4 consejos para una buena higiene interdental

Realizar una buena higiene interdental cada día ayuda a prevenir las patologías bucales más frecuentes. Descubre lo que dice la evidencia sobre los cuidados necesarios para limpiar esta zona de la boca.
4 consejos para una buena higiene interdental
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 12 agosto, 2023

La buena higiene interdental es una práctica que no debe pasarse por alto si queremos mantener nuestra boca sana. El cuidado adecuado de la zona comprendida entre diente y diente evita muchas complicaciones, pero requiere una especial atención.

La placa bacteriana que se acumula en el espacio que existe entre los dientes predispone a la aparición de problemas orales como las caries, la gingivitis, la periodontitis y el mal aliento. Estos cuadros afectan la calidad de vida de quien los padece y pueden agravar otras condiciones de salud.

Mantener una buena higiene interdental puede resultar complicado por su difícil acceso. En este artículo analizamos las recomendaciones de la comunidad científica para limpiar esta zona de la boca y lo resumimos en 4 consejos.

¿Qué es la zona interdental?

Para poder realizar una buena higiene interdental es necesario comprender qué zona de la boca estamos limpiando. Se denomina espacio interdental al área comprendida entre la encía y el punto en el que contactan las paredes laterales de los dientes.

En la mayoría de las personas, casi no existe separación entre las piezas dentales y las caras proximales de los dientes contactan entre sí. Cuando el espacio es así de estrecho, la totalidad del área es ocupada por una porción de encía de forma triangular que se denomina papila interdental.

En cambio, algunas personas tienen los dientes separados y el espacio interdental es más notable. En estos casos, la papila dental es menos evidente, ya que el tejido gingival sufre una ligera retracción.

Como te contaremos más adelante, para realizar una buena higiene interdental debemos tener en cuenta las características, la forma y el tamaño de estos nichos. Del espacio entre diente y diente y la consistencia de la encía dependerán los instrumentos y procedimientos a realizar.

El pequeño espacio entre diente y diente es inaccesible para las cerdas del cepillo dental convencional. Según la bibliografía, el cepillado de dientes solo puede eliminar hasta el 60 % de la placa total cada vez que se realiza una limpieza. Por lo tanto, si para higienizar nuestra boca solo recurrimos al cepillado tradicional, dejamos sin limpiar casi el 40 % de la dentadura.

¿Por qué realizar una buena higiene interdental?

Si no se realiza una buena higiene interdental, en los espacios entre diente y diente se acumulan restos de alimentos y bacterias. Con el tiempo, sobre estos desechos precipitan sales minerales de la saliva dando origen al sarro o cálculo dental.

La placa bacteriana y el sarro son los causantes de las patologías orales más frecuentes. Las caries y la enfermedad periodontal son las más habituales. Estas condiciones no solo afectan las funciones de la boca, la estética facial y la calidad de vida de quien las padece. Además, se ha comprobado que tienen un impacto sistémico y se asocian a complicaciones metabólicas, cardíacas, neurológicas y a efectos adversos durante el embarazo.

La remoción regular de la placa bacteriana ayuda a prevenir las patologías y complicaciones que de ella derivan. Entonces, para mantener una buena salud oral es necesario adoptar ciertas prácticas de limpieza y realizarlas con frecuencia y de manera adecuada. Esto incluye una buena higiene interdental que elimine los residuos que quedan entre los dientes.

Existen distintos elementos auxiliares que complementan el cepillado de dientes y permiten realizar una adecuada limpieza interdental. Veamos estos consejos que ayudan a mantener limpia la zona entre los dientes.



1. Utilizar hilo dental para una buena higiene interdental

La limpieza con hilo dental es una de las técnicas más sencillas y accesibles para realizar una buena higiene interdental. Según un estudio clínico no experimental que analizó la eficacia del hilo dental como complemento del cepillado de dientes, pasar un filamento fino en cada espacio proximal ayuda a desorganizar y remover la placa bacteriana que allí se acumula y mejorar la salud gingival.

De hecho, es el único elemento de higiene proximal que puede pasar por espacios muy estrechos sin aplastar las papilas interdentarias. Esto lo convierte en una opción conveniente para la higiene interdental de pacientes con apiñamiento.

Para realizar la limpieza interdental es necesario cortar un trozo de seda dental de 50 centímetros de largo y enrollar sus extremos alrededor de cada dedo medio de ambas manos. Luego, haciendo movimientos de sierra y una leve presión con los dedos índice y pulgar, se introduce el hilo en el espacio entre los dientes, cuidando de no lastimar la encía.

Con el hilo en la zona interdental se presiona contra el costado de uno de los dientes formando una C. Se hacen movimientos de arriba hacia abajo para los dientes superiores y de abajo hacia arriba para los dientes inferiores. Luego, se repite la misma acción, haciendo presión sobre el costado del otro diente en el mismo espacio interdental.

Con hilo limpio, se continúa la limpieza de todos los espacios proximales de toda la boca. A medida que vamos limpiando, se desenrolla seda sin usar de un dedo mayor y se enrolla la ya usada sobre el otro dedo mayor.

Algunas personas recurren a un portahilos para utilizar la seda dental con más facilidad. Se trata de instrumentos plásticos diseñados para sujetar el hilo que poseen un mango que permite acceder con comodidad a cada espacio interdentario.

