10 mitos de la sexualidad según la ciencia

La mayoría de estos mitos surgen a partir de tabúes o inseguridades comunes. Por fortuna, la ciencia los ha desmentido.
10 mitos de la sexualidad según la ciencia
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 22 marzo, 2021

A lo largo de nuestra vida, en especial cuando cumplimos la edad en la que empezamos a descubrir el sexo, nos vemos expuestos a diferentes mitos sobre la sexualidad que pueden afectar la forma en que nos relacionamos con nuestras parejas. Algunas de estas prácticas se han convertido en estereotipos, pero la ciencia los desmiente.

La mayoría de estos mitos afectan a los hombres y los hacen dudar de sus desempeño si no cumplen con una serie de requisitos. A las mujeres, muchas de estas creencias las han mantenido alejadas del verdadero placer.

No hay que olvidar que hasta hace algunos años se creía que el único rol de las mujeres era tener hijos. No cabía en la cabeza de las personas el sexo por mero placer.

Los 10 mitos de la sexualidad según la ciencia

En la actualidad el panorama antes descrito es menos absolutista, pero siguen presentándose mitos y creencias erróneas que pueden afectar las percepciones personales y de pareja, en cuanto al sexo se refieren.

Por ello, basados en la evidencia científica develaremos la realidad que hay detrás de esas creencias.

1. Los hombres solo piensan en sexo

Lo que se suele escuchar es que los hombres piensan en sexo a cada momento y sin parar. Esto varía dependiendo de cada persona, pero lo cierto es que tanto hombres como mujeres dedican solo una pequeña proporción de su tiempo a pensar en sexo… ¡otras ocupaciones también son importantes!

Un estudio tomó como muestra a 283 estudiantes universitarios quienes registraron sus pensamientos relacionados con la comida, el sueño y el sexo a lo largo de una semana. Aquí se demostró que los hombres, aunque pensaban más en el sexo que las mujeres, también dedican gran parte de su tiempo a pensar en la comida y el sueño.

2. A las mujeres no les gusta el porno

Hay una falsa creencia y es que a las mujeres no les gusta ver pornografía. Un estudio publicado en la Revista Internacional de Investigación Ambiental y Salud Pública analizó los efectos de la pornografía ante la respuesta sexual durante la masturbación y el sexo en un grupo de mujeres.

Se demostró que el uso de este contenido durante la masturbación disminuye las dificultades para lograr la excitación y el orgasmo. 

Entre los mitos de la sexualidad más importantes se encuentra la visualización de pornografía por parte de las mujeres.
Esta práctica también puede ser realizada en pareja para mejorar la experiencia durante las relaciones.

3. El tamaño sí importa

Durante mucho tiempo y a lo largo de diferentes generaciones se ha expandido el rumor de que mientras más grande sea el miembro viril, mayor será el placer. Sin embargo esto no es del todo cierto. Empecemos por definir cuál es el tamaño de un pene pequeño.

Un estudio determinó que un pene pequeño, candidato a un posible alargamiento, es aquel que mide 4 centímetros en estado flácido o 7,5 centímetros erecto. Ahora bien, que el miembro sea pequeño no quiere decir que hayan dificultades para generar placer.

De hecho, otra investigación señaló que las mujeres suelen estar satisfechas con el tamaño del miembro de sus parejas. Del 100 % de las mujeres encuestadas, solo el 20 % señaló que la longitud es un aspecto importante y el 1 % que es muy importante. El 55 % de las mujeres señaló que era algo no importante y el 22 % que era irrelevante.

4. Está mal masturbarse

¿Quién no ha escuchado en algún momento de la vida que masturbarse es malo? Es probable que muchos, incluso, lo han creído.

Lo cierto es que en el caso de las mujeres, un estudio concluyó que aquellas que se masturban tienen un mayor número de orgasmos y deseo sexual, además de mejores niveles de autoestima y satisfacción matrimonial. Además, requieren menor tiempo para excitarse durante sus encuentros.

En cuanto a los hombres, un estudio que contó con 11 voluntarios probó que la excitación sexual y el orgasmo inducido por la masturbación mejoran el funcionamiento del sistema inmunitario. Otra investigación realizada en el 2016 señaló que la eyaculación frecuente podría disminuir el riesgo de padecer cáncer de próstata.

5. El condón disminuye la sensibilidad

Algunos hombres, aún en la actualidad, se niegan a usar condón porque atribuyen a este método de protección una disminución de la sensibilidad durante el encuentro sexual.

Sin embargo, un estudio publicado en la revista The Journal of Sexual Medicine en el que se encuestaron a 500 hombres jóvenes de entre 18 y 24 años, señaló que el 38 % no tiene problemas de erección al usar preservativo.

