Los 4 tipos de enfisemas
Los enfisemas son una de las posibles manifestaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Se caracterizan por un daño en el revestimiento de los alveolos, lo que entorpece el proceso de respiración. De acuerdo con la American Lung Association, la condición tarda años en desarrollar síntomas y no puede curarse. A continuación te mostramos los principales tipos de enfisemas.
No es infrecuente que esta afección se confunda con bronquitis crónica, pero como ya te hemos contado, existen varias diferencias entre ambas. El avance de la condición es progresivo, de manera que los pacientes deben lidiar con sus secuelas a lo largo de los años.
Tipos de enfisemas por sus causas
La primera división de los tipos de enfisemas la encontramos en función de sus causas. Es cierto que no es la categoría preferida por los especialistas, pero conviene tenerla en cuenta. Destacamos así las siguientes variedades:
- Enfisema pulmonar hereditario: aunque solo afecta a un pequeño grupo de pacientes, la evidencia al respecto indica que la deficiencia de alfa-1 antitripsina es un determinante al momento de desarrollar enfisemas. Esto explica por qué se reportan casos en personas no fumadoras. El tabaco, de todos modos, es el principal desencadenante.
- Enfisema por EPOC: en estos casos no hay deficiencia de alfa-1 antitripsina, aunque sí una acumulación excesiva de proteasas. Esto provoca destrucción de las elasticidad de los alveolos.
Principales tipos de enfisemas
La literatura médica clásica considera tres tipos de enfisemas, aunque hemos incluido más variantes, debido a que algunos casos no se pueden agrupar con los demás. Por lo general, no existen diferencias en cuanto al pronóstico o evolución entre ellos.
1. Centroacinar
De acuerdo con los investigadores, el enfisema centroacinar es la manifestación más frecuente de esta condición. Se conoce también como proximal o centrolobulillar y se distingue porque afecta la parte superior de los pulmones.
La mayoría se desarrollan en pacientes fumadores, de manera que se piensa que el humo del cigarrillo es su principal desencadenante. La exposición pasiva y activa lo puede generar.
Este tipo de enfisema también cuenta con una división intrínseca. Los estudios han identificado tres subtipos, que se denominan simplemente como tipo A, B y C. Puede desarrollarse por la interacción con partículas de humo de otras fuentes ajenas al tabaco, como por ejemplo cocinar con leña o trabajar en minas de carbón.
2. Panacinar
También se conoce como enfisema panlobulillar. No se sabe qué lo puede causar, aunque algunos apuntan a la deficiencia de alfa-1 antitripsina, el abuso de Ritalín ® y el síndrome de Swyer.
En este caso, afecta a la mitad inferior de los pulmones y genera una masa uniforme de los espacios de aire en los alveolos. Este tipo se divide a su vez en dos subtipos, de acuerdo con su distribución.
3. Paraseptal
Denominado también como enfisema distal. La evidencia sugiere que esta variante es más frecuente en hombres mayores de 60 años que además tienen el hábito de fumar. Esta vez, los episodios se concentran alrededor del tabique y la pleura, con mayor incidencia en la parte superior.
Este tipo no genera síntomas. Esto dificulta su diagnóstico, al menos desde el punto de vista clínico. En ocasiones, se desarrolla como secuela de un neumotórax.
4. Irregular
Menos frecuente que los tipos de enfisemas anteriores, algunos pacientes desarrollan también una manifestación irregular del enfisema. Se distingue por procesos de cicatrización, lo que ha llevado a algunos a denominarlo enfisema cicatrizante o paracicatricial.
A su vez, otros tipos menores de la condición son el enfisema combinado (varios tipos al mismo tiempo), el bulloso, el senil, el intersticial y el lobular. En ocasiones, los pacientes desarrollan fibrosis pulmonar en compañía de alguna de estas variantes.
Los tipos de enfisema revelan su gravedad
Aunque muchas veces se ignore, la EPOC es una de las enfermedades que ocasiona mayor número de muertos anualmente. De hecho, y siguiendo los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la tercera causa principal de mortalidad en todo el mundo, con un total de 3,23 millones de decesos solo en 2019.
Considerando que su principal factor de riesgo es el humo del tabaco, se incentiva a reducir o abandonar por completo su consumo. Llevar una vida saludable, evitar irritantes respiratorios y vacunarse contra infecciones también puede inclinar la balanza a tu favor.
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