3 formas de ser más racional según Steven Pinker

¿Buscas orientar tu vida siempre por la senda de la razón? Veamos los consejos que Steven Pinker tiene para ti.
3 formas de ser más racional según Steven Pinker
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 17 junio, 2023

Rationality: What It Is, Why It Seems Scarce, Why It Matters (2021) es uno de los más recientes libros del científico cognitivo Steven Pinker. En sus páginas el reputado autor ofrece argumentos sobre por qué la racionalidad es uno de los motores claves del progreso moral y social. A través de las reflexiones podemos dilucidar algunas formas de ser más racional según Steven Pinker, y hoy comentamos algunas de ellas.

Pinker define la racionalidad como «el uso del conocimiento para lograr objetivos». Por supuesto, existen muchas maneras de ser más racionales según Steven Pinker, pero nos hemos enfocado en 3 consideraciones medulares para ello. Si sientes empatía hacia ellas, te invitamos a leer su libro para que extraigas reflexiones más extensas al respecto.

3 consejos para ser más racional según Steven Pinker

Por paradójico que suene, el siglo XXI, en lugar de ser un siglo caracterizado por la racionalidad de las masas, parece estar desviándose hacia la dirección opuesta. Ciertamente, las teorías de conspiración, los bulos de Internet y las creencias en métodos pseudocientíficos parecen ganar cada vez más adeptos en la sociedad. Frente a ello, Steven Pinker ofrece algunas consideraciones para ser más racional.

Sus argumentos los expone en su libro, y una síntesis de ellos los encontramos en sus artículos para BBC News, Behavioral Scientist, Persuasión, Quilette y otros medios. Te dejamos con un abreboca de algunos consejos para ser más racional según Steven Pinker con base en sus reflexiones.



1. No pienses siempre de cara al futuro

No malinterpretes este consejo para ser más racional según Steven Pinker. Por supuesto que es racional pensar de cara al futuro, no hacerlo incluso se podría considerar un acto en contra de la razón. El problema radica cuando el 100 % del tiempo se planifica la vida con el ojo puesto en lo que ha de pasar y no en lo que está pasando justo ahora.

Pensar siempre en el futuro puede ser más contraproducente que beneficioso. Lo es de muchas formas, y una de ellas es la negación del disfrute inmediato por la supuesta garantía del disfrute futuro. Tampoco haz de malinterpretar estas palabras; ya que lo opuesto también es un error: priorizar solo el presente dándole la espalda a las posibles consecuencias de ello en el futuro.

La clave está en encontrar el equilibrio. Un punto medio entre los goces del presente y los de futuro es lo que te permitirá ser más racional según Steven Pinker. Quizá la clave se encuentre en asimilar que tanto el presente como el futuro son dos escenarios de nuestra vida. Aunque uno lo vivimos en carne propia (el presente), tarde o temprano también lo haremos con el otro (el futuro).

2. No sobreinterpretes eventos aleatorios

Sobreinterpretar eventos aleatorios es un mecanismo evolutivo que ha hecho que hoy estemos aquí. Lo hacemos para salvaguardar de una u otra manera nuestra integridad, para mediar en nuestra comodidad y para evitar escenarios que pueden perjudicarnos. No es infrecuente que se lleve esta habilidad natural al límite, tanto que los sucesos aleatorios se conectan entre sí para desarrollar argumentos que rigen nuestras vidas.

Este es el combustible de las teorías de conspiración y de muchos bulos de Internet. También, de la creencia en métodos pseudocientíficos y de asimilar una experiencia onírica como una premonición de la realidad (entre muchas otras cosas). Creer que todo sucede por una razón o que todo está conectado con todo es un hábito que le cierra las puertas a la razón.

Veamos un ejemplo para ilustrarlo mejor: tienes una entrevista de trabajo a una hora pautada. Ese día, el reloj de tu despertador no suena, te levantas tarde, tu coche presenta un problema mecánico que te hace demorar aún más en salir y en el trayecto solo te encuentras semáforos en rojo. ¿Es el Destino, el Universo o la Fortuna conspirando en contra de ti? ¿Te están gritando que ese trabajo no te conviene, que no debes tomarlo? ¿O solo son sucesos aleatorios conectados acríticamente?



3. Evalúa tus actitudes hacia la esperanza y el arrepentimiento

Fue Benito Espinosa quien sentenció una vez: «El arrepentimiento no es una virtud, o sea, no nace de la razón; el que se arrepiente de lo que ha hecho es dos veces miserable o impotente». De muchas maneras, el arrepentimiento es la negación de la libertad humana. Pese a ello, se trata de un sentimiento con una gran prevalencia en las actitudes humanas.

Nos arrepentimos constantemente por todo, la mayor parte del tiempo por cosas insignificantes. La sociedad actual ha llevado al arrepentimiento a límites patológicos, y como es de esperar no genera más que frustración, angustia e impotencia. Sucede lo mismo con la esperanza: las personas viven con un exceso de ilusión hacia las cosas (proyectos, personas, metas y demás). Cuando no se cumplen los estándares que se habían atribuido, no queda otro camino que el de la desilusión.

Para ser más racional según Steven Pinker conviene regular los sentimientos asociados con el arrepentimiento y la esperanza. No se trata de reprimirlos, por supuesto; sino de comprenderlos y de ajustarlos a la realidad. Después de todo, solo se puede vivir con la mirada puesta sobre ella; no ignorándola elevando la mirada hacia arriba o hacia abajo. La cita con la realidad es ineludible, ya que para salir airoso de ella ser más racional es imprescindible.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.