticos, psicológicos y conductuales. Como hemos mencionado, y siguiendo a los investigadores, la edad y el sexo son dos factores de riesgo importantes. Así, las mujeres y las personas mayores son los más comunes en manifestar este y otros tipos de insomnio.

Se sabe que durante el insomnio ocasional el cuerpo se encuentra en un estado de hiperexcitación. Entre otras cosas, el organismo manifiesta un metabolismo corporal elevado, aumento del cortisol y hormona adrenocorticotrópica, aumento de la actividad electroencefalográfica de alta frecuencia y aumento de la frecuencia cardíaca. Se han determinado los siguientes factores como mediadores de este tipo de experiencias:

  • estrés,
  • problemas psicológicos (ansiedad y depresión),
  • exposición al humo del tabaco,
  • dolor,
  • problemas familiares,
  • mala calidad del aire de la habitación,
  • malos olores en la habitación,
  • fatiga excesiva,
  • ruido en el ambiente.

El insomnio ocasional es relativamente común en las personas que trabajan por turnos, los padres primerizos y los estudiantes. La interacción con drogas recreativas, el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir, cenar a una hora muy cercana a la hora del sueño y la ingesta de algunos medicamentos pueden estar detrás del problema.



Opciones de tratamiento

El insomnio ocasional se puede tratar de manera efectiva con ayuda de cambios en el estado de vida. Al menos es así en la mayoría de los casos, esto con el objetivo de evitar la dependencia e incluso el mal uso de medicamentos para dormir. Esta terapia tiene menos efectos secundarios, es más asequible y mejora de forma general la higiene del sueño de la persona.

Hay muchos comportamientos que están relacionados con una mala experiencia al momento de dormir. En primer lugar, prueba con controlar lo siguiente:

  • Evita el alcohol, la nicotina y la cafeína a altas horas de la noche.
  • Controla la temperatura de la habitación. Tanto una muy caliente como una muy fría pueden perturbar tu descanso nocturno. La temperatura ideal debe oscilar entre 16 y 20 °C, aunque debes elegir aquella con la que te sientas más cómodo.
  • Utiliza ropa adecuada para dormir.
  • Evalúa la calidad de tus almohadas y la del colchón. En caso de que uno de ellos (o ambos) sean muy antiguos, considera su reemplazo.
  • Procura utilizar la cama solo para dormir. No veas televisión sobre ella, tampoco leas o navegues por Internet.
  • A propósito de esto último, evita el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de irte a la cama.
  • Trata de mantener tu habitación lo más ordenada y limpia que puedas.
  • Evita o reduce el ejercicio vigoroso. Aunque un poco de actividad puede ayudarte a descansar, en exceso tiene el efecto contrario.
  • Disminuye las siestas que haces durante el día. Incluso, procura no hacer ninguna.

Por otro lado, conviene consultar con un especialista en caso de que su desencadenante sean alteraciones emocionales. Un psicólogo puede ayudar a controlar o abordar el estrés, la depresión y la ansiedad. El uso de medicamentos debe evitarse, y en caso de optar por ellos solo debe hacerse bajo la supervisión médica. No es una terapia a largo plazo, sino que se considera solo durante un tiempo prudencial.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.