Apego seguro: qué es y cómo fomentarlo

Los vínculos de apego son los hilos rojos que nos conectan con todo nuestro universo participativo. En este artículo vamos a hablar sobre el apego seguro. ¡Descúbrelo!
Apego seguro: qué es y cómo fomentarlo
Gorka Jiménez Pajares

Escrito y verificado por el psicólogo Gorka Jiménez Pajares.

Última actualización: 24 enero, 2023

¿Tus relaciones con los demás son sanas? ¿Te sientes cómodo en las relaciones que implican intimidad y conexión? ¿Rodearte de personas significativas para ti te produce sensación de bienestar? Si tu respuesta a estas preguntas es afirmativa es probable que tengas una forma de vincular con los demás basada en el apego seguro.

El estilo de apego hace referencia a dos aspectos. En primer lugar, al modo en que nos enlazamos con los demás y, en segundo lugar, a la forma en que nos tratamos a nosotros mismos. Como ocurre con las páginas de un libro, el apego es la forma en que el pegamento las ordena para que una historia pueda ser narrada: la tuya. Antes de hablar sobre el apego seguro debemos hacer algunas diferenciaciones:

El estilo de apego es el vínculo afectivo o enlace que establece un individuo con una o varias figuras de cuidado y de protección. Su meta biológica es la supervivencia, mientras que la psicológica es la seguridad.

– Eduardo Fonseca –

¿Qué es el apego?

El concepto del apego nace de la mano del célebre psiquiatra John Bowlby (1982) y la afamada psicóloga Mary Ainsworth (1978) quienes se preguntaron cómo se establecían los vínculos afectivos mamá-hijo desde tiernas edades. Así, encontraron que este quedaba impreso en la mente de los infantes a los 12 meses de edad.

El apego en la infancia intenta explicar los efectos de los vínculos tempranos de protección en el desarrollo psicológico del neonato y el infante, así como las consecuencias de no contar con ellos.

– María Martina Casullo –

La teoría del apego es una de las grandes producciones científicas en el ámbito de la investigación en personalidad. Parece imperenne puesto que ha sobrevivido a lo largo del tiempo durante más de 40 años. Lejos de quedar obsoleta, cada día surgen nuevas investigaciones y estudios que la respaldan y enriquecen.

¿Qué es el estilo de vinculación afectiva?

Hay varias formas de demostrar el apego seguro
Son muchos los pequeños gestos a través de los cuales los padres pueden transmitirle seguridad a sus hijos.

Según el estudio de la psicóloga Koeneke Hoenicka, el estilo de vinculación afectiva hace referencia a la capacidad de los papás de transmitir a sus hijos que están disponibles cuando lo necesitan. Por ejemplo:

  • Necesidades emocionales. Un bebé necesita que sus figuras primarias (los padres u otro cuidador primario) le transmitan amor, sosiego, calma y calor. Estas necesidades emocionales distan de implicar únicamente el hecho de dar. También aluden al hecho del consuelo, por ejemplo, cuando el niño llora.
  • Necesidades de cuidado. Un bebé precisa de un sustento, de un alimento que le permita desarrollarse. Pero también un medio en donde hacerlo. Este medio o contexto puede ser propicio para su desarrollo pero también puede ser hostil.
  • Necesidades de protección. El niño necesita sentirse protegido ante las viscisitudes de la vida. Desde la protección, los niños aprenden mejor. Por ejemplo, saber que su madre o su padre estarán cerca si caen y se hacen un rasguño, y en consecuencia les duele y lloran; es una conducta de protección.
  • Necesidades de exploración. ¡Son pequeños aventureros! Y esto es normal. Necesitan aprender y comprender el mundo que les rodea y cuando lo hacen de manera segura es porque se sienten respaldados, protegidos, por la figura de cuidado principal. Explorar lo desconocido es menos hostil cuando hay un lugar al que acudir a resguardarse si las cosas se ponen feas.

En este sentido, el estilo de apego seguro tiene su origen en unos papás o cuidadores que se han mostrado próximos o cercanos al bebé, a la par que disponibles ante sus necesidades.

Los modelos operativos internos

Seguro que conoces el refrán que dice: “de aquellos polvos, estos lodos”. En el tema que hoy tratamos es especialmente aplicable este refran.

Así, la forma en que los niños aprenden a “enlazar” con sus cuidadores primarios en la infancia tiene mucho que ver con cómo lo hacen en la vida adulta ¿Por qué? Una explicación podemos encontrarla en los Internal Working Models que traducido al castellano significa: modelos operativos internos (o modelos representacionales).

De la unión de la percepción de disponibilidad del cuidador y de su receptividad emocional nacerán los vínculos de apego seguros.

– Nuria Martín Ordiales –

Estos modelos son patrones implícitos de reglas que nos dictan cómo relacionarnos con otras personas.

En función de la habilidad de los padres para satisfacer lo que sus hijos necesitan, así como lo que demandan, cada infante desarrolla una representación que queda grabada en la mente acerca de sí mismo: ¿soy digno de afecto, del cuidado y de la atención de las personas que me rodean?; y de los demás: ¿las personas que dicen amarme están disponibles para darme su afecto y cuidado?

¿Cómo ocurre esto? Para la psicóloga Martín Ordiales (Universidad de Murcia), de tres formas distintas:

  1. El niño puede buscar, seguir y decidir si mantener una conducta de proximidad a su figura de apego protectora.
  2. Asimismo, el niño puede decidir si utilizar a dicha figura de apego protectora como un “origen seguro” desde el que explorar situaciones que son desconocidas.
  3. Cuando aparece el peligro y, en consecuencia, el niño se alarma, puede buscar a su figura de apego protectora como “refugio”.

