Las 5 diferencias entre resfriado y gripe

Te enseñamos 5 criterios que puedes usar para aprender las diferencias entre resfriado y gripe. En contra de lo que se piensa, se trata de infecciones diferentes.
Las 5 diferencias entre resfriado y gripe
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 05 septiembre, 2021

Para la mayoría de las personas no existen diferencias entre el resfriado y la gripe. De hecho, es muy común que en contextos informales ambos términos se usen de manera indistinta. Aunque ambas son infecciones virales que comparten varios elementos en común, en realidad se manifiestan de forma diferente. Hoy exploramos 5 criterios que puedes usar para distinguirlas.

Es muy importante que aprendas las diferencias entre el resfriado y la gripe, ya que esta última se asocia con un mayor número de complicaciones. Los niños y los adultos mayores son especialmente vulnerables, de manera que se deben tomar previsiones durante la temporada estacional. De todo esto te hablamos en las próximas líneas.

Diferencias entre el resfriado y la gripe

Dado que algunos episodios son prácticamente indistinguibles de otros, no siempre es fácil diferenciar entre una y otra infección viral. La única manera 100 % efectiva para hacerlo es a través de una prueba de antígenos para la gripe. A pesar de esto, puedes usar los siguientes criterios para descubrir las diferencias entre el resfriado y la gripe.

1. Síntomas

Las diferencias entre resfriado y gripe incluyen los síntomas
Los síntomas del resfriado y la gripe pueden ser similares, pero no iguales. La diferencia radica en su intensidad y evolución.

Los síntomas son la principal carta de presentación de una infección o una enfermedad. Es cierto que ambas comparten muchos de estos, pero también encontramos elementos diferenciadores. Veamos con detalle cuáles son las manifestaciones más frecuentes para cada una de ellas.

Síntomas de la gripe

Los síntomas de la gripe son mucho más severos que los del resfriado común. Contrario a lo que se piensa, las secreciones nasales y los estornudos son poco comunes en la mayoría de los episodios. Entre los signos más comunes destacamos:

  • Dolor de garganta.
  • Fiebre.
  • Tos.
  • Dolor de cabeza.
  • Fatiga.
  • Dolor muscular y articular.
  • Escalofríos.
  • Náuseas y vómitos (solo en niños y adultos mayores).

Otra de las características de los síntomas es que suelen aparecer de manera repentina. Puedes sentirte bien y luego de un par de horas presentarlos inesperadamente. Su intensidad dificulta que puedas desarrollar tu rutina con normalidad.

Síntomas del resfriado común

En este caso los signos se mantienen bajo una intensidad baja o moderada. Solo unas pocas veces se presentan con intensidad alta, al menos si contrastamos los episodios con los anteriores. La fiebre y el dolor de cabeza son poco frecuentes durante un resfriado común. En cambio, puedes llegar a experimentar lo siguiente:

  • Congestión nasal.
  • Estornudos.
  • Dolor de garganta.
  • Tos.
  • Fatiga (leve).
  • Ojos rojos y llorosos.
  • Dolor en el cuerpo (general y casi siempre leve).

Ocasionalmente se pueden experimentar náuseas o vómitos, aunque estos se consideran poco comunes y solo afectan a los adultos. La manifestación de los síntomas de la gripe y el resfriado común depende en gran medida de tu estado de salud y de qué tan fuerte sea tu sistema inmunitario.

2. Duración

Otra de las diferencias entre resfriado y gripe la encontramos en su duración. Si bien la extensión de los síntomas es la misma, en torno a 7-14 días, el desarrollo de los signos no lo es. Si padeces de resfriado común, los síntomas se manifestarán progresivamente. Empezarán con una intensidad leve el primer o segundo día y tendrán su momento cumbre posteriormente.

Lo mismo sucede al momento de sanar. Luego de que pasas uno o dos días con los peores síntomas, estos se van atenuando hasta que finalmente te sientes mejor. No sucede igual si has contraído gripe. Es estos casos, los primeros tres días serán los peores, luego de los cuales experimentas una mejoría lenta hasta alcanzar la recuperación.

