¿Cómo funciona la glándula tiroides?

A la glándula tiroides se le conoce como el "centro de regulación" del cuerpo, dado que influye en el funcionamiento de diversos órganos y sistemas. Te lo explicamos a detalle.
¿Cómo funciona la glándula tiroides?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 25 junio, 2021

Aunque es esencial para la salud, no es hasta que nos diagnostican un problema que nos detenemos a pensar en cómo funciona la glándula tiroides. Sin embargo, lo cierto es que nos conviene conocer más al respecto. Por ello mismo, a continuación explicaremos todos los aspectos más importantes que, de cara a la consulta médica, debemos tener en cuenta.

La glándula tiroidea es aquella que, en términos coloquiales, se sitúa en la zona del cuello. Específicamente en la región anterior. Tiene una forma que recuerda a la de una mariposa y cumple múltiples funciones en el organismo, que van desde la regulación de la temperatura corporal hasta el ritmo cardíaco, el apetito y el sueño. Para ello, produce hormonas tiroideas.

Como no es posible hablar de esta glándula sin mencionar sus hormonas, y la relación con el metabolismo del yodo, a continuación profundizaremos en esto.

Hormonas tiroideas

Cómo funciona la glándula tiroides: viajando en la sangre
Las hormonas tiroideas viajan a lo largo del torrente sanguíneo para ejercer sus efectos en casi todos los tejidos del cuerpo.

Como explican los expertos de la American Thyroid Association, para poder realizar todas y cada una de sus funciones, la glándula tiroides produce hormonas tiroideas (T1, T2, T3, T4, TSH). Estas macromoléculas luego pasan al torrente sanguíneo y las llevan a todos los tejidos del cuerpo.

Las hormonas tiroideas son determinantes para el desarrollo y salud de los seres humanos. En los niños, son especialmente importantes para su desarrollo somático (o crecimiento corporal), el desarrollo del cerebro y el esqueleto, y en los adultos, para la actividad metabólica.

Asimismo, ayudan al cuerpo a utilizar energía, mantener la temperatura corporal y contribuir con el funcionamiento normal del cerebro, el corazón, los músculos y otros órganos. Debido a ello, cuando tenemos un problema en la tiroides, no solo experimentamos síntomas cardíacos o metabólicos, sino de diversa índole.

  • Existen dos tipos de hormonas tiroideas que son activas a nivel biológico: la tiroxina (T4), que corresponde al 93 % de hormona secretada por la glándula tiroides, y la triyodotironina (T3).
  • Desde la Asociación Española de Cáncer de Tiroides nos indican que “la numeración 1, 2, 3, 4 tiene relación con la cantidad de yodo en su composición”.

Metabolismo del yodo

Como el cuerpo no es capaz de producir yodo de forma natural, debe obtenerlo a través de alimentos como las algas, el pescado, los productos lácteos y la sal yodada, en el marco de una dieta equilibrada. Esta debe seguirse según las necesidades del organismo teniendo en cuenta el sexo, la edad y el estado de salud.

  • Para poder producir suficiente tiroxina, las personas adultas deben consumir unos 150 microgramos de yodo al día, que al año vendrían a ser unos 50 gramos.
  • La mujeres embarazadas requieren mayor cantidad de yodo. Esta puede llegar a ser de 220 microgramos al día.
  • En los niños, las necesidades de yodo varían según la edad.
  • Los expertos indican que tanto en niños como adultos, cuando la ingesta de yodo es inferior a los requerimientos, aumenta la proporción que es captada y utilizada en la tiroides frente a la que se elimina por la orina. Por otro lado, cuando la ingesta es superior a los requerimientos se elimina una proporción mayor por la orina.

Regulación del sistema tiroideo

Tal y como se expone en la literatura científica: “la regulación de la secreción de hormonas tiroideas se lleva a cabo por retroalimentación negativa mediada por la T4, que en los tirotropos se transforma en T3 y regula a la baja a los receptores para TRH, con lo que disminuye su efecto estimulante”.

Trastornos de la tiroides

Cómo funciona la glándula tiroides: en ocasiones pueden desarrollarse patologías
Un ejemplo de patologías tiroideas son aquellas ocasionadas por enfermedades autoinmunitarias. En estos casos, puede producirse tanto hipo como hipertiroidismo.

Los trastornos de la tiroides más conocidos son el hiper y el hipotiroidismo. Estos hacen referencia a un mal funcionamiento de la glándula tiroides, bien sea porque no puede producir suficiente hormona tiroidea (hipotiroidismo) o porque la produce en exceso (hipertiroidismo).

Otros trastornos de la tiroides son el bocio (que implica el agrandamiento excesivo de la glándula) y el cáncer de tiroides.

Aún cuando todas las enfermedades de la tiroides tienen un impacto más o menos global en el organismo, los síntomas variarán.

Así, mientras que en el hipotiroidismo puede presentar -por ejemplo- una mayor sensibilidad o incluso intolerancia al frío, en el hipertiroidismo puede presentarse todo lo contrario, es decir, una mayor sensibilidad o intolerancia al calor.

Por supuesto, el tratamiento para cada una de estas enfermedades es exclusivo. Esto quiere decir que, cada una tiene un determinado tipo de abordaje. No existe un tratamiento único para todas las enfermedades que afectan el funcionamiento de la tiroides.

¿Te han diagnosticado un problema en la tiroides? Si es así, recuerda atender a la información que te brinde el médico, y resuelve con él todas las dudas que puedas tener sobre el funcionamiento de la glándula tiroides y más.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.