¿Qué es el apego seguro?

El estilo de apego seguro surge de la mano de una educación apropiada en la más tierna infancia. Además, diversas investigaciones han encontrado que este es el estilo de apego más frecuente en todas las culturas.

El apego seguro es un componente universal de la programación genética humana que se expresa a través de la interacción con las relaciones cercanas y el entorno relacional.

– John Bowlby –

Los individuos que adquieren un estilo de apego de tipo seguro se singularizan por albergar creencias positivas tanto de sí mismos, así como acerca de los demás. Las relaciones que estas personas establecen son sanas: expresan la cercanía del amor o de la amistad a la vez que se sienten cómodos con la intimidad.

Cuando hablamos de la intimidad nos referimos a la misma en términos de “piel con piel” pero también de “mente con mente” y “alma con alma” respecto de otras personas. Algunas características de las personas con apego seguro son las siguientes:

  • Presentan comportamientos adecuados y en concordancia con los valores que poseen.
  • Las expectativas sobre los demás y los recuerdos de las relaciones con otras personas son afables.
  • Los amigos que se fueron se recuerdan con paz y de manera integrada.

Estas personas distan de tener problemas en depositar su confianza en otras personas. Saben medir y calibrar bien cuándo confiar o cuándo desconfiar. Además, son capaces de encontrar el equilibrio entre el “te necesito” y el “me necesito”.

Del mismo modo que acuden a otras personas cuando son incapaces de solucionar algo también son muy autónomas e independientes. En consecuencia, son capaces de desenvolverse en el día a día con confianza. También se responsabilizan y se hacen cargo de las emociones que experimentan, sean agradables o desagradables.

Este tipo de apego crea un nivel de homeostasis neurofisiológico cuya ausencia genera alteraciones en el sistema nervioso.

– Doris Ortiz-Grania-

¿Cómo fomentar el apego seguro?

La integridad del apego seguro
Es importante nunca descuidar el vínculo entre padres e hijos, en especial en la primera infancia, ya que de eso depende buena parte de su salud mental.

Los individuos con apegos seguros suelen tener un perfil más bajo de evitación y de ansiedad a la hora de enlazar con los demás. En consulta el psicoterapeuta debe tener claras algunas pautas (Fonseca, 2021):

  • Los consultantes con apego seguro suelen lanzarse con mayor facilidad a entablar un vínculo terapéutico con el psicoterapeuta. Tienen más facilidad en comparación con otros a la hora de reconocer que necesitan ayuda y, en consecuencia, solicitarla.
  • Aunque puedan parecer consultantes sencillos a la hora de atender, es importante que la relación terapéutica sea atendida a través de un trabajo metacognitivo.

Lo ideal es que un profesional sea el que evalúe el estilo de apego de la persona que ha acudido a consulta y, a partir de ahí, esboce un plan de tratamiento a partir del cual construir formas de fomentar el apego seguro. No obstante, existen algunas estrategias que pueden promoverlo:

  • Siendo coherentes entre lo que pensamos y hacemos.
  • Responsabilizándonos de nuestros actos.
  • Empatiza con tu alrededor y trata de cooperar con otras personas.
  • Si tienes dificultades a la hora de establecer vínculos basados en la intimidad, explora con cuidado cómo fomentar la intimidad en tus relaciones interpersonales.
  • Sé consciente de tus necesidades en lo que respecta a las emociones y a la expresión asertiva de deseos.
  • Aprende a dejar de afrontar las situaciones desde la evitación. Esta es una compañera de viaje amarga que nos separa del estilo de apego seguro.
  • ¡Hazte con diversas técnicas que fomenten la calma! En ese sentido, las técnicas de respiración pueden ser útiles para afrontar situaciones que generen ansiedad.

Una persona con un estilo de apego seguro es capaz de establecer una dependencia mutua segura, de manera que sus relaciones son más estables y satisfactorias.

– Doris Ortiz-Grana –

El apego seguro en el adulto es algo que todos podemos desarrollar, independientemente del estilo de apego del que partamos. Para ello puede ser útil acudir a tu profesional de la salud de confianza para que te proporcione pautas personalizadas para tu caso particular.

A pesar de que cambiar de estilo de apego es complicado, dista de se

r algo imposible. Las relaciones basadas en el apego seguro tienden a ser relaciones saludables. En este sentido, te animamos a ello. Y tú, ¿qué estilo de apego tienes?



  • Koeneke Hoenicka, M. A. (2022). Relación entre la vinculación con los padres en la infancia y estilo de apego en adultos: un estudio comparativo entre las culturas española, italiana y japonesa.
  • Ordiales, N. M., Chaparro, M. P. M., Rives, N. L. M., & Montesinos, M. D. H. (2022). Variables implicadas en la transmisión intergeneracional del estilo de apego: una revisión sistemática. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, 9(1), 1.
  • Pedrero, F. E. (2021). Manual de tratamientos psicológicos: Infancia y adolescencia (Psicología) (1.a ed.). Ediciones Pirámide.
  • Mónaco, E., de la Barrera, U., & Montoya-Castilla, I. (2021). La influencia del apego sobre el bienestar en la juventud: el rol mediador de la regulación emocional. Anales de Psicología/Annals of Psychology, 37(1), 21-27.
  • Ortiz-Granja, D., Acosta-Rodas, P., Rubio, D., Lepe-Martínez, N., Del Valle, M., Caden, D., ... & Galarza, C. R. (2019). Consideraciones teóricas acerca del apego en adultos. Avances en Psicología, 27(2), 135-152.
  • Casullo, M. M., & Fernández Liporace, M. (2005). Evaluación de los estilos de apego en adultos. Anuario de investigaciones, 12, 183-192.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.