Claustrofobia: síntomas, causas y tratamiento

Existen muchos mitos en relación con lo que la claustrofobia es. Hoy te decimos sus síntomas, causas y tratamientos de acuerdo con los expertos.
Claustrofobia: síntomas, causas y tratamiento
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 02 agosto, 2022

La Asociación Americana de Psicología (APA) define a la claustrofobia como el ‘miedo persistente e irracional a los lugares cerrados’. Etimológicamente se compone de los étimos claustrum (‘lugar cerrado’) y phobia (‘aversión’ o ‘miedo’). Es más común de lo que se piensa, de manera que las estimaciones sugieren que hasta el 12,5 % de la población padece o padecerá de ella.

Al igual que sucede con otro tipo de fobias o trastornos mentales, existen muchos mitos alrededor de cuáles son las características, los síntomas y el tratamiento de esta condición. Ciertamente, la claustrofobia es una de las fobias más conocidas; lo que a su vez ha operado en contra en la manera en que se retrata en cine y televisión. En las líneas siguientes te exponemos qué saben los científicos de ella.

Síntomas de la claustrofobia

La claustrofobia es un tipo de trastorno de ansiedad catalogado como fobia específica. Se caracteriza por el miedo a los espacios cerrados, como pueden ser ascensores, máquinas de resonancias magnéticas, camas solares, cabinas de teléfono y demás.

Los síntomas son muy variados, y por lo general se desarrollan con mayor o menor intensidad en cada paciente. Veamos una selección de estos:

  • Dificultad para respirar.
  • Aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Sudoración.
  • Náuseas.
  • Sofocos.
  • Hiperventilación.
  • Opresión en el pecho.
  • Boca seca.
  • Temblores.
  • Miedo abrumador.
  • Ansiedad.
  • Entumecimiento de las extremidades o falta de reacción.

Los signos se desencadenan solo luego de la interacción con espacios cerrados. Por lo general, estos empeoran mientras mayor sea el tiempo de confinamiento. Algunas personas pueden llorar, gritar y manifestar comportamientos de desesperación para querer salir a un lugar abierto.

La mayoría de los casos de claustrofobia son crónicos; es decir, se manifiestan a largo plazo (aunque también puedes desarrollarla de manera eventual). Por lo general comienza en la infancia o en la juventud y puede derivar en otras fobias, depresión y ansiedad en otros contextos.

El paciente hará todo lo posible para evitar situaciones de confinamiento, lo que lo puede llevar a rehuir de exámenes médicos, fiestas, ascensores y demás.

Causas de la claustrofobia

La claustrofobia tiene causas en la infancia
El origen de la claustrofobia tiene varias explicaciones, y muchas de ellas se relacionan con eventos vividos durante la niñez.

Como sucede con otros tipos de fobia, no existen desencadenantes directos, únicos o específicos para este tipo de trastorno de ansiedad. Algunos expertos han sugerido que responde a dos elementos principales: miedo a la asfixia y miedo a la restricción.

Todos tenemos estos mecanismos instintivamente desarrollados, pero en los pacientes con claustrofobia son particularmente sensibles.

La etiología de esta fobia específica es muy variada. Se sabe que los pacientes con fobias específicas tienen una mayor actividad de las regiones del globo pálido, la amígdala y la ínsula izquierda. Los expertos no dejan de advertir que la falta de habituación al miedo en la infancia puede derivar en fobias específicas, como por ejemplo la claustrofobia.

Otros investigadores señalan que un defecto en el gen GPM6A se asocia con esta fobia. Este se expresa en la amígdala y otras áreas del sistema nervioso central, y que codifica una proteína natural regulada por el estrés. Otras posibles causas para la claustrofobia son las siguientes:

  • Traumas de la infancia o de las adolescencia (haberse quedado atrapado en un ascensor, por ejemplo).
  • Anormalidades y alteraciones en la forma en que se percibe el espacio que rodea al cuerpo (de acuerdo con un estudio publicado en Cognition).
  • Tener otro tipo de trastorno de ansiedad.
  • Tener historial de trastornos mentales en la familia.

