El deseo sexual en la vejez

Existe un gran desconocimiento sobre el deseo sexual en la vejez. Veamos qué dicen los científicos y algunas reflexiones.
El deseo sexual en la vejez
Laura Ruiz Mitjana

Revisado y aprobado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 16 noviembre, 2022

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el la salud sexual como ‘un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad; y no simplemente la ausencia de enfermedad, disfunción o dolencia’. Es bien sabido por todos que el envejecimiento se relaciona con una serie de cambios en la salud sexual, aunque en general estos son muy malentendidos. Es por esto que repasamos qué dicen los científicos sobre el deseo sexual en la vejez.

Ciertamente, existe un tabú o un escepticismo en la población al momento de abordar las pláticas sobre el deseo sexual en la vejez, o directamente en relación con las experiencias sexuales. Como conclusión adelantamos que, estrictamente hablando, los seres humanos nunca son demasiado viejos para disfrutar de una vida sexual feliz y saludable. Por supuesto, esta atraviesa una serie de cambios motivados por el contexto.

¿Existe el deseo sexual en la vejez?

Existe un consenso general entre la población joven de asumir que las personas mayores pierden sus deseos sexuales o que son físicamente incapaces de realizar el acto sexual. Esto puede llevar a muchos adultos mayores a desarrollar sentimientos de culpa o represión en torno a la expresión de su deseo sexual. Como no podría ser de otra manera, sí existe deseo sexual en la vejez, aunque tiene motivaciones ligeramente diferentes.

Por supuesto que el placer está de por medio durante las experiencias sexuales durante esta etapa de la vida, pero también lo están las ideas de lealtad, admiración, afecto, pasión, romance, compromiso y otros.

De igual manera lo están en la afirmación de la autoestima, la valoración personal sobre las capacidades físicas y la felicidad subjetiva. Todo esto entra en juego cuando se habla del deseo sexual en la vejez.

De acuerdo con las estimaciones, más del 80 % de los adultos entre 50 y 90 años se mantienen activos sexualmente. Bien es cierto que la frecuencia de la actividad sexual disminuye a medida que las personas envejecen, pero esto no implica que el deseo sexual en la vejez desaparezca por completo. Por supuesto, está condicionado por una serie de factores típicos de la tercera edad.

El deseo sexual en la vejez y la disfunción sexual

El deseo sexual en la vejez es saludable
Muchos casos de problemas con la salud sexual durante la vejez pueden asociarse a casos de disfunción sexual. Estos son susceptibles de tratamiento.

A medida que una persona se hace mayor aumenta la prevalencia de algunas enfermedades. Los especialistas advierten que más de 50 % de los adultos mayores interrumpen sus actividades sexuales debido al deterioro de su salud.

Afecciones como la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardíacas y la artritis se cuentan como algunas de las más incapacitantes para la sexualidad durante la vejez.

Aunque es cierto que disminuye un poco, el deseo sexual en la vejez se mantiene en niveles suficientes para asegurar una salud sexual estable. Pese a ello, a las condiciones de salud anteriores hay que sumar aquellas relacionadas con la disfunción sexual. Repasamos las más importantes para cada sexo siguiendo a los investigadores.

Salud sexual y envejecimiento en hombres

La disfunción eréctil es la principal manifestación de disfunción sexual en los hombres mayores. Algunas estimaciones sugieren que hasta el 70 % de los hombres mayores de 70 años lidian con algún grado de disfunción eréctil.

Este porcentaje desciende al 45 % en la categoría de los 60 años de edad y a 15 % entre los de 40. Los hombres obesos, con diabetes, con hipertensión arterial, con enfermedades cardíacas y que ingieren algunos medicamentos (diuréticos tiazídicos, antidepresivos, bloqueadores beta y otros) tienen un mayor riesgo.

Por otro lado, la inactividad física, los hábitos como fumar o consumir alcohol y la dieta pueden potenciar la manifestación de la disfunción eréctil. La segunda complicación más común es el hipogonadismo.

Esto es la reducción de los niveles de testosterona. Aunque la disminución no es tan abrupta como en las mujeres, esta se puede interponer en el impulso sexual, los pensamientos sexuales y el disfrute. Ambas condiciones afectan el deseo sexual en la vejez.

Salud sexual y envejecimiento en mujeres

Tener deseo sexual en la vejez es normal
Las mujeres pueden ser especialmente propensas a tener relaciones sexuales incómodas o dolorosas al alcanzar la vejez.

La menopausia es el principal obstáculo que deben sortear las mujeres para lograr una salud sexual. Entre muchas otras cosas las alteraciones en la producción hormonal se traducen en sequedad vaginal, disminución de la lubricación con la actividad sexual y dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), además de cambios neurológicos y psicosexuales.

Entre estos últimos destacamos el deterioro del rendimiento sexual, la disminución de la libido, la irritabilidad y la anorgasmia. Por otro lado, la atrofia vulvovaginal (VVA, por sus siglas en inglés) es la segunda complicación relacionada con la salud sexual y el envejecimiento en mujeres.

De acuerdo con las estimaciones, la desarrolla el 4 % de mujeres con una menopausia temprana y el 47 % de mujeres con una menopausia tardía.

Como consecuencia de ello el epitelio vaginal padece un adelgazamiento. Esto da como resultado una reducción de las células exfoliadas en la vagina, lo que a su vez eleva el pH y altera la flora natural.

La sequedad vaginal, la incontinencia de esfuerzo, la irritación, las infecciones urinarias frecuentes, el sangrado poscoital y el dolor son algunas complicaciones de por medio. Una vía que se interpone en el deseo sexual en la vejez.

Este breve panorama nos es útil para comprender que los adultos mayores experimentan deseos e impulsos sexuales, aunque estos pueden condicionarse por factores sociales, emocionales y fisiológicos.

Contrario a lo que se piensa, para muchos de estos problemas se puede encontrar una solución. Si estás experimentando problemas en tu salud sexual (nos remitimos a la definición dada al inicio) no dudes en buscar ayuda profesional.



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