De acuerdo con la investigación, el 32 % que manifestó tener problemas con el uso del condón, puede tener dificultades por una posible disfunción eréctil de base, que puede ser de origen psicológico o fisiológico, pero que en todo caso no estaría relacionado con el uso de este método.

6. Tragarse el semen es perjudicial

El sexo oral es una de las prácticas más comunes entre las parejas, aunque tragarse el semen ha sido un tema tabú por mucho tiempo. De hecho, se ha dicho que es perjudicial para la salud consumir este fluido corporal.

Aunque aún hay mucho por indagar, algunos estudios han sugerido que en esta sustancia hay una proteína que incide en las zonas del cerebro femenino que regulan la ovulación. Esto quiere decir que al tragar semen se envía una señal al hipotálamo y la glándula pituitaria, quienes inducen la salida del óvulo.

Entre otros efectos, también provocaría una acción antidepresiva y una mejoría notable en el aspecto del cabello y las uñas.

Lo cierto es que esta es una práctica que queda en manos de las parejas que confían en sí mismas, pues no se puede negar que a través de este líquido pueden transmitirse microorganismos. Entre ellos encontramos el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), el VPH (virus del papiloma humano), el virus de la hepatitis B y C, el herpes y la clamidia.

Uno de los principales mitos de la sexualidad es sobre los beneficios del sexo oral.
En parejas con buenos niveles de confianza, esta práctica puede resultar ser muy placentera y segura.

7. La vasectomía causa impotencia

La vasectomía es un método de planificación en el que se cortan y cierran los conductos seminales, es decir, aquellos que transportan los espermatozoides. Es uno de los mitos de la sexualidad que esta pequeña cirugía causa impotencia, algo por lo que muchos hombres se niegan a practicarla.

La Clínica Mayo menciona en un artículo algunos de los riesgos que pueden presentarse al someterse a esta cirugía. Sin embargo hace especial énfasis en que no hay afectaciones ni en el rendimiento sexual ni en su percepción sobre la masculinidad. De hecho, resalta que algunos hombres han reportado una mayor satisfacción sexual.

Además, devela otros mitos relacionados con la supuesta afectación de los órganos sexuales. Señala que ni los testículos, el pene u otras partes sufren daños que impidan un adecuado desempeño sexual.

8. Los juguetes sexuales son para insatisfechos

Algunas parejas pueden tener dificultades íntimas por la idea de usar juguetes sexuales como vibradores. Esto se debe al mito de que este tipo de elementos son de uso exclusivo para mujeres insatisfechas con sus parejas, lo cual no es cierto.

Un estudio realizado en Estados Unidos señaló que, en realidad, las mujeres y hombres tienen creencias positivas sobre el uso de los vibradores. Las mujeres señalaron que esta herramienta las ayuda a excitarse, lubricar y alcanzar el orgasmo con mayor facilidad, disminuyendo el dolor en ciertas prácticas.

9. Durante el embarazo no se puede

Hay estudios que determinaron que un gran número de parejas se abstiene de tener relaciones sexuales por temor a perjudicar al bebé o para evitar un aborto espontáneo. Esto, porque se ha convertido en un mito el hecho de que las embarazadas deben guardar reposo y evitar mayores esfuerzos.

Aún así, se ha determinado que tener relaciones sexuales en estado de embarazo es muy placentero. Esto es debido a que las mujeres experimentan un aumento de lubricación y sensibilidad, al darse una mayor vascularización de las zonas genitales.

La Clínica Mayo señala que en esta etapa puede practicarse el sexo con comodidad, siempre y cuando no existan diagnósticos que así lo impidan.

10. Los ancianos no tienen sexo

Es común escuchar en muchos jóvenes que hay que aprovechar la juventud para tener sexo, porque en la tercera o cuarta edad será imposible. Estudios han indicado que es evidente que la vejez trae cambios fisiológicos, pero que esto no supone un cese de la actividad sexual, rompiendo con otro de los mitos de la sexualidad.

Los ancianos pueden aprender a disfrutar sus cambios físicos y adaptarse a sus nuevas realidades. Así, pueden continuar disfrutando del sexo que va más allá de la penetración.

Ser consciente de las limitaciones (y posibibilidades) sobre las relaciones sexuales es vital para evitar frustraciones a medida que avanzan los años.

No te dejes afectar por los mitos de la sexualidad

Además de estos, existe un gran número de mitos de la sexualidad que la ciencia ha ido develando. De esta forma, cada vez más personas pueden vivir su sexualidad sin tabúes y prejuicios capaces de afectar de forma negativa sus experiencias sexuales.



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