Estos factores se pueden acoplar con los anteriores para desarrollar episodios de este tipo. Como ya hemos apuntado estos pueden ser agudos (manifestarse por un par de meses, generalmente menos de 12) o crónicos (hacerlo de por vida).

Un claustrofóbico modificará activamente su vida de tal manera que interactúe lo menos posible con espacios o lugares que desencadenan los síntomas.

Tratamiento de la claustrofobia

La claustrofobia requiere terapia mental
Acudir al psicólogo es uno de los pasos fundamentales para mejorar los síntomas de la claustrofobia.

Como no podría ser de otra manera, el tratamiento de la claustrofobia depende de la gravedad de los síntomas, las características del paciente y los posibles desencadenantes de los síntomas. El tratamiento estándar consiste en una combinación de fármacos para controlar los episodios y terapia psicológica.

Los medicamentos que se usan para tratar la claustrofobia están en el orden de los antidepresivos y los ansiolíticos. Se ha sugerido también trabajar en entornos de realidad virtual para evaluar los progresos que se logran mediante la terapia. El contracondicionamiento, la desensibilización sistémica y la terapia de inundación también se utilizan.

Es importante destacar que la mayoría de los pacientes no logra una remisión completa de los síntomas. A pesar de ello, más de la mitad sí logrará reducir significativamente los episodios. Dado que en el día a día se tiene que lidiar con espacios cerrados, es muy importante que los pacientes claustrofóbicos comprendan que existen alternativas seguras para su condición.

La presencia de una fobia específica debe tenerse como señal de alerta de otro tipo de condiciones. El trastorno de estrés postraumático, el trastorno bipolar, la fobia social y los desordenes depresivos no son infrecuentes.  Estos incluso pueden operar como diagnóstico diferencial, de manera que se deben realizar las evaluaciones pertinentes.



  • Bruce, M., & Regenbrecht, H. (2009, March). A virtual reality claustrophobia therapy system-implementation and test. IEEE Virtual Reality Conference. 20009; 179-182.
  • El-Kordi A, Kästner A, Grube S, Klugmann M, Begemann M, Sperling S, Hammerschmidt K, Hammer C, Stepniak B, Patzig J, de Monasterio-Schrader P, Strenzke N, Flügge G, Werner HB, Pawlak R, Nave KA, Ehrenreich H. A single gene defect causing claustrophobia. Transl Psychiatry. 2013 Apr 30;3(4):e254.
  • Garcia R. Neurobiology of fear and specific phobias. Learn Mem. 2017 Aug 16;24(9):462-471.
  • Ipser JC, Singh L, Stein DJ. Meta-analysis of functional brain imaging in specific phobia. Psychiatry Clin Neurosci. 2013 Jul;67(5):311-22.
  • Lourenco, S. F., Longo, M. R., & Pathman, T. Near space and its relation to claustrophobic fear. Cognition. 2011; 119(3): 448-453.
  • Rachman, S., & Taylor, S. Analyses of claustrophobia. Journal of Anxiety disorders. 1993.
  • Wardenaar KJ, Lim CCW, Al-Hamzawi AO, Alonso J, Andrade LH, Benjet C, Bunting B, de Girolamo G, Demyttenaere K, Florescu SE, Gureje O, Hisateru T, Hu C, Huang Y, Karam E, Kiejna A, Lepine JP, Navarro-Mateu F, Oakley Browne M, Piazza M, Posada-Villa J, Ten Have ML, Torres Y, Xavier M, Zarkov Z, Kessler RC, Scott KM, de Jonge P. The cross-national epidemiology of specific phobia in the World Mental Health Surveys. Psychol Med. 2017 Jul;47(10):1744-1760.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.