Cómo afectan las redes sociales al cerebro de los adolescentes
El universo digital es inmenso. Además, el segmento de población más joven ha bebido desde la infancia la información procedente desde Internet. La web se ha convertido en un elemento imprenscindible en la vida de millones de estos pequeños adultos alrededor del mundo y, en consecuencia, cabe preguntarse cómo afectan las redes sociales al cerebro de los adolescentes ya que todavía están en pleno desarrollo.
Lo cierto es que el cerebro adolescente sigue desarrollándose hasta bien entrados los veinte años y, aunque las pantallas nos acerquen a mundos extraordinarios que ni si quiera hubiéramos podido imaginar hace 10 años, también ejercen un impacto en el neurodesarrollo. Por ejemplo, c uando visualizamos estímulos tan potentes como recibir un like se activan intensamente sistemas cerebrales como el del refuerzo.
Nada escapa ya a la pantalla. Nunca hemos tenido tantas pantallas. No solo para ver el mundo, sino para vivir nuestra vida.
– Gilles Lopovetsky –
Cerebros adictos a los likes
Pocas cosas hay más reforzantes que el apoyo social y jamás fue tan fácil de obtener como ahora. En la actualidad y en redes sociales como Instagram, Tik-Tok o Facebook recibir apoyo social es tan sencillo como hacer un double tap sobre la pantalla.
Para comprender las características de una adicción conductual podemos atender a la definición que plantea el profesor Eduardo Fonseca, de la Universidad de la Rioja, quien plantea que la adicción a las redes sociales podría caracterizarse por un uso disfuncional de la web, además de:
- Problemas a la hora de ejercer control sobre la conducta de consultar las redes sociales.
- Presencia de conflictos emocionales tanto personales como interpersonales a través de Internet.
- Preocupación acerca del hecho de utilizar la web.
- Utilizar las redes sociales como plataforma para la autorregulación de las emociones.
- Síntomas de abstinencia.
Entre los síntomas de abstinencia puede aparecer dificultades para conciliar el sueño, síntomas ansiosos o la irritabilidad en relación con el uso de las redes sociales. En este sentido cabe preguntarse cuál es el mecanismo cerebral que está detrás de este potente impulso gravitacional hacia el mundo digital en los adolescentes.
La adicción a las redes sociales se caracteriza por la incapacidad para controlar el deseo de utilizar el móvil, ansiedad, sentimientos de pérdida, abstinencia y descenso en la productividad y la participación en la vida de la comunidad.
– Eduardo Fonseca –
La utilización de las redes sociales se ha visto relacionada con una mayor prevalencia de emociones negativas (como la tristeza, la frustración o la envidia). En este sentido, los adolescentes también pueden llegar a ser más impulsivos.
La impulsividad es la emisión de conductas sin reflexiones profundas efectuadas con anterioridad y sus consecuencias pueden adoptar formas diversas como el sexting.
Neurobiología de las redes sociales
Las redes sociales son un trampolín para dar cabida a nuestras necesidades de forma rápida. En este sentido nos permiten hacer lo siguiente:
- Comunicar quienes somos. Podemos proporcionar tanto información real como ficticia. Las redes sociales pueden ser verdaderos lugares para fantasía en los que la información tiene el potencial de ser distorsionada.
- Saber qué opinan los demás. Conocer cuáles son los juicios que otras personas emiten sobre nosotros es un hecho que puede hacernos tocar el cielo o el infierno.
- Ver cómo otras personas intercambian mensajes y emitir juicios sobre lo que estamos viendo. Opinar, juzgar, alentar, admirar pero también humillar e insultar nunca había sido tan sencillo.
- Comparar y compararnos. Las comparaciones son odiosas pero en el mundo del adolescente son vitales. Esto es así porque mediante la comparación con sus iguales, los adolescentes van construyendo su identidad.
Estas dádivas que ofrece el mundo digital a los adolescentes tienen un correlato neurobiológico, como toda interacción social.
De hecho, en el ámbito de las redes sociales han sido extensamente estudiados dominios como la cognición social, el procesamiento de las recompensas o la cognición autoreferencial. Según la investigación de la psicóloga Raquel Aldea-Mateos podemos encontrar algunas claves.
La cognición social
Por cognición social podemos entender cómo los seres humanos procesamos la información referida al mundo interpersonal.
En el ámbito de las redes sociales, los adolescentes hacen uso de la cognición social cuando se plantean cuántos likes podrán recibir si hacen un post con una determinada foto o qué respuestas pueden dar los amigos ante una storie con un determinado mensaje.
La cognición social se da con el uso de las redes sociales ya que nos obligan a pensar sobre los estados mentales y las motivaciones de los otros.
– Raquel Aldea-Mateos –
Las áreas cerebrales que se han visto implicadas a este respecto son las que se relacionan con el intercambio y el procesamiento de la información social.
Cuando recibimos información social y procesamos los comportamientos de otras personas en las redes sociales intervienen estructuras como la corteza prefrontal dorsomedial, los lóbulos temporales anteriores, el giro frontal inferior o la corteza cingulada posterior (Raquel Aldea-Mateos, 2017).
La cognición autorreferencial
Las redes sociales son un medio extraordinario para darse a conocer a personas alrededor de todo el mundo. Nos permite recibir y transmitir historias, situaciones y experiencias tanto del pasado como del presente.
