Diferencias entre bronquitis y bronquiolitis

A pesar de que comparten características en común, existen diferencias entre la bronquitis y la bronquiolitis. Hoy te enseñamos las más importantes.
Diferencias entre bronquitis y bronquiolitis
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 02 agosto, 2022

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades respiratorias son la principal causa de muerte y discapacidad en todo el mundo. El catálogo de afecciones es muy variado, y su diagnóstico, características y tratamiento puede dar lugar a malentendidos. En las próximas líneas te exponemos las diferencias entre bronquitis y bronquiolitis.

Como es natural, ambas condiciones comparten similitudes o paralelismos, aunque en la práctica se pueden distinguir claramente. Los síntomas en líneas generales son muy parecidos, aunque las causas, el lugar donde se focaliza y el tratamiento difiere en grandes aspectos. Antes de establecer las diferencias entre la bronquitis y la bronquiolitis primero definamos a qué aluden cada una de las afecciones.

¿Qué es la bronquitis?

Las diferencias entre bronquitis y bronquiolitis incluyen la edad de presentación
La bronquitis es una condición inflamatoria de los bronquios. Tiene una variante aguda y otra crónica, siendo esta última relacionada al EPOC.

La bronquitis se cataloga como la inflamación de los conductos que transportan el aire dentro y fuera de los pulmones (conocidos como bronquios). La inflamación puede estar acompañada de hinchazón y esta tiene diversas causas. Los virus, las bacterias y los agentes tóxicos o irritantes (aire contaminado o humo del cigarrillo) se cuentan entre sus principales desencadenantes.

Se distinguen dos tipos de bronquitis: bronquitis aguda y bronquitis crónica. La manifestación aguda es más común, tanto que los expertos estiman que el 5 % de los adultos tiene un episodio cada año.

La bronquitis crónica es más severa y se considera una variante de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Se trata de una condición a largo plazo que casi siempre se desarrolla por la exposición continua a agentes irritantes (como humo de cigarro o combustión de biomasa).

Buena parte de los episodios se desencadenan por una infección viral. Los rinovirus, los enterovirus, los adenovirus, la gripe A y B y la parainfluenza están detrás de muchos casos. Ciertas bacterias como la Bordetella pertussis también pueden causarla. Fumar, inhalar agentes químicos o tóxicos y el polvo también pueden desencadenar bronquitis en los sujetos.

¿Qué es la bronquiolitis?

La bronquiolitis es la inflamación de unos conductos de pequeño calibre que transportan el aire dentro y fuera de los pulmones (conocidos como bronquiolos). Con frecuencia se manifiesta en epidemias y, de acuerdo con los expertos, afecta entre el 1 % y el 3 % de todos los bebés menores de un año. Casi todos los casos se explican a través de infecciones virales, en especial rinovirus, parainfluenza tipo 3 y virus sincitial respiratorio.

Los virus se desplazan desde los conductos respiratorios principales (bronquios) hasta los conductos secundarios (bronquiolos). Allí desencadenan una necrosis epitelial, acompañada de una respuesta inflamatoria.

La mayoría de los episodios se reportan en niños menores de dos años. Casi siempre se desarrolla con signos agudos, aunque en ciertos casos puede haber complicaciones que, en ausencia de tratamiento, pueden devenir en la muerte del infante.

Aunque es menos frecuente, la bacteria Mycoplasma penumoniae también puede provocar la condición. La exposición constante o permanente a sustancias irritantes (como el humo del cigarrillo) también explica algunos casos. A pesar de ello, buena parte de los episodios tienen su génesis en las infecciones virales que a menudo se manifiestan en epidemias.

Diferencias entre la bronquitis y la bronquiolitis

Las diferencias entre bronquitis y bronquiolitis permiten hacer el diagnóstico
Si bien desde un punto de vista clínico la bronquitis y la bronquiolitis son muy similares, existen algunos puntos clave que permiten diagnosticar una u otra condición.

Ahora que sabes de manera general las características de las afecciones, puedes comprender mejor las diferencias entre bronquitis y bronquiolitis. En las líneas siguientes resumimos los puntos más importantes que operan como ejes diferenciadores:

  • Síntomas específicos: aunque ambas afecciones comparten sibilancias, tos con flema, congestión nasal y fiebre también tienen síntomas específicos. Por ejemplo, la bronquitis suele comenzar con síntomas en las vías respiratorias superiores; entre los cuales se cuentan la congestión nasal, el goteo posnasal y el dolor de garganta.
  • Población afectada: la bronquiolitis es una afección casi exclusiva de la etapa infantil. La bronquitis aguda no tiene un rango de edad estándar, aunque la crónica suele manifestarse luego de los cuarenta años. Esta es una de las principales diferencias entre bronquitis y bronquiolitis.
  • Factores de riesgo asociados: los fumadores de larga data, quienes puede tener un sistema inmunitario comprometido, y los pacientes alérgicos tienen mayores probabilidades de desarrollar bronquitis. El nacimiento prematuro, las afecciones pulmonares subyacentes, las deficiencias del amamantado y el contacto estrecho con otros niños lo son para el caso de la bronquiolitis.
  • Opciones de tratamiento: en ambos casos se opta por el tratamiento sintomático, en especial cuando se ha determinado que el desencadenante es un virus. Sin embargo, y dadas las complicaciones asociadas al uso de ciertos fármacos debido a la edad, en el caso de la bronquiolitis suele ser más reducido o en todo caso vigilado.  No es infrecuente la hospitalización en casos moderados o graves.
  • Lugar de desarrollo: por último, una de las diferencias notables entre la bronquitis y la bronquiolitis la encontramos en su lugar de desarrollo. En el primer caso la inflamación se concentra en la vía respiratoria principal, en el segundo en las secundarias (las últimas ramificaciones de la principal). Esto, junto con los demás criterios, permite establecer diferencias claras.

¿Cómo se manejan estas condiciones?

Beber mucha agua, descansar el tiempo suficiente y las terapias de respiración a menudo complementan las opciones de tratamiento para ambos casos. Téngase en cuenta que la bronquiolitis puede ser difícil de determinar en algunos bebés, en parte por las complicaciones asociadas a la determinación de sus síntomas (la incapacidad de que estos los puedan comunicar).

En ambos casos las complicaciones están en el orden de la hipoxia, la deshidratación y la neumonía. Por fortuna, la mayoría de los episodios se pueden controlar muy bien; en especial cuando se dispone de un equipo profesional que pueda tratar la afección.



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  • Smyth, R. L., & Openshaw, P. J. Bronchiolitis. The lancet. 2006; 368(9532): 312-322.

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