Medicamentos para el colesterol: usos y efectos secundarios

Los medicamentos para el colesterol son de gran utilidad cuando todas las otras medidas para disminuir el LDL y los triglicéridos sanguíneos han fallado. ¿Deseas saber cuáles son sus usos y efectos secundarios? ¡Sigue leyendo!
Medicamentos para el colesterol: usos y efectos secundarios

Última actualización: 26 marzo, 2021

La mayoría de las enfermedades cardiovasculares están asociadas a la presencia de cifras elevadas de colesterol. Los cambios en el estilo de vida ayudan a disminuir la cantidad de este compuesto en la sangre. En ocasiones, estos cambios no son efectivos, por lo que es necesario el uso de medicamentos para el colesterol.

El colesterol es una sustancia que puede ser sintetizada por el organismo y también se obtiene de la dieta. El mismo es un compuesto de gran utilidad en el cuerpo ya que forma parte de la membrana de todas las células y es el precursor de las hormonas esteroideas, los ácidos biliares y la vitamina D.

La sustancia en cuestión puede transportarse en forma de lipoproteínas en la sangre, estas lipoproteínas pueden ser de baja densidad (LDL) o de alta densidad (HDL). Múltiples estudios han demostrado la relación entre las cifras elevadas de colesterol total y LDL con la morbimortalidad por causas cardíacas.

Usos de los medicamentos para el colesterol

Los medicamentos para el colesterol previenen infartos.
Muchos de estos medicamentos previenen el desarrollo de eventos cardiovasculares mortales.

El principal uso de este grupo de fármacos es reducir los niveles en sangre de LDL y de triglicéridos. Además, algunos de ellos son capaces de aumentar los niveles de HDL en sangre, el cual se conoce como «colesterol bueno» ya que ayuda a la eliminación hepática del colesterol dañino.

En este sentido, estos compuestos se emplean en el tratamiento de una condición denominada hipercolesterolemia. Esta enfermedad está caracterizada por la presencia de niveles elevados de colesterol total y triglicéridos en sangre asociados al estilo de vida.

Los medicamentos para el colesterol también son de utilidad en el tratamiento de una enfermedad hereditaria conocida como hipercolesterolemia familiar. Esta condición aparece por un defecto en el cromosoma 19 de los niños, el cual general niveles muy altos de LDL y aumenta la probabilidad de ataques cardíacos a temprana edad.

Por últimos, estos fármacos también se emplean en los pacientes con enfermedades coronarias para mejorar su pronóstico. Es importante conocer que el LDL es conocido como el «colesterol malo», esto se debe a que tiende a acumularse en los vasos sanguíneos y así producir aterosclerosis.

¿Cuales son los medicamentos para el colesterol?

Hoy en día existen muchos compuestos utilizados para disminuir las concentraciones séricas de colesterol. Todos ellos cuentan con mecanismos de acción diferentes, sin embargo, el efecto obtenido será similar. De esta manera, entre los principales medicamentos empleados destacan los siguientes:

Estatinas

Las estatinas son probablemente los fármacos más utilizados para disminuir las cifras de colesterol en sangre. Este grupo de medicamentos son de gran utilidad ya que disminuyen los niveles de LDL y triglicéridos en sangre; a su vez, también son capaces de aumentar las concentraciones de HDL.

El mecanismo de acción de las estatinas es muy simple, las mismas inhiben a la enzima hepática hidroxi-meti-glutaril coenzima A (CoA) reductasa. Esta enzima forma parte del paso inicial en la síntesis de colesterol, al ser inhibida, el hígado es incapaz de sintetizar esta sustancia y se ve obligado a eliminar el colesterol que se encuentra en la sangre.

En términos generales las estatinas son compuestos muy seguros, sin embargo, pueden generar efectos secundarios como dolores musculares, problemas digestivos y confusión mental. Entre las estatinas más utilizadas destacan las siguientes:

  • Atorvastatina.
  • Simvastatina.
  • Lovastatina.
  • Fluvastatina.

