Diferencias entre vigorexia y bulimia

¿Sabes distinguir entre la vigorexia y la bulimia? Te enseñamos a qué aluden estas afecciones y en qué puntos se distinguen.
Diferencias entre vigorexia y bulimia
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 02 agosto, 2022

En la actualidad se ha creado una mayor consciencia sobre los trastornos de la alimentación debido a las campañas y la educación. A pesar de ello, aún existen afecciones que pueden generar malentendidos, así como confundirse con relativa facilidad con otras. Hoy te enseñamos las diferencias entre la vigorexia y la bulimia, dos trastornos que a menudo se asocian de forma popular.

En efecto, no es infrecuente que los términos vigorexia y bulimia se usen como sinónimos; o en todo caso se citen en la misma línea. Aunque por supuesto comparten algunos rasgos similares, en realidad aluden a trastornos diferentes. Para que comprendas en qué se distinguen te explicamos de forma breve pero concisa qué son antes de exponer los puntos en los que disienten.

¿Qué es la vigorexia?

Las diferencias entre vigorexia y bulimia son evidentes
A pesar de sus múltiples esfuerzos, las personas con vigorexia pueden experimentar dificultades de apreciar su estado de composición corporal de forma objetiva.

También conocida como disforia muscular, la vigorexia es un trastorno mental obsesivo en el que la persona percibe su masa muscular inferior a lo que realmente es. Un vigoréxico no es solo alguien que se percibe delgado en relación con su propio peso (o masa muscular, para ser más preciso), sino que además esta percepción llega a tal punto que afecta su día a día.

De acuerdo con los investigadores, los pacientes con vigorexia suelen desarrollar comportamientos psicopatológicos. Por ejemplo, ansiedad social, aislamiento, uso de sustancias ilegales (esteroides anabólicos), pensamientos compulsivos y daños a su propia integridad física. También suelen manifestar trastornos alimenticios y una necesidad patológica de hacer ejercicio para ganar masa muscular.

Por ejemplo, son muy selectivos con la comida que ingieren; de manera que esta la planifican milimétricamente para que se adecúe a sus objetivos. Rechazan todos aquellos alimentos que no se acoplan con estos objetivos; es decir, con aquellos que pueden hacer aumentar su grasa en vez de potenciar el desarrollo muscular. Suelen manifestar problemas en el trabajo y sus relaciones (amistad, de pareja o familiar) debido a esta obsesión.

¿Qué es la bulimia?

Las diferencias entre vigorexia y bulimia incluyen las conductas compensatorias compulsivas
Las personas con bulimia desarrollan ciertas “conductas compensatorias” para disminuir el efecto de grandes cantidades de alimentos sobre su composición corporal.

La bulimia es un trastorno alimenticio, a menudo catalogado también como un trastorno mental, en el que se desarrollan conductas o patrones de comportamiento que se alejan de los estándares saludables. Los expertos advierten que la condición se manifiesta de forma progresiva, de manera que va escalando poco a poco hasta incidir en casi todos los aspectos de la vida.

Un cuadro típico de este trastorno se caracteriza por atracones compulsivos que se acompañan de un sentimiento de culpa posterior. Como remordimiento, la persona puede optar por un ayuno para compensar estos atracones, vómitos y episodios en los que se reducen al mínimo la ingesta de alimentos. También se puede hacer uso de laxantes, diuréticos, ejercicio físico o enemas para contrarrestar este comportamiento impulsivo.

Todos los episodios son compulsivos, de manera que los pacientes no tienen un control consciente sobre lo que hacen (la cantidad de comida que ingieren). Por lo general suelen durar menos de dos horas y casi siempre giran en torno a comida poco saludable. La mayoría padecen de otros trastornos (como el trastorno límite de la personalidad), baja autoestima o problemas con la imagen corporal.

Diferencias entre vigorexia y bulimia

Existen ciertas similitudes en estos trastornos, aunque en la práctica podemos enumerar varias diferencias entre vigorexia y bulimia.

Tal y como nos señalan los expertos, los trastornos de la alimentación como la bulimia son frecuentes en las personas con disforia muscular, también en aquellos que son fanáticos del ejercicio físico (sin que puedan ser diagnosticados con este trastorno). Veamos algunas diferencias entre vigorexia y bulimia:

  • La bulimia es más frecuente en mujeres, la vigorexia en hombres: aunque esto no impide que hombres y mujeres puedan desarrollar alguno de estos trastornos, por supuesto. En general la bulimia afecta más a las mujeres y la vigorexia se concentra principalmente en hombres (en especial aquellos que van al gimnasio o practican un deporte de peso o fuerza).
  • La bulimia suele manifestarse durante la adolescencia, la vigorexia durante la adultez joven: como en otros casos esto está sujeto a excepciones, pero la bulimia suele comenzar entre los 12 y los 18 años; mientras que la vigorexia lo hace entre los 20 y los 35 años.
  • La percepción de la realidad es diferente en ambos casos: en la bulimia el afectado se percibe obeso después de los atracones. Por el contrario, el vigoréxico se percibe delgado a pesar de que en la mayoría de los casos su masa muscular está muy por encima del promedio.

Estos cuatro criterios son suficientes para establecer diferencias entre la vigorexia y la bulimia, al margen de los que ya se han dado en sus definiciones. Un paciente vigoréxico puede desarrollar bulimia, y viceversa; aunque esto no implique que en todos los casos sea así. En ambos trastornos las causas no siempre están claras, y las opciones de tratamiento a menudo están rodeadas de complicaciones.

Las alternativas más usadas son una combinación de terapia psicológica e ingesta de medicamentos. Dado que casi todos los pacientes son reacios a admitir su condición, que esta se acompaña siempre de obsesión y que no es infrecuente que abandonen el tratamiento a la mitad; estas condiciones no son fáciles de controlar.



  • González, B., Huerta-Sánchez, E., Ortiz-Nieves, A., Vázquez-Alvarez, T., & Kribs-Zaleta, C. Am I too fat? Bulimia as an epidemic. Journal of Mathematical Psychology. 2003; 47(5-6): 515-526.
  • Pope, C. G., Pope, H. G., Menard, W., Fay, C., Olivardia, R., & Phillips, K. A. Clinical features of muscle dysmorphia among males with body dysmorphic disorder. Body image. 2005; 2(4): 395-400.
  • Segura-García, C., Ammendolia, A., Procopio, L., Papaianni, M. C., Sinopoli, F., Bianco, C., ... & Capranica, L. Body uneasiness, eating disorders, and muscle dysmorphia in individuals who overexercise. The Journal of Strength & Conditioning Research. 2010; 24(11): 3098-3104.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.