La teoría personalística de Allport

La teoría de la personalidad de Allport ha sentado las bases más importantes de lo que hoy en día sabemos sobre este aspecto tan importante de la vida humana.
La teoría personalística de Allport
Gorka Jiménez Pajares

Escrito y verificado por el psicólogo Gorka Jiménez Pajares.

Última actualización: 14 abril, 2023

En el imaginario social y colectivo, existe infinidad de definiciones que tienen por objeto dar cuenta del significado del término «personalidad». Asimismo, desde una perspectiva psicológica son muchos los autores que han tratado de definirla. ¿Qué es la personalidad? ¿Es un rasgo, una conducta, una forma de pensar o de sentir?

Este término puede definirse un ‘universo de características’. Hace referencia tanto a los rasgos que heredamos de nuestros progenitores, como a las características que hemos adquirido, fruto de la interacción entre nosotros y el contexto que nos rodea. Además, este «universo organizado de características» tiende a ser estable y define, en potencia, nuestra forma personal de actuar, de pensar y de emocionarnos.

«La personalidad es una organización dinámica dentro del individuo, de aquellos sistemas psicofísicos que determinan su forma característica de pensar y comportarse».

-Gordon Allport-

Allport: uno de los padres de la psicología de la personalidad

Nacido en Indiana, EE.UU., a finales del siglo XIX, Allport fue uno de los grandes psicólogos sociales y de la personalidad que ha conocido nuestro planeta. Además de ser uno de los fundadores de la psicología de la personalidad, es también padre de la psicología humanista. Fue, una vez que se afincó en la Universidad de Harvard, cuando desarrolló sus grandes producciones teóricas en lo que a personalidad se refiere.

Así, para Allport, aunque el ser humano sea capaz de describir multitud de rasgos, no son los rasgos los que nos definen. Pudiera parecer paradójico que existan dos personas con rasgos similares. Sin embargo, siempre van a existir «particularidades» irrepetibles, indescriptibles e irreplicables en cada persona.

«La suma total de las características físicas, mentales, emocionales y sociales que se presentan en una persona, reciben el nombre de ‘personalidad’».

-Gordon Allport-

Bases teóricas de la teoría personalística de Allport

La teoría de la personalidad de Allport explica varias situaciones
La personalidad es mucho más que la suma de los rasgos que caracterizan a una persona.

Nos encontramos ante una «teoría internalista», es decir, que realiza una descripción del sujeto en función de características y formas en que se dispone la conducta de cada uno. Además, para Allport, la conducta tiende a ser estable tanto a lo largo del tiempo, como a través de los diversos contextos a las que se enfrenta la persona.

Así, su propuesta gravita en torno a lo individual de las características y elementos particulares de cada quien, y a su carácter activo en relación con el contexto. Para Allport, el «dinamismo» de la personalidad, es decir, ‘su habilidad para ser cambiante y moldeable’, es clave:

  • El ser humano es único, y única será la personalidad de cada uno. Para el autor, la personalidad dista de ser únicamente un «sumatorio» de características, rasgos, emociones y comportamientos. Para él es importante cómo se organiza todo lo anterior, de manera única, en cada persona.
  • Para el autor, el ser humano es un organismo que se orienta a metas y las persigue, de manera incombustible. Las personas son muy activas en este aspecto, se mueven por lo que «les motiva» y les hace sentirse vivos.

Dos, tres, y las personas que sean, pueden compartir rasgos muy similares. Sin embargo, son sujetos totalmente diferentes, ¿por qué? La respuesta podemos encontrarla en el «cómo» esos rasgos se organizan: cuál predomina, ante qué estímulos y de qué forma. A la forma en que los rasgos se relacionan entre sí, y con el contexto, se le denomina personalidad.

 «Lejos de ser un fenómeno estático, la personalidad es un proceso dinámico y en constante evolución que se ve influenciado por factores tanto internos como externos».

-Gordon Allport-

¿Cómo se estructura la personalidad según Allport?

La idea que surge de esta teoría gravita en torno al concepto de «rasgo». Así, cada ser humano dispone de un sistema que es único y exclusivo. Estos rasgos van a posibilitar que la persona observe su contexto e interprete los estímulos que en él se encuentren (por ejemplo, una interacción social), con el objetivo de responder ante ellos de manera adaptada, mediante conductas y expresiones emocionales coherentes.

«Este constructo, multidimensional y complejo, llamado personalidad, puede ser estudiado desde diferentes perspectivas teóricas y metodológicas».

-Gordon Allport-

«Sistemas neuropsíquicos»: los rasgos

La teoría de la personalidad de Allport está muy aceptada
Hay ciertos rasgos diferenciales que se expresan en cada persona dependiendo de los estímulos a los que se vean expuestos.

Cuando Allport habla sobre estos sistemas, lo hace en términos de relaciones. En concreto, se refiere a los elementos que vinculan al psiquismo del ser humano, con sus funciones físicas. De la interacción entre ambas nacen los rasgos.

Los «rasgos» son tendencias, guías y patrones que tienen las personas al percibir un estímulo. En función de la relevancia que entrañen para la persona encontramos diferentes tipos de ellos:

  • Cardinales, cuando se relacionan con la práctica totalidad de conductas, comportamientos y respuestas que da una persona. Por ejemplo, en el trastorno límite de la personalidad un sujeto puede tender a interpretar las relaciones sociales desde la óptica del abandono («me abandonarán haga lo que haga»).
  • Centrales, cuando se refieren a un conjunto o a una agrupación concreta de conductas. Habitualmente es el que utilizamos para describir a alguien («Mi amiga Claudia es encantadora, inteligente, sagaz y cautivadora»).
  • Secundarios, si el número de comportamientos al que aluden es infinitamente más reducido que en el caso anterior («Juan, has roto el plato, eres torpe»).

Además, los rasgos pueden ser comunes a otras personas (por ejemplo, el rasgo de personalidad «de evitación»), o pueden ser idiosincrásicos y particulares de cada uno (es decir, lo que te hace ser «tú mismo», diferenciándote del resto). En la distinción entre ambos tipos participan factores muy diversos, como la sociedad, o el rol que ejerce la cultura.

«La personalidad se manifiesta en una variedad de comportamientos y experiencias subjetivas, que no pueden ser reducidas a un conjunto de rasgos o de características aisladas».

-Gordon Allport-

El propium

¿Qué te hace especial? ¿Qué te diferencia del resto? ¿Qué elementos hacen que «tú seas tú mismo?». El propium es el término que se utiliza para dar respuesta a estos interrogantes.

Es decir, alude al conjunto de experiencias y de percepciones que nos configuran como seres biológicos únicos, irrepetibles y extraordinariamente singulares. Es el cómputo total de lo anterior, lo que da como resultado la experiencia del «sí mismo» como ser humano diferente del resto.

«El ‘propium’ hace referencia a la percepción que el sujeto tiene de sí mismo como un todo integrado y diferenciado».

-Gordon Allport-

Para este experto, no son los rasgos aislados los que configuran lo personal de cada sujeto, sino el modo en que se configuran y entrelazan. Además, estos rasgos distan de producirse en el «vacío hermético» de la persona, si no que suceden, y reaccionan, ante los estímulos de un contexto también particular.

Así, fruto de sumar los rasgos y la forma en que el sujeto interprete su situación y contexto, nace la personalidad. El significado que esta posee para cada persona es única y varía con cada ser humano. Así, ambos tipos de factores se configuran como los determinantes de este complejo término.

«Cada uno de nosotros es un individuo único, con una personalidad única y una perspectiva única sobre el mundo».

-Gordon Allport-




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