¿Qué es el colágeno?

El colágeno es una proteína imprescindible para el tejido conectivo. Sin ella, la vida no sería como la conocemos. ¡Descubre sus aspectos más importantes!
¿Qué es el colágeno?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 17 septiembre, 2021

El colágeno es una molécula de proteína cuya función es servir de enlace en el tejido conectivo. Es la proteína más abundante del cuerpo, ya que ocupa casi el 25 % de su masa total. Entre otras cosas, la función del colágeno es ayudar a que los tendones y la piel sean flexibles, fortalecer huesos, tendones, cartílagos y acelerar la recuperación luego de una lesión.

El cuerpo produce por sí mismo el colágeno que necesita. La mayoría se genera en los fibroblastos, un tipo de células que residen en el tejido conectivo. También puedes adquirirlo a través de la alimentación o con ayuda de suplementos. La deficiencia de colágeno está relacionada con varias complicaciones, como veremos más adelante.

Tipos de colágeno

El colágeno y el ADN
Cualquiera de los diferentes tipos de colágeno tiene su origen en el ADN. El material genético humano es capaz de codificar para diversas variantes de esta proteína.

La molécula base del colágeno forma parte de una gran familia de sustancias que, aunque comparten características en común, cumplen con funciones diferentes.

A nivel genético estas moléculas también difieren, y se han identificado alrededor de 28 tipos. De acuerdo con los investigadores, los más importantes son los siguientes.

Tipo I

Los estudios concuerdan que es la variante más abundante de todo el organismo. Está presente en casi todas las estructuras conectivas, con mayor énfasis en la piel, los huesos, los tendones, los dientes y el cartílago. Se cree que ocupa el 90 % del volumen de dicha proteína en todo el organismo.

Tipo II

Se encuentra en casi todos los cartílagos del cuerpo. Por tanto, su función es darle forma y proporcionar estructura a la nariz, las orejas y las articulaciones. Las personas que sufren de artritis, en cualquiera de sus tipos, por lo general presentan una mayor deficiencia de esta variante.

Tipo III

La evidencia señala que el colágeno tipo III compone entre el 5 % y el 20 % de la proteína total del cuerpo humano. Proporciona integridad estructural a las arterias, el útero, el intestino, los músculos y los vasos sanguíneos. ¿Descubres el patrón? Así es: esta variante se encuentra en las zonas expandibles del organismo.

Tipo IV

Aunque también lo podemos encontrar en otras áreas, los investigadores concuerdan que este tipo desarrolla un papel protagónico en las capas de la piel. Cumple funciones de sostén y filtración, y solo se produce en las membranas basales.

Las demás variantes de la proteína se encuentran en mayor proporción, aunque su papel sigue siendo importante para la salud del hueso, las articulaciones, los músculos, los cartílagos y la piel.

El dolor articular, la reducción de la densidad ósea y la falta de flexibilidad o arrugas en la piel se asocian con su deficiencia.

¿Qué es la deficiencia de colágeno?

La producción de colágeno disminuye con la edad. Esto se manifiesta de forma visible en la superficie de la piel, pero también internamente.

El cartílago, los músculos, los tendones y las articulaciones desmejoran en cuanto a su estructura. El proceso es natural y, aunque algunos hábitos pueden ayudar a desacelerarlo, no se puede prevenir.

La creación de la proteína también se puede interrumpir por varias enfermedades. Aunque son decenas, destacamos las siguientes entre las principales:

  • Escorbuto: conocida siglos atrás como la enfermedad de los marineros, el escorbuto no es más que deficiencia de vitamina C. Los estudios indican que esta vitamina cumple un papel clave en el metabolismo del colágeno, de manera que su deficiencia crea un efecto bola de nieve con respecto a la proteína.
  • Síndrome de Ehlers-Danlos: no es una condición única, sino un grupo de afecciones que se caracterizan por el daño al tejido conectivo. Esta enfermedad genética se distingue por una enorme flexibilidad en las articulaciones y la piel.
  • Osteogénesis imperfecta: también se conoce de manera informal como enfermedad de los huesos de cristal. Su origen es genético e impide que el organismo desarrolle materia ósea fuerte. Aunque interrumpe otras funciones, se distingue por impedir la formación de colágeno en los huesos.
  • Cutis laxa: esta condición se distingue por piel arrugada, laxa o flácida. A pesar de esto, los pliegues no son flexibles. Por lo general, se diagnostica durante los primeros años de vida.

Los trastornos autoinmunes como el lupus, la artritis reumatoide, la esclerodermia o la espondilitis anquilosante atacan el tejido conectivo, creando deficiencias en áreas específicas. De hecho, en sus inicios a todas estas se les conocían como enfermedades vasculares del colágeno.

También puedes tener deficiencia de colágeno si no mantienes una dieta equilibrada a partir de determinada edad. La cantidad que el cuerpo produce empieza a disminuir poco antes de los 30 años, y desciende de forma paulatina las décadas siguientes. Si no incluyes los aminoácidos y nutrientes necesarios para su creación, el proceso se acelera aún más.

Tal y como nos recuerda Harvard T.H. Chan, el tabaquismo, el alcohol, la exposición prolongada al sol, la falta de sueño y el ejercicio excesivo también se relacionan con una deficiencia de colágeno.

¿Cómo puedo obtener más colágeno?

El colágeno en la dieta
Una dieta saludable y balanceada suele aportar suficientes cantidades de colágeno para no caer en situación de déficit.

A pesar de que no se puede evitar el descenso de la producción por completo, sí puedes inclinar la balanza a tu favor a través de una serie de hábitos.

Lo primero es revertir las acciones que mencionamos hace un un momento. Es decir, reducir o eliminar la ingesta de tabaco y alcohol, dormir al menos 8 horas al día y usar bloqueador solar, sombreros y camisas manga larga si interactúas de manera constante en espacios abiertos al sol.

De igual manera, los deportistas deben seguir un régimen especial para compaginar sus actividades con una buena proporción de la proteína en el cuerpo. También puedes considerar la ingesta de suplementos de colágeno. Estos se consiguen en varias presentaciones, aunque una de las más prácticas es el colágeno hidrolizado en polvo.

La ingesta de suplementos en realidad es secundaria a una dieta equilibrada. Los productos de origen animal, como la carne, el pollo o el pescado, te suministran el colágeno suficiente.

Los frijoles, las legumbres y la gelatina también te proporcionan una cantidad significativa. Un régimen rico en aminoácidos como la prolina, glicina e hidroxiprolina ayuda en el proceso de creación de la proteína.

En general, debes mantener una vida saludable para asegurar que tus reservas de colágeno están acordes con tu edad. No pierdas la cabeza por su descenso a medida que envejeces. Es un proceso natural que se manifiesta además con otras funciones orgánicas.



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