¿Qué es la psicocosmética?

De acuerdo a la psicocosmética, los productos de belleza no solo mejoran la salud de la piel y la apariencia. Estos también pueden contribuir a la salud mental. Te mostramos qué tan cierta es esta afirmación.
¿Qué es la psicocosmética?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Escrito por Daniela Andarcia

Última actualización: 05 mayo, 2021

La psicocosmética, también conocida como neurocosmética, es una corriente que se ha vuelto muy popular en redes sociales, y ha ganado muchos más adeptos. En parte, hay quienes creen que esto se debe a la necesidad de sentirnos bien después del gran cúmulo de emociones negativas que ha generado la situación actual.

Por lo que se afirma que los cosméticos no solo mejoran la salud de la piel y la apariencia, sino que también pueden contribuir a la salud mental. Te mostramos todo lo que debes saber sobre la psicocósmetica, incluyendo qué es y, sobre todo, lo que dicen los expertos al respecto.

¿Qué es la psicocosmética?

La psicocosmética se relaciona con el cuidado de la piel.
El cuidado de la piel siempre se ha relacionado con la autoestima.

Desde siempre, la cosmética se ha centrado en dos aspectos principales: la salud y estética de la piel y el cabello. Sin embargo, la neurocosmética busca agregar un tercer elemento.

De acuerdo a esta tendencia, los productos cosméticos también pueden causar una sensación de bienestar que impacta de forma positiva en la salud mental. Esto, partiendo de la idea de que pueden generan una reacción emocional, capaz de estimular la segregación de hormonas y mejorar la conexión entre la piel y el cerebro.

Por esta razón, las empresas que siguen esta corriente, como es el caso de Neftis Laboratorios, aseguran utilizar ingredientes psicoactivos que influyen en los sentidos y, además de afectar la piel, tienen efectos en el estado de ánimo. Ahora bien, esta es la principal premisa de quienes defienden esta tendencia, veamos qué tienen que decir los expertos.

¿Qué opinan los psicólogos?

El psicólogo Rafael San Román asegura que si bien es cierto que existe una conexión entre la piel y el cerebro, así como que se pueden transmitir emociones a la piel, no debería utilizarse el prefijo “neuro” en la cosmética.

Explicó que de ser así, todas las actividades que se vinculan con las emociones o las hormonas se podrían considerar “neuro” o “psico”. Por ejemplo, cuando vamos al gimnasio es común que el cuerpo segregue endorfinas, pero no por esto recibe el nombre de “neurogimnasio” o “psicogimnasio”.

Otro caso similar sería ir al cine y ver una película, aunque esto despierta una gran cantidad de emociones, no es llamado “psicocine” o “neurocine”. Asimismo, este equipo de profesionales afirma que la psicocosmética no es capaz de proveer bienestar por sí sola, solo es cosmética y, por ende, este término no es más que una estrategia de marketing.

También agregan que no se debe “hiperpsicologizar” todo lo que nos haga sentir bien. San Román expone que los cosméticos de calidad siempre han aportado una experiencia psicológica positiva y satisfactoria, por lo que esta nueva corriente no es novedosa o sorprendente: es parte de lo que los productos de belleza son y para lo que están hechos.

Además, afirma que aunque los productos de belleza pueden generar placer, no pueden intervenir en emociones como la autoestima.

Preferir la psicoterapia sobre la psicocosmética

La psicocosmética no reemplaza la terapia mental
La terapia mental no debe ser reemplazada cuando existan problemas de este tipo.

Por otro lado, el psicólogo explica que es probable que los productos de gama alta con la etiqueta de psicocosmética sean de calidad y cumplan con sus funciones básicas. Sin embargo, los consumidores deben ser capaces de distinguir entre el autocuidado y la idea de obtener un bienestar subjetivo a través de los productos de belleza.

Se debe ser consciente de que aunque los productos de belleza pueden darle a la piel y el cabello una apariencia sana, brillante y bonita, esto no es desarrollo personal. Pueden ofrecer una sensación balsámica durante un rato, pero no van a influir en tu satisfacción contigo mismo, madurez o motivación.

Tampoco te proveerán de habilidades sociales o te ayudarán a encontrar la solución a los problemas que te aquejan, como lo haría una terapia psicológica, “dado que cuidarte por fuera no basta”.

La psicocosmética, ¿realmente funciona?

A pesar de su popularidad, el experto Rafael San Román es de la opinión de que la psicocosmética podría ser un término que busca redefinir una serie de productos que ya existen. Muchos fabricantes han optado por esta denominación, dada su relación con las hormonas.

También es enfático en el hecho de que aunque pueden funcionar mejorando el aspecto de la piel y produciendo placer, no llegan al punto o no es conveniente utilizar el término neurocosmética, dado que es la cosmética de siempre. San Román concluye diciendo que todo estímulo tiene un efecto en nosotros, pero no por eso se le atribuye el prefijo “psico”.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.