Galactocele o quiste de leche: lo que debes saber

Los quistes de leche son relativamente comunes, y aunque no se asocian con complicaciones pueden generar angustia en los pacientes. Te enseñamos todo sobre ellos.
Galactocele o quiste de leche: lo que debes saber
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 16 agosto, 2022

Un galactocele es un quiste de leche benigno que se desarrolla casi de manera exclusiva en las mujeres lactantes. También se conoce como quiste lácteo o lactocele. Forma parte de lo que los expertos denominan trastornos benignos de la mama y la lactancia, entre los cuales los bultos mamarios ocupan un lugar particular.

Se estima que hasta el 4 % de las mujeres desarrollan galactocele, aunque el número podría ser mayor. Esto se debe a que muchos quistes no se detectan por los pacientes, y cuando sí lo hacen por parte de los especialistas suelen no reportarlos por su naturaleza benigna. Hoy revisamos sus características, sus causas y las opciones de tratamiento.

Características del galactocele o quiste de leche

El término galactocele deriva de las locuciones griegas galatea, que significa ‘blanco lechoso’, y cele, que significa ‘bolsa’. Aunque el quiste se puede formar en varios lugares, lo cierto es que tienden a desarrollarse en la región retroareolar de los senos. Se caracterizan por pequeñas zonas hinchadas que no producen dolor.

Inicia con un pequeño bulto en uno o ambos senos, el cual es insidioso y aumenta de manera progresiva. No se presentan otros síntomas como dolor o fiebre, aunque pueden ocasionar dificultad para amamantar (en especial en las primíparas). El quiste suele ser solitario, firme, de movimiento libre y se puede confundir con facilidad con un tumor en la mama.

De acuerdo con los expertos, ocurre con mayor frecuencia en las mujeres lactantes en el periodo de posparto, aunque también se puede manifestar en otros grupos. Se han reportado casos en niños y bebés, también en hombres jóvenes. En todo caso, la mayoría de los quistes de leche se desarrollan en mujeres durante el periodo de lactancia.

Es mucho más frecuente en mujeres con mamas densas y se puede detectar a través de pruebas de ultrasonido. La ecografía mamaria y la mamografía son las técnicas más usadas, con predilección por la primera.

En el proceso se pueden descartar otras posibles explicaciones, como lo son los abscesos mamarios, los quistes mamarios, los hematomas, los adenomas en la lactancia, los cambios fibroquísticos y el carcinoma de mama.

El quiste contiene leche o sustancias lácteas, y solo unos pocos casos se relacionan con infección. Esto se debe a que la leche que los compone se encuentra estéril, de modo que las complicaciones en este sentido son muy raras. A pesar de ello, se deben evaluar de la mano de un especialista para evitar que interrumpan el proceso de lactancia.

Causas del galactocele o quiste de leche

El galactocele o quiste de leche requiere evaluación profesional
Es importante acudir a un profesional de la salud para determinar el verdadero origen del galactocele y valorar opciones de tratamiento.

Como bien apuntan los expertos, la mayor parte de los galactocele o quistes de leche se pueden explicar por medio de tres desencadenantes: obstrucción ductal, estímulo de prolactina y un epitelio mamario secretor. Veamos con detalle todas estas variables:

  • Obstrucción ductal: se han reportado casos de galactocele o quiste de leche luego de la cirugía de aumento de senos. Se señalan a las incisiones periareolares como las posibles responsables, ya que estas pueden causar lesiones en los conductos que derivan en su obstrucción. Aunque es menos común, también pueden aparecer en los abordajes inframamarios.
  • Estímulo de prolactina: el fenómeno se puede manifestar en bebés y niños debido al paso transplacentario de prolactina. En hombres adultos puede ocurrir debido a episodios de hiperprolactinemia, a menudo relacionados con hipogonadismo hipogonadotrópico.
  • Epitelio mamario secretor: el grupo más afectado son las mujeres a partir de tercer trimestre de embarazo, durante la lactancia, o después de ella. La influencia hormonal de la gonadotropina coriónica tiene un gran protagonismo, en especial en mujeres con dificultad para amamantar, que han seguido durante un tiempo un tratamiento con base en pastillas anticonceptivas o cuando la leche materna no se vacía.

Estos son los principales desencadenantes del galactocele o quiste de leche. Hasta el momento se ha descartado la predisposición genética, de manera que no existen factores de riesgo genéticos que incentiven su aparición. Todos los casos son benignos y no se asocian con mayores complicaciones, aunque se debe acudir a un profesional para descartar otras explicaciones y valorar la presencia del quiste de leche.

Opciones de tratamiento

El galactocele o quiste de leche tiene varios tratamientos
Debido a sus escasas manifestaciones clínicas, el galactocele no siempre requiere tratamiento. Pero si se desea, existen varias modalidades disponibles.

El tratamiento del galactocele suele ser conservador. La mayoría de los quistes de leche desaparecen luego de que cesa la lactancia, esto debido a que retroceden los cambios hormonales relacionados con el embarazo. Considerando que no son dolorosos y no suelen provocar complicaciones se opta por esperar hasta este término. En otros contextos se puede apelar por lo siguiente:

  • Aspiración de aguja fina: en mujeres lactantes con quistes particularmente grandes se puede optar por la aspiración de aguja fina. Se hace con el complemento de antibióticos grampositivos, esto para evitar complicaciones luego del procedimiento. Los casos de recurrencia de quistes extraídos son poco frecuentes.
  • Prescripción de agonistas de la dopamina: los casos no relacionados con la lactancia (agrandamiento de mamas, por ejemplo) se pueden tratar con medicamentos como bromocriptina. Este y otros disponibles son útiles para inhibir la producción de leche.
  • Cirugía: algunos episodios pueden estar relacionados con complicaciones mayores, como por ejemplo prolactinoma. Se trata de un tumor que eleva la producción de prolactina, y se puede tratar por medio de cirugía, radioterapia e ingesta de medicamentos (bromocriptina y cabergolina).

Al margen de esta opciones, los pacientes deben estar al tanto de que el pronóstico casi siempre es excelente; de manera que muchos especialistas optarán por esperar a que los quistes desaparezcan por sí solos. El masaje mamario durante el embarazo y la lactancia puede usarse como método preventivo, en especial en mujeres con un gran volumen mamario.



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