Tratamiento de la enfermedad de Hashimoto

La enfermedad de Hashimoto es una forma de tiroiditis crónica que requiere tratamiento cuando la enfermedad ya se ha instaurado y produce síntomas significativos que influyen en la calidad de vida. Descubre su tratamiento a continuación.
Tratamiento de la enfermedad de Hashimoto
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 27 junio, 2021

El tratamiento de la enfermedad de Hashimoto consiste principalmente en el reemplazo de hormona tiroidea para revertir los síntomas que produce la enfermedad.

Una vez se consiga regular los niveles de TSH y T4 en la sangre, el siguiente objetivo será mantenerlos. Ahora, ¿qué supone ese reemplazo? ¿Qué más puede abarcar el tratamiento? Te lo explicamos a continuación con mayor detalle.

La enfermedad de Hashimoto es también conocida como tiroiditis linfocítica crónica o tiroiditis autoinmunitaria. Se trata de una enfermedad de origen autoinmune. Esto quiere decir que el sistema inmunitario ataca la tiroides e impide que produzca suficiente cantidad de hormonas tiroideas.

En etapas tempranas, muchas personas no presentan síntomas. La enfermedad puede avanzar de forma lenta y silenciosa, y no es hasta que ya los síntomas están instaurados que la persona acude al médico, obtiene el diagnóstico y le pautan un tratamiento.

Consideraciones

El tratamiento de la enfermedad de Hashimoto depende de varios factores
El tratamiento de la enfermedad de Hashimoto depende mucho del contexto clínico y los resultados de los exámenes de laboratorio.

Como explican los expertos de la American Thyroid Association, no todas las personas precisan un tratamiento para la enfermedad de Hashimoto. Para ello, se distingue entre aquellas que presentan hipotiroidismo manifiesto, hipotiroidismo subclínico, y enfermedad de Hashimoto sin hipotiroidismo. Lo que en pocas palabras quiere decir que:

  • Las personas con anticuerpos elevados, pero pruebas de función tiroidea normales (TSH y tiroxina libre) no requieren tratamiento con hormonas tiroideas. Sin embargo, el seguimiento médico es importante.
  • En cambio, las personas que tienen la TSH elevada y niveles bajos de hormonas tiroideas, requieren reemplazo de hormona tiroidea.

Prescripciones

El tratamiento para la enfermedad de Hashimoto se basa principalmente en la levotiroxina. Sin embargo, según sea el caso, esta se puede combinar con otros fármacos.

Levotiroxina (T4)

Según los expertos, en relación con la levotiroxina, es importante tener en cuenta lo siguiente:

  • El tratamiento estándar para el hipotiroidismo es la levotiroxina (es decir tiroxina sintética [T4]).
  • Este medicamento se toma en ayunas, conservando la misma formulación farmacéutica, ya que hay diferencias entre el mismo medicamento de distintos proveedores.
  • El médico puede realizar recomendaciones sobre algunos alimentos y bebidas a evitar cerca de la toma del medicamento, para evitar problemas con la absorción del mismo.
  • Las mujeres que deseen un embarazo deben consultar con el médico cuál es la dosis más adecuada para su caso.
  • El tratamiento requiere seguimiento médico. Por lo general, después de las primeras 6-8 semanas se solicitan análisis de sangre para comprobar qué tan eficaz ha sido y si hace falta hacer algún ajuste.
  • Posteriormente, se recomienda un chequeo anual con el endocrinólogo. Esto no solo para comprobar cómo va el tratamiento, sino también para prevenir complicaciones, como los nódulos, por ejemplo.

Liotironina (T3)

Los expertos de Mayo Clinic explican que: “existe alguna evidencia de que la T3 puede ofrecer beneficios a ciertos subgrupos de personas, como las personas a quienes se les ha extirpado la tiroides quirúrgicamente (tiroidectomía). La investigación está en curso”.

Dieta y suplementos

Antes de incluir en la dieta algunos suplementos multivitamínicos o solo de selenio, yodo, hierro, vitamina D o vitamina B12, lo ideal es consultar con el médico. Esto es porque, aún cuando se propongan como beneficiosos para mejorar la función tiroidea, hay casos en los que pueden interactuar con los fármacos recetados e impedir que el tratamiento sea eficaz.

Por otro lado, los expertos indican que los suplementos de algas marinas y las preparaciones a base de hierbas “para mejorar la función tiroidea” también pueden interactuar con la medicación y producir reacciones contraproducentes. Por esto, no solo puede terminar prolongando el tratamiento, sino causar varias complicaciones.

Generalmente, antes de recurrir a algún tipo de suplemento, lo que se recomienda es tratar de llevar una dieta saludable. Cabe aclarar que hasta la fecha no existe una pauta de alimentación como tal para el tratamiento de la enfermedad de Hashimoto, pero se suele recomendar lo siguiente:

  • Evitar los excesos de toda índole.
  • Incluir alimentos probióticos en la dieta regularmente (para combatir el estreñimiento).
  • Mantener una buena hidratación a diario (para apoyar el punto anterior y mantener la salud en general).
  • Consultar con el médico sobre el consumo de alimentos que contienen grandes cantidades de yodo (como las algas marinas).
  • Informar al médico si se desea tomar suplementos o mantener un consumo de fibra alto (esto último porque una cantidad alta de fibra puede interferir en la absorción de los fármacos).

Otras medidas para el estilo de vida

El tratamiento de la enfermedad de Hashimoto incluye dieta y ejercicio
Tener un estilo de vida saludable es beneficioso en cualquier contexto, incluyendo la enfermedad de Hashimoto.

Es recomendable combinar el tratamiento para la enfermedad de Hashimoto con una dieta saludable y una buena rutina de ejercicios. Esta se puede coordinar con el médico en consulta, ya que cada persona tendrá unas necesidades concretas, según sea su sexo, edad, estado de salud y estilo de vida.

Lo ideal sería que la persona hiciera ejercicio a diario, al menos durante 30-40 minutos, 5 días por semana.

El tipo de actividad física puede ajustarse a las preferencias personales y puede abarcar desde rutinas suaves hasta rutinas de intensidad moderada en combinación con algunos ejercicios de alta intensidad. Así lo exponen estudios sobre los beneficios del deporte y el ejercicio sobre la glándula tiroides.

Hay quienes eligen disciplinas como el yoga para ejercitarse, porque les ayuda a adoptar un ritmo de ejercicios cómodo y además, les permite mejorar su bienestar integral. Esto es porque esta disciplina trabaja tanto el cuerpo (resistencia, fuerza muscular, flexibilidad, etc.) como la mente (alivia el estrés, ayuda a mejorar la gestión emocional, etc.).

Para complementar todo lo anterior, hay quienes consideran que no está de más aplicar algunas técnicas de relajación (como el mindfulness), principalmente para el manejo del estrés. Estas también contribuyen con el bienestar integral y permiten disfrutar de una mejor calidad de vida.

Si te han diagnosticado la enfermedad de Hashimoto y ya estás en tratamiento, pero tienes dudas sobre algún aspecto, consulta con tu médico. Es importante que no te guardes la inquietud y que la resuelvas con el especialista para que puedas cuidarte y mejorar pronto.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.