Realizar una buena higiene interdental con seda requiere constancia y práctica para mejorar la destreza. De hecho, según un estudio transversal publicado por la Universidad Nacional del Nordeste, al encuestar a los participantes sobre conocimientos, actitudes y hábitos de salud bucal, uno de los mayores motivos de resistencia para el uso del hilo dental es la habilidad exigida y la necesidad de entrenamiento para dominar la técnica.

Además, algunos encuestados relataban que la pereza y la falta de tiempo evitaban que incorporen este tipo de limpieza a su rutina de higiene oral.

2. Recurrir a los cepillos interdentales

Los cepillos interdentales son uno de los instrumentos más efectivos para practicar una buena higiene interdental.

Un estudio publicado por la Academia Americana de Periodoncia comparó la efectividad de la higiene bucal interproximal lograda con los cepillos interdentales y con el hilo dental. Se concluyó que, aunque las diferencias son pequeñas, el uso de cepillos interdentales resulta más eficaz para eliminar la placa bacteriana y tiene una mejor aceptación por los pacientes con periodontitis.

Los cepillos interdentales poseen un mango plástico o de metal y un extremo con cerdas dispuestas en forma cilíndrica o de espiral cónica. Se los puede encontrar en una amplia variedad de tamaños, para que puedan adaptarse a las distintas dimensiones de los espacios interproximales sin dañar la encía.

Son fáciles de usar: el cepillo se introduce de forma holgada en cada espacio interdentario para que las cerdas —y no el alambre— contacten con las paredes laterales de los dientes. Se realizan movimientos de adentro hacia afuera varias veces, sin hacerlo girar, ejerciendo un barrido sobre ambas caras proximales de las piezas dentarias. Esto se repite en cada nicho interdental de la boca.

La investigación señala que son de especial utilidad en pacientes con papilas que no llenan el espacio interdentario, que sufren periodontitis o que son portadores de aparatos de ortodoncia, implantes dentales y puentes.

3. Valerse de un irrigador oral

Los irrigadores dentales son artefactos que dispensan un chorro de agua u otro líquido a presión. Se usan para limpiar diferentes zonas de la boca, sobre todo aquellas de difícil acceso, como los espacios interdentales.

Constan de un depósito de agua, un motor que acciona la bomba y una boquilla que permite acceder con facilidad a la boca. El fino chorro de agua a presión que dispensa el aparato es capaz de arrastrar con suavidad los restos de comida y los residuos no estructurados presentes entre los dientes.

Los irrigadores dentales son seguros y fáciles de utilizar. Se los puede usar combinados con alguna solución antiséptica o un enjuague bucal para mejorar la limpieza.

Los irrigadores dentales son un recurso auxiliar que complementa y mejora las otras técnicas de higiene oral. Su uso ayuda a lograr una buena higiene interdental, sobre todo en pacientes con implantes dentales, problemas de encías o que usan aparatos de ortodoncia.

Además, existe evidencia de que su uso prolongado aumenta la queratinización gingival. Esto puede tener un efecto benéfico para la salud periodontal, retrasando la acumulación de placa bacteriana y sarro y reduciendo la inflamación de los tejidos de sostén.

4. Visitar al dentista con frecuencia

Las consultas regulares al dentista son necesarias para lograr una buena higiene interdental. Los chequeos frecuentes y las limpiezas profesionales permiten mantener la zona entre los dientes limpia y sana. Se sugiere visitar al profesional una o dos veces al año.

Cuando se deposita sarro entre los dientes y por debajo de las encías, solo es posible eliminarlo a través de una profilaxis dental que realiza el odontólogo en el consultorio. A través del raspado con instrumental especifico, el uso de ultrasonido y de pastas y brochas especiales, se eliminan todos los depósitos de cálculo hasta lograr una superficie dental limpia y lisa.

Asimismo, en las consultas dentales, el profesional evalúa las necesidades individuales de cada persona para asesorarla respecto a los cuidados más convenientes para mantener sus espacios interdentales limpios y sanos. La bibliografía sugiere que los dentistas deben recomendar a sus pacientes los productos y las técnicas más apropiadas según el tamaño de sus nichos interproximales y sus condiciones orales específicas.



Una buena higiene interdental cada día

Para lograr una buena higiene interdental es necesario reservar un momento del día para realizar la limpieza oral. El aseo de las zonas interproximales se debe incorporar a la rutina de higiene bucal diaria y practicarlo al menos una vez al día.

Luego del cepillado de dientes convencional se han de usar los utensilios de higiene interdental que aquí te contamos. Para finalizar la limpieza, es aconsejable enjuagar la boca con algún colutorio oral.

De hecho, una revisión sistemática y metanálisis que analizó la eficacia de los enjuagues bucales con varios ingredientes en el control de la placa bacteriana, concluyó que estos productos tienen actividad antiplaca y son de utilidad para mantener una buena higiene bucal.

Realizar una buena higiene interdental requiere predisposición, constancia y práctica. De todos modos, la ganancia en salud vale el esfuerzo. Prevenir las caries y la enfermedad periodontal, con todas las incomodidades y complicaciones que estos cuadros producen, es motivación suficiente.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.