Al mismo tiempo, nos permite proyectar nuestras expectativas futuras. Cada vez que un adolescente emite un juicio, opina o expresa cómo se siente o qué piensa se activan regiones como la corteza prefrontal medial y la corteza cingulada posterior.
El uso de las redes sociales implica una gran cantidad de pensamiento autorreferencial: pensar en sí mismo y difundir opiniones puede provocar un pensamiento autorreferencial adicional.
– Raquel Aldea-Mateos –
El procesamiento de recompensas
Las redes sociales son una vía fácil y rápida de obtener refuerzo social en forma de like. Para ubicar mejor este concepto vamos a poner una metáfora descabellada.
Imagina que cada vez que presionas un botón obtienes una pequeña suma de dinero: ¡Wow, hemos obtenido algo valioso con una inversión realmente baja: una pulsación! El sistema de recompensa actúa de manera similar. Cuando recibimos algo muy reforzante que requiere de poco esfuerzo nos pide más y más.
Los likes se convierten en señales de éxito en las redes sociales, que implican una mejora de la reputación, son capaces de activar el sistema de recompensa de nuestro cerebro y hacen que consultemos estas redes sociales una y otra vez.
– Raquel Aldea-Mateos –
Las áreas cerebrales que clásicamente se han vinculado de manera estrecha con el sistema de recompensa son tres: la corteza prefrontal ventromedial, el estriado ventral y el área tegmental ventral. Veamos ahora cómo pueden activarse estas regiones:
- Cuando los adolescentes mantienen una conversación por el chat de Instagram o intercambian opiniones en tiempo real en un muro de Facebook entran en juego las siguientes estructuras: el cuerpo estriado ventral y la corteza prefrontal. Es decir, se activan en las interacciones de intercambio informacional con otras personas. También se activan cuando los adolescentes reciben un like.
- Se ha visto que la curiosidad activa intensamente el estriado ventral. Y, ¿qué da más curiosidad que saber quién ha dado un like o ha puesto un comentario en la última foto que se subió a Instagram?
- Además, otra región que se implica de manera poderosa en el sistema de recompensa cerebral, el núcleo accumbens, también se ha visto relacionada con el hecho de recibir likes en las redes sociales.
Si el núcleo accumbens está activo, hay un 90 % de probabilidad de que la tarea que se esté llevando a cabo sea la de recompensa.
– Raquel Aldea-Matos –
Así afectan las redes sociales al cerebro de los adolescentes
La adolescencia es el periodo de la vida en el que la persona trata de buscar su lugar en el mundo. Producto de esta búsqueda se producen reorientaciones a nivel social porque tratan de dar respuestas a multitud de preguntas: ¿quién soy? ¿Qué quiero ser? ¿Cómo puedo conseguirlo?
En este periodo de la vida las opiniones de los compañeros son más importantes que las de los familiares.
– Raquel Aldea-Matos –
En la adolescencia se producen intensos cambios a nivel neuronal. En concreto, de manera natural y genéticamente preprogramada se produce una “poda neuronal” en la que se pierden neuronas que resultan innecesarias porque se encuentran en exceso.
Este proceso de cambio se hace especialmente patente cuando hablamos de la distribución y de la concentración de receptores del neurotransmisor dopamina (una molécula implicada en el aprendizaje y en la recompensa). En este sentido, la adolescencia es un periodo crítico puesto que los adolescentes son, en términos biológicos, más sensibles a la recompensa.
Se ha encontrado una activación intensa durante la adolescencia en respuesta a señales relevantes de recompensa y a la anticipación de la recompensa.
– Raquel Aldea-Matos –
El correlato inmediato de la mayor sensibilidad a la recompensa son, como hemos mencionado, las conductas de riesgo. Estas abarcan desde el consumo desaforado de sustancias como el alcohol, el tabaco u otras drogas hasta las prácticas sexuales de riesgo. El objetivo que vehicula estas conductas suele ser la mayor aceptación por parte del grupo de iguales.
Además, hasta aproximadamente los 25 años carecemos de un sistema cerebral con la robusted adulta para inhibir nuestros impulsos. Este es el denominado sistema de control cognitivo, que se encarga de evaluar la información que recibimos de nuestro entorno para, en consecuencia, adoptar una serie de conductas lo más adaptadas posibles al contexto que se nos presenta.
Como consecuencia de esta maduración del sistema de control cognitivo se mejoran las habilidades ejecutivas, como la inhibición de respuesta, la planificación de estrategias, la regulación de los impulsos y la flexibilidad cognitiva.
– Raquel Aldea-Matos –
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Pedrero, F. E. (2021c). Manual de tratamientos psicológicos: Infancia y adolescencia (Psicología) (1.a ed.). Ediciones Pirámide.
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Ripalda Mora, J. T. (2022). Adicción a redes sociales y su relación con la imagen corporal en adolescentes (Bachelor's thesis, Universidad Técnica de Ambato/Facultad de Ciencias de Salud/Carrera de Psicología Clínica).
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Goldfarb, G. (2016). Bebés, niños, adolescentes y pantallas. Sociedad Argentina de Pediatría. PRONAP, 3(4), 123-38.
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Aldea-Mateos, R. (2017). EFECTOS PSICOLÓGICOS DEL USO DE LAS REDES SOCIALES Y SUS CORRELATOS NEUROBIOLÓGICOS.