Causas y factores de riesgo de la meningitis

La meningitis es una enfermedad que se puede generar por diversas causas. Los virus y las bacterias son los catalizadores más comunes, pero no son los únicos. Veamos cómo estos y otros agentes incentivan su manifestación.
Causas y factores de riesgo de la meningitis
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 16 julio, 2021

Aunque de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la prevalencia de la meningitis ha disminuido las últimas décadas (gracias a las campañas de vacunación), aún se reportan miles de casos cada año. Comprender las causas de las meningitis es el primer paso para su prevención, así como estar atento a los factores de riesgo que pueden motivar su desarrollo.

La mayoría de los episodios reportados anualmente son leves o moderados, pero una buena parte terminan en decesos. Incluso cuando los pacientes logran sobrevivir a ella existe riesgo de complicaciones secundarias, como por ejemplo déficits neurológicos. Hoy exploramos los mecanismos principales que pueden producir inflamación de las meninges.

¿Cuáles son las causas de la meningitis?

La meningitis se produce cuando alguna de las tres membranas que recubren el cerebro y la médula espinal se inflaman. Se diferencia de las encefalitis, en este sentido, en que en esta última la inflamación ocurre en el cerebro. De manera general podemos categorizar sus causas en dos vectores: catalizadores infecciosos y no infecciosos. Veamos qué se esconde detrás de cada uno.

Meningitis por procesos infecciosos

Las causas de la meningitis incluyen las infecciones virales
Las infecciones virales son especialmente frecuentes en la infancia. En algunos casos, estas pueden progresar hasta provocar un cuadro grave de meningitis.

Las causas más comunes de la meningitis son los procesos infecciosos. Más del 90 % de los casos se explican a través de esta vía y, aunque el tratamiento y evolución es diferente, la sintomatología asociada a ellos es en general la misma.

De acuerdo con los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) los catalizadores infecciosos que provocan meningitis son los siguientes:

  • Virus: los virus son la principal causa de la meningitis. Los estudios señalan que la mayoría de los episodios se generan por enterovirus y el curso de su evolución es, al menos en una buena parte de los casos, benigno. Los estornudos, la tos y tocar superficies contagiadas propician la transmisión de estos virus. En circunstancias especiales pueden derivar en meningitis, pero no siempre.
  • Bacterias: como bien nos señala Johns Hopkins Medicine las bacterias pueden provocar cuadros de meningitis moderados o graves. Las investigaciones concuerdan con que los neumococos son los responsables de la mayoría de los episodios de este tipo. La bacteria se disemina a través de aire al estar cerca de personas infectadas, aunque se necesita un contacto prolongado.
  • Hongos: la exposición a la mayoría de los hongos puede desencadenar también meningitis. Los estudios al respecto señalan que los hongos dimórficos y filamentosos son los principales señalados. No se trasmite por contacto directo con los infectados, de modo que es necesario inhalar las partículas directamente.
  • Parásitos: es menos frecuente que los casos anteriores y el proceso de infección se produce al comer o estar en contacto con animales infectados. La manifestación más común es la eosinofílica, causada por un parásito del pulmón de la rata.

Estas son las causas infecciosas de la meningitis. Al año se reportan un par de casos por infección de amebas, los cuales son particularmente mortales.

Meningitis por procesos no infecciosos

Las causas de la meningitis incluyen el cáncer
Las personas que padecen alguna enfermedad crónica pueden desarrollar meningitis por varios motivos no infecciosos. Destacan especialmente los pacientes con cáncer.

La otra cara de la moneda la encontramos en la meningitis no infecciosa, la cual representa un porcentaje muy pequeño de los casos reportados anualmente. Son muchos los procesos que pueden incentivar su manifestación, entre los principales destacamos los siguientes:

  • Enfermedades autoinmunes: como el lupus y la artritis reumatoide. Ambos trastornos autoinmunes causan inflamación, la cual se puede extender también hasta las meninges. Podemos decir que la meningitis se considera un síntoma en estos casos.
  • Ingesta de algunos medicamentos: los investigadores están de acuerdo con que algunos cuadros se desarrollan por la ingesta de ciertos fármacos. Los más comunes son antiinflamatorios no esteroideos, antibióticos, inmunoglobulinas intravenosas y anticuerpos monoclonales. Los episodios de este tipos son muy raros, de modo que no deberías temer si mantienes una terapia con base en ellos.
  • Cáncer: también se han reportado casos de meningitis relacionados directamente con el cáncer. Estos se denominan meningitis neoplásica y, de acuerdo con la evidencia, afectan al 5 % de los pacientes con estas patologías.
  • Lesiones cerebrales: como por ejemplo traumatismos o complicaciones derivadas de una cirugía.

Estos son los principales mecanismos no infecciosos que se consideran entre las causas de la meningitis. Por supuesto, también encontramos los factores de riesgo. De ellos te hablamos en el siguiente apartado.

Factores de riesgo de la meningitis

Recordemos nuevamente que la gran mayoría de los casos de meningitis son infecciosos. En condiciones normales, el cuerpo tiene las herramientas inmunitarias para defenderse frente a estos patógenos.

Por sí solo puede repelerlos o, en todo caso, evitar que lleguen a inyectar a las meninges. Dicho esto, y de acuerdo con los investigadores, los principales factores de riesgo son los siguientes:

  • Padecer de trastornos crónicos como cáncer, diabetes o insuficiencia renal (entre otros).
  • Tener menos de 10 años o más de 65.
  • Vivir en condiciones de hacinamiento.
  • Exponerse a áreas endémicas donde predominan los patógenos que causan la enfermedad.
  • No estar vacunado.
  • Presentar un estado inmunosuprimido (trasplantes, tener SIDA y demás).
  • Consumir alcohol y tabaco en exceso.
  • Exponerse a drogas recreativas.
  • Entrar en contacto prolongado con algunos animales.

Por fortuna, la meningitis se puede prevenir. La principal forma de hacerlo, de acuerdo con la OMS, es a través de vacunación.

Tanto los grupos de riesgo como las personas ajenas a él deberían recibir las respectivas vacunas disponibles para los microorganismos que suelen ocasionar la enfermedad. Aunque no existen dosis para todos los agentes, sí se han desarrollado para los principales.

La OMS también nos recuerda que algunas variantes, como la meningitis meningocócica, tiene mayores complicaciones. Entre el 8 % y el 15 % de los pacientes con esta infección mueren aun cuando se diagnostican a tiempo y reciben tratamiento.

Hoy disponemos de una vacuna para evitarlo, la cual ha sido el pilar de las últimas décadas para controlar los brotes en África y Asia.



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