Parto prematuro: síntomas y causas

El trabajo de parto prematuro puede poner en riesgo la vida de la madre y el bebé. Veamos cómo identificarlo y por qué se produce.
Parto prematuro: síntomas y causas
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 02 agosto, 2022

La mayoría de los embarazos tienen una duración de unas 40 semanas. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano (EE. UU.), se dice que se está en presencia de un parto prematuro cuando el trabajo de parto inicia antes de las 37 semanas. Cuando el bebé nace justo antes de este tiempo, se dice que ha nacido prematuro.

Los trabajos de parto prematuros son una importante causa de muerte, y los bebés sobrevivientes pueden tener discapacidades a largo plazo en el desarrollo de su sistema nervioso central. Los expertos estipulan que entre el 5 % y el 18 % de los partos son prematuros y la espontaneidad de estos dificulta a veces determinar qué los ha originado. Te mostramos sus síntomas y principales causas.

¿Cuáles son los síntomas del parto prematuro?

Un parto prematuro no es más que un trabajo de parto que no ha llegado a un término normativo. Por tanto, sus síntomas son idénticos a los que se experimentan en un trabajo de parto normal. La diferencia es que esta vez lo hacen antes de las 37 semanas, lo que puede llegar a confundir a la embarazada y llevar a pasarlos por alto.

En efecto, dado que los signos no se corresponden con la fecha de labor de parto estipulada, no es infrecuente que algunas mujeres omitan los signos al pensar que no es posible que estén por dar a luz. Esta actitud es mucho más frecuente en mujeres con un primer embarazo, ya que desconocen de primera mano cuáles son los síntomas del trabajo de parto:

  • Contracciones uterinas frecuentes y dolorosas.
  • Sensación de presión pélvica muy intensa.
  • Expulsión del tapón mucoso.
  • Pérdida del líquido amniótico.

Si los llegas a manifestar no dudes en buscar atención médica, ya que esta puede hacer una diferencia notable en los pronósticos de nacimiento.

No temas si se trata de una falsa alarma, ya que es mejor descartar una que correr el riesgo de poner el peligro la vida del bebé. Mantente siempre alerta a estos indicios, en especial cuando se alejan de los signos que has experimentado hasta ahora durante tu embarazo. No todos los labores de parto prematuro son iguales, de manera que puedes desarrollar síntomas leves.

¿Cuáles son las causas del parto prematuro?

El parto prematuro tiene muchas causas
En muchas ocasiones no puede determinarse el origen del parto prematuro. En otras, las patologías evidentes pueden relacionarse como agentes causales.

La mayoría de los trabajos de parto prematuro son espontáneos. Es decir, se manifiestan sin previo aviso y sin que existan indicios médicos de que sucederán. En otros casos, pueden existir alertas de que puede suceder, de manera que el profesional notificará a la embarazada de los síntomas que indican la labor prematura.

No existe un consenso entre los especialistas de por qué sucede este evento. De acuerdo con los expertos, el 50 % de los partos de este tipo son espontáneos, el 30 % se asocian a una rotura temprana de la membranas y el 20 % restantes es inducido por recomendación médica.

Dado que no se conocen causas directas del parto prematuro, se prefiere hablar de factores de riesgo. En efecto, conocemos algunos factores que aumentan las probabilidades de una labor prematura. Te presentamos algunas con una breve explicación.

Trabajo de parto prematuro previo

Los investigadores han encontrado que las probabilidades de sufrir un parto prematuro son entre un 41 % y un 68 % en embarazadas que cuentan con un historial de esta labor. No se sabe por qué razón, aunque puede deberse a una serie de factores genéticos y fisiológicos que motivan que el embarazo no concluya el tiempo normativo.

Cérvix acortado

El acortamiento del cuello uterino también es un riesgo directo para el parto antes de tiempo. El cérvix es la parte baja del útero que conecta con la vagina. Al término del embarazo se ablanda y se recorta, de manera que permite el paso del feto hasta el exterior. Cuando esto ocurre antes de tiempo, deriva en una labor prematura.

Presencia de afecciones crónicas en la madre

Como por ejemplo hipertensión, obesidad, diabetes, enfermedades autoinmunes, depresión, estrés y demás. Todas estas se pueden conjugar para impedir que el embarazo se lleve a término. En general, la ausencia de enfermedades crónicas y la apuesta por una vida saludable disminuye en gran medida la probabilidad de nacimientos prematuros.

Defectos congénitos fetales

Los investigadores también alertan que las anomalías fetales congénitas pueden jugar en contra. Los defectos congénitos por lo general se manifiestan durante el primer trimestre de embarazo, de manera que deberían ser identificados por el especialista en la consultas de rutina.

Edad de la madre

Se sabe que el trabajo de parto prematuro es más común en mujeres menores de 18 años y mayores de 40. Las probabilidades son ligeramente mayores en las menores de edad, en especial aquellas que cuentan con una edad ginecológica baja. Así lo apunta la evidencia, la cual señala que en estos casos el riesgo de labor prematura es cercana al 75 %.

Por supuesto, existen muchas otras cosas que pueden impedir que el embarazo llegue a término. Para completar los anteriores desencadenantes, apuntamos otros posibles factores:

  • Presencia de un mayor volumen de líquido amniótico (polihidramnios).
  • Embarazos múltiples.
  • Infecciones en el tracto vaginal o en el líquido amniótico.
  • Padecer de sobrepeso o de un bajo peso antes o durante el embarazo.
  • Haber quedado embarazada por fertilización in vitro.
  • Haber quedado embarazada demasiado pronto luego de tener un bebé.
  • Antecedentes familiares de labores prematuras.
  • Exposiciones prenatales a ciertos agentes químicos tóxicos.
  • Placeta previa.
  • Preeclampsia.

Existen decenas y decenas de condiciones adicionales que pueden provocar un nacimiento prematuro. En ocasiones no se encontrará la causa, de manera que sus desencadenantes serán idiopáticos.

¿Se puede prevenir el parto prematuro?

El parto prematuro y su prevención
Mientras mejores sean los hábitos de vida de la embarazada, menor es el riesgo de desarrollar un parto prematuro u otras condiciones.

Dado que no conocemos todos los mecanismos que están detrás del parto prematuro, no lo puedes prevenir al 100 %. Como es natural, sí puedes incluir una serie de hábitos que te permiten reducir el riesgo. El más importante de todos es seguir el cronograma de atención prenatal.

Las visitas prenatales son muy importantes para llevar un control del desarrollo del embarazo. El especialista puede determinar indicios de alerta de un parto antes de tiempo, así como gestionar acciones en pro de la salud de la madre y el bebé. Aparte de esto, considera las siguientes recomendaciones:

  • Mantén una dieta saludable.
  • Evita el tabaco, el alcohol y las drogas recreativas.
  • Mantén controladas las condiciones crónicas.
  • Evita las situaciones estresantes.
  • Mantente hidratada durante los días más calurosos.
  • Haz ejercicio con regularidad.
  • Trata de cumplir con las horas de sueño.
  • Toma los suplementos indicados por el especialista (ácido fólico, entre los más importantes).
  • Si tienes relaciones sexuales, asegúrate de usar protección para reducir el riesgo de infecciones.

En general, tener un estilo de vida saludable antes y durante el embarazo reduce las probabilidades de una labor prematura. Lo importante es que hagas un buen control prenatal y sigas las indicaciones de tu médico. Un parto prematuro tiene consecuencias no deseadas tanto para la madre como para el bebé.



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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.