Si bien es posible que en una semana ya hayas dejado atrás la mayoría de los signos, puede quedar un remanente de ellos que te impidan recobrar tu salud por completo. En general estos consisten en una leve fatiga, malestar general o dolor de cabeza.

3. Causas

Ya hemos mencionado que las infecciones virales son las causas de la gripe y el resfriado. Sin embargo, los episodios no los generan los mismos agentes. El virus que causa la gripe es el de la influenza. De hecho, en algunos contextos se conoce a la enfermedad como tal.

Existen cuatro tipos de virus influenza, aunque la influenza A y la influenza B son los que originan la mayoría de los contagios en todo el mundo. La influencia C también puede infectar a los humanos, aunque en menor medida que los anteriores. La influenza D, la última de estos virus, afecta solo a los animales (hasta donde sabemos).

La influenza A es la que ocasiona buena parte de las infecciones, y es la que da origen a las epidemias. La cepas H1N1 y la H3N2 son las más comunes. La primera ocasionó la pandemia de gripe de 1918 y la de 2009. Por el contrario, los resfriados comunes, siguiendo a Johns Hopkins Medicine, se originan por la infección de hasta 200 virus diferentes.

A pesar de esto, la familia de los rinovirus suele ser la principal causante de los contagios de este tipo. En contra de la creencia popular, ni la gripe ni el resfriado se provocan por el descenso de la temperatura. Son los virus, aunque de familias diferentes, los que desencadenan los síntomas.

4. Frecuencia de contagio

Las diferencias entre resfriado y gripe incluye la transmisibilidad
Las aulas de clase (y otros entornos en los que hay muchas personas a escasa distancia) son lugares perfectos para la transmisión de enfermedades virales.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 5 % y el 15 % de la población se contagia todos los años de gripe. Aunque estos contagios pueden suceder en cualquier época del año, la mayoría de ellos suceden durante la temporada estacional que va desde octubre a mayo (conocida como temporada de influenza).

La razón de que se originen tantos contagios durante estas fechas es que en la mayor parte del mundo es un periodo académico activo (escuelas, institutos y universidades) y que la temporada invernal o de lluvias motiva a que las personas pasen gran parte del tiempo en casa o incluso hacinados (lo que facilita la trasmisión del virus).

El resfriado se presenta con mayor frecuencia en la población. De hecho, y siguiendo a la American Lung Association, un adulto promedio sufre de dos a cuatro episodios de resfriado común al año. Los niños pequeños son más propensos a padecerlos, de modo que experimentan entre seis y ocho cuadros anualmente.

Con base en estas estadísticas podemos afirmar que el resfriado es mucho más común que la gripe. Puedes pasar uno, dos o más años sin que te dé gripe, pero es muy probable que no pases más de 12 meses sin que experimentes algún síntoma del resfriado común.

5. Posibles complicaciones

Si hemos enfatizado que la gripe ocasiona síntomas más intensos, ¿quiere decir esto que las infecciones de este tipo ocasionan mayores complicaciones? Sí, efectivamente. Aunque es verdad que la mayoría de los casos no implican alguna novedad, muchos de estos terminan en hospitalizaciones e incluso la muerte.

Los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) advierten que las complicaciones más frecuentes de la gripe son infección de los senos nasales y de oídos, neumonía, miocarditis, encefalitis, insuficiencia respiratoria y muchas otras condiciones. Por el contrario, el riesgo de complicaciones es muy bajo cuando se trata de un resfriado.

Es importante destacar que los antibióticos no tienen ningún tipo de efecto al momento de tratar la gripe o el resfriado común. Normalmente los pacientes pueden optar por medicamentos de venta libre para aliviar los síntomas específicos, aunque esto no hará que la condición evolucione con mayor rapidez.

Para sentirte mejor lo que debes hacer es guardar reposo y beber abundante líquido. También tomar las medidas respectivas para evitar contagiar a personas cercanas. Recuerda, por último, vacunarte antes de la temporada estacional, lavarte las manos con frecuencia y evitar el contacto con las mucosas como métodos de prevención.



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