Gastroscopia: todo lo que debes saber
Una gastroscopia es un procedimiento que se utiliza para examinar el tracto digestivo superior. Esto incluye el esófago, el estómago y la parte inicial del intestino delgado. Se trata de una evaluación estándar en muchas intervenciones, ya que es un método seguro, práctico y rápido para detectar y corregir problemas en estas áreas.
Si es la primera vez que te realizan una gastroscopia es natural que tengas muchas dudas al respecto. Hoy despejaremos muchas de ellas, y lo haremos enseñándote cómo se realiza el procedimiento y qué puedes esperar durante la evaluación. Esperamos que la información que suministramos sea de gran ayuda para que puedas enfrentar la intervención sin algún temor.
¿Para qué sirve la gastroscopia?
Una gastroscopia se utiliza para confirmar o descartar la presencia de condiciones médicas que se localizan en el tracto digestivo superior. Para ello se utiliza un gastroscopio, un instrumento diseñado para explorar el interior del tubo digestivo. El especialista puede sugerir la intervención en los siguientes contextos:
- Sospecha de úlcera péptica.
- Sospecha de cáncer de esófago o estómago.
- Acidez estomacal crónica.
- Dolor de estómago crónico o recurrente.
- Dificultad para tragar.
- Pérdida de peso sin razón aparente.
- Chequeo rutinario después de cirugía de estómago.
- Heces negras o con sangrado en las evacuaciones.
- Náuseas en cuadros crónicos o repetitivos.
En todos estos casos la gastroscopia se usa bajo una función diagnóstica, aunque también puede ser útil para tratar algunas afecciones. Por ejemplo, con su ayuda se puede ensanchar o dilatar el esófago, extraer cuerpos extraños en el sistema digestivo superior, extirpar pólipos y demás.
Cuando se utiliza con fines diagnósticos se denomina gastroscopia diagnóstica y, cuando se usa para tratar una afección, gastroscopia terapéutica. El procedimiento puede ser útil para detectar hipertensión portal, úlceras estomacales, reflujo gastroesofágico, enfermedad celíaca, esófago de Barrett y muchas más.
¿Cómo se hace una gastroscopia?
La evaluación estándar suele durar entre 15 y 20 minutos, aunque puede tardar un poco más si el especialista pasa de un proceso diagnóstico a uno en el que debe tratar una afección. Se hace de forma ambulatoria, de manera que no debes pasar la noche en el hospital salvo que el diagnóstico de una condición así lo requiera.
Te pondrán anestesia en la boca y en la garganta con ayuda de un atomizador especial, a veces pueden sedarte. Los investigadores señalan que los pacientes ansiosos y jóvenes tienden a sentir un mayor grado de incomodidad durante la evaluación, así que se sugiere que en estos se use sedación. Cuando así se hace, se adminitra por vía endovenosa poco antes de empezar.
Te acostarás en tu lado izquierdo y se te pondrá un anillo protector entre los dientes para que tu boca permanezca siempre abierta. En este punto el especialista insertará el gastroscopio lentamente hasta alcanzar la zona que desea analizar. Dado que al extremo del instrumento se localiza una cámara, este podrá apreciar todas las áreas en una pantalla en el consultorio.
Luego de evaluar todas la áreas y descartar posibles anormalidades, extraerá lentamente el gastroscopio. Se te acompañará a una sala especial para que te recuperes de la sedación (de ser el caso) o para evaluar tu recuperación. Luego de que comprueben que tus signos vitales están estables, puedes abandonar el centro médico ese mismo día.
¿Cuáles son los riesgos de una gastroscopia?
La gastroscopia es muy segura y las complicaciones asociadas al procedimiento son muy raras. Como en cualquier tipo de intervención hay un margen de riesgo, los cuales incluyen perforaciones en el revestimiento del tracto digestivo, complicaciones respiratorias o cardiovasculares producto de la sedación, lesiones en los dientes y poco más.
Lo cierto es que se trata de una evaluación muy segura cuyas complicaciones son inferiores al 1 %. Los riesgos son mayores cuando se hace una gastroscopia como tratamiento, ya que puede haber sangrado o lesiones menores al extirpar ciertas afecciones. La experticia del profesional que realiza la intervención media en el riesgo de complicaciones asociadas.
Preguntas frecuentes sobre la gastroscopia
Aunque ya hemos expuesto la información más importante que debes saber sobre la intervención, es probable que algunas dudas no hayan sido resueltas. Respondemos así a las principales interrogantes que los pacientes se hacen antes de acudir el día para la evaluación.
¿Cómo debo prepararme?
El especialista orientará sobre los pasos previos que debes seguir, aunque en general estos siempre son los mismos. Debes detener el consumo de cierto medicamentos, como por ejemplo los anticoagulantes. No debes beber ni comer 6 horas antes de la intervención. No debes tomar antiácidos el día de la prueba, y se debe evitar beber alcohol y fumar desde un par de días antes.
¿Cómo es el proceso de recuperación?
Podrás marcharte el mismo día del centro médico. Es probable que sientas una sensación de llenura, entumecimiento, gases o dolor de garganta después. Esto es normal y desaparecerá en los siguientes días. Puedes comer y beber inmediatamente después de la evaluación.
¿Puedo conducir el mismo día?
Si te han suministrado sedación estarás bajo sus efectos hasta por 24 horas, dependiendo del fármaco. Por esto es recomendable no conducir. Debes planificar con un familiar o con un amigo para que te recoja. También debes evitar firmar documentos importantes, beber alcohol y participar en actividades que demanden cierto grado de coordinación física.
¿Estaré dormido durante la intervención?
Depende. Por lo general se usa un tipo de sedación conocida como sedación consciente. No estarás 100 % dormido, pero lo más probable es que no recuerdes toda la intervención. Si el médico lo considera oportuno, puedes apelar por un tipo de sedación que te duerma por completo. Podrás respirar por tu propia cuenta en estos casos.
¿Cómo debo ir vestido?
Asiste al centro médico con ropa cómoda y holgada. Deja en casa las joyas, los relojes y demás objetos de valor en casa. Lleva solo lo que necesites: datos de la aseguradora, tarjetas de crédito para posibles gastos extras, identificación, móvil y demás.
Esperamos que con lo expuesto en las líneas anteriores estés más seguro/a al realizarte una gastroscopia. Consulta con el especialista todas las dudas que tengas, incluyendo el motivo por el cual se realiza la intervención. Aunque algunos expertos creen que la gastroscopia robótica podría ser estándar en el futuro, hoy el proceso es eminentemente manual.
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