Fijadores de ácidos biliares

Otros medicamentos empleados para el colesterol son las resinas fijadoras de ácidos biliares. La función principal de estos compuestos es disminuir los niveles de LDL en sangre, sin embargo, las mismas no afectan los niveles de triglicéridos ni de HDL.

En condiciones normales, el organismo reabsorbe el colesterol y los ácidos biliares presentes en el intestino para la síntesis de bilis. Los fijadores de ácidos biliares se unen a los compuestos presentes en la luz intestinal, impidiendo así su reabsorción y favoreciendo su excreción a través de las heces.

Todo este proceso obliga al hígado a utilizar el colesterol en forma de LDL presente en la sangre para la síntesis de nuevos ácidos biliares. Estos compuestos son muy útiles, uno de los principales representantes es la colestiramina, la cual ha demostrado una capacidad de reducción en el colesterol de hasta un 36 %.

Los efectos colaterales de los fijadores de ácidos biliares pueden ir desde dolor abdominal hasta náuseas y vómitos. En algunos casos son capaces de generar trastornos metabólicos como acidosis hiperclorémica, sin embargo, los mismos son poco frecuentes.

Fibratos

Los fibratos son medicamentos derivados del ácico fíbrico y se recetan con la finalidad de disminuir los niveles séricos de triglicéridos. No obstante, los mismos también son capaces de aumentar los niveles de HDL, disminuyendo así la acumulación de colesterol en los vasos sanguíneos.

El mecanismo de acción de estos fármacos se enfoca en la alteración de los núcleos de ciertas células, lo que provoca la lipólisis de las células ricas en triglicéridos. Esto disminuye la cantidad de células capaces de generar aterosclerosis y la posterior obstrucción de la luz vascular.

El efecto farmacológico de los fibratos se observa a partir de la segunda semana de tratamiento. Estudios han demostrado su eficacia en la reducción de los triglicéridos hasta en un 55 % y del colesterol hasta en un 25 %. Estos medicamentos para el colesterol son bien tolerados y los efectos colaterales más frecuentes son gastrointestinales.

Inhibidores de la absorción del colesterol

Los medicamentos para el colesterol son variados.
Todos estos fármacos deben ser prescritos por un especialista.

Una parte del colesterol que se encuentra circulando en la sangre proviene de la dieta la bilis y la descamación del epitelio intestinal, el mismo entra al torrente sanguíneo a través de la absorción intestinal. En este sentido, los medicamentos inhibidores de la absorción del colesterol resultan beneficiosos en la disminución de las cifras séricas.

El principal representante de estos fármacos es la ezetimiba, el cual se cree que inhibe una proteína transportadora del epitelio intestinal. La inhibición en cuestión impide que el colesterol presente en la luz intestinal sea incorporado al organismo, favoreciendo así su excreción fecal.

La ezetimiba tiene una vida media que ronda las 22 horas, lo que hace posible obtener resultados beneficiosos con tan solo una administración diaria. No obstante, este medicamento está contraindicado en la insuficiencia hepática, además, puede generar dolor estomacal, dolor muscular y fatiga en algunos pacientes.

Una dieta balanceada es fundamental

El uso de los medicamentos para disminuir el colesterol sérico muestran grandes resultados en poco tiempo. No obstante, el tratamiento inicial de la hipercolesterolemia consiste en realizar cambios en la dieta y en el estilo de vida de las personas.

En la mayoría de los casos, una dieta balanceada y la disminución del sedentarismo suelen ser suficientes para disminuir los niveles de LDL y triglicéridos. El uso de los fármacos mencionados está destinado para aquellos pacientes en los que los cambios en la dieta no generan la disminución deseada en las cifras de colesterol total.

Por ello, es de vital importancia mantener un chequeo médico constante. Esta será la única forma de detectar el aumento en los niveles de colesterol y realizar el tratamiento adecuado. Recordemos que los niveles elevados de LDL están muy relacionados al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.



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