Hipnóticos: tipos, efectos y recomendaciones

Los hipnóticos son fármacos de diversa índole que causan somnolencia, siendo capaces de inducir el inicio y el mantenimiento del sueño. Conoce sus tipos, efectos y recomendaciones a continuación.
Hipnóticos: tipos, efectos y recomendaciones

Última actualización: 29 diciembre, 2020

Las personas que viven en países desarrollados suelen llevar una vida muy ajetreada, lo que puede desencadenar problemas relacionados con el sueño. En muchos casos es necesaria la administración de fármacos como los hipnóticos para poder conseguir una noche reparadora.

Los trastornos del sueño son muy variados, siendo el más común de todos el insomnio, el que puede generar agotamiento mental. Hoy en día existen múltiples medicamentos disponibles para tratar este trastorno y así lograr evitar las consecuencias que conlleva.

Los hipnóticos y los ansiolíticos se encuentran entre los más prescritos a nivel mundial. De hecho, estudios demuestran que alrededor del 11,4 % de la población general de España consume este tipo de fármacos.

¿Qué son los hipnóticos?

Una noche de sueño reparador es fundamental para que las personas puedan realizar sus actividades diarias con total normalidad. En este sentido, los hipnóticos son un conjunto muy amplio de compuestos utilizados para tratar los trastornos del sueño más comunes.

Estos medicamentos también son conocidos como somníferos y su función principal es lograr que quien los consuma sea capaz de conciliar y mantener el sueño. Sin embargo, el mecanismo de acción de los mismos variará dependiendo del tipo ingerido.

Muchos hipnóticos son de venta libre, no obstante, los mismos no tienen un efecto prolongado, ya que el cuerpo se acostumbra a ellos. Por ello, siempre es necesario consultar al médico antes de iniciar la ingesta.

Tipos de hipnóticos

Hoy en día existen una gran cantidad de tipos de somníferos. A pesar de ello, el resultado final de todos los fármacos será el mismo, consistente en la depresión de sistema nervioso central.

Los hipnóticos suelen clasificarse de acuerdo al principio activo que poseen. En este sentido, existen 4 grandes grupos que son los siguientes.

1. Plantas medicinales y tratamientos naturales

Antes de acudir a un tratamiento farmacológico con hipnóticos se le recomienda a las personas la ingesta de compuestos naturales para mejorar la afección. En este sentido, existe un grupo de plantas con efectos sedantes que disminuyen la hiperexcitabilidad nerviosa.

Estas plantas medicinales también generan embotamiento de la consciencia y tendencia al sueño, incluso con la dosificación normal. Su principal ventaja es que inducen el dormir de manera natural y tienen un bajo riesgo de desarrollar dependencia y otros efectos secundarios.

A pesar de ser compuestos seguros, siempre es recomendable el uso de plantas registradas como especialidades farmacéuticas o que tengan el registro de planta medicinal. De esta manera, estudios han demostrado que las principales para tratar el insomnio son las siguientes:

  • Lúpulo.
  • Pasiflora.
  • Valeriana.
  • Amapola de California.
Insomnio en mujer que usa celular de noche.
A veces el insomnio se relaciona con malos hábitos, por lo que la medicación debe venir luego de intentar modificaciones en los estilos de vida.

2. Medicamentos benzodiazepínicos y análogos

El grupo de las benzodiazepinas es el más abundante de todos y abarca hasta el 63,6 % de las ventas, de acuerdo a varios estudios. Esta familia está compuesta por una gran cantidad de fármacos, incluidos algunos de vida corta, por lo que son el tratamiento predilecto el insomnio.

Todos los compuestos pertenecientes a esta familia tienen el mismo mecanismo de acción, el que aumenta el efecto del ácido gamma-aminobutírico (GABA). El GABA es el neurotransmisor inhibidor por excelencia, por lo que se disminuirá la actividad en el sistema nervioso central al aumentar su acción.

La benzodiazepinas se unirán al sitio de refuerzo del receptor del GABA, lo que aumentará la entrada de iones de cloro a la célula. La entrada de cloro a la célula disminuirá la transmisión del impulso nervioso, potenciando así el efecto inhibidor del neurotransmisor.

Los medicamentos análogos son compuestos con un efecto similar, pero con una estructura química diferente. Esta diferencia estructural disminuye la repercusión de los efectos secundarios, como la dependencia y el posterior síndrome de abstinencia.

Entre los fármacos benzodiazepínicos y sus análogos más utilizados destacan los siguientes:

  • Lormetazepam.
  • Zolpidem.
  • Clonazepam.
  • Alprazolam.
  • Lorazepam.

3. Fármacos no benzodiazepínicos ni barbitúricos

Este grupo de medicamentos está compuesto por todos aquellos fármacos con una estructura diferente a las benzodiazepinas y a los barbitúricos, pero que ejercen la misma función. Los principales compuestos con estas características son los antidepresivos con efecto sedante.

La mirtazapina, la trazodona o la amitriptilina también son capaces de modificar el sueño REM. Los mismos tendrán un efecto anticolinérgico en el cerebro, es decir, disminuirán la acción de la acetilcolina. También tienen acción antihistamínica, lo que potencia su efecto sedante.

Por otro lado, existen compuestos con un mecanismo de acción similar a los barbitúricos, pero con una estructura química muy diferente. Estos has sido utilizados como hipnóticos y sedantes durante muchos años y son los siguientes:

  • Paraldehído.
  • Hidrato de cloral.
  • Clorvinol.
  • Glutetimida.
  • Metripilón.

Otros compuestos, como los agonistas del receptor de melatonina, los agonistas del receptor de orexina, los antihistamínicos y los moduladores del receptor GABA también son utilizados como hipnóticos.

4. Barbitúricos

En la actualidad no son empleados para tratar el insomnio, a pesar del efecto sedante que poseen. Esto se debe a la gran cantidad de efectos secundarios que los mismos solían causar en los pacientes. Se usan mayormente como anestésicos quirúrgicos y anticonvulsivos.

Los barbitúricos actúan por todo el sistema nervioso central, enfocándose sobre todo en las zonas con neuronas polisinápticas. El mecanismo de acción es muy simple. Son capaces de aumentar la entrada de iones de cloro y disminuir la entrada de iones de calcio a las neuronas.

Ambas acciones en conjunto aumentarán el potencial de membrana de las células, haciendo que sea más difícil transmitir el impulso nervioso. Se estima que el hipnótico barbitúrico más utilizado para tratar el insomnio ha sido el fenobarbital, bajo sus nombres comerciales Luminal ® y Luminaleta ®.

Sinapsis neuronal con disminución del impulso nervioso.
Los fármacos en cuestión reducen los impulsos nerviosos y la transmisión, lo que mejora la relajación para inducir el sueño.

Efectos de los fármacos hipnóticos en el cuerpo

El principal efecto que causan los hipnóticos en el cuerpo es la somnolencia, así como la estimulación del inicio y mantenimiento del sueño. Esto se logra mediante una depresión prolongada del sistema nervioso central, la que se debe alcanzar realizando un ajuste progresivo de las dosis ingeridas.

Todos estos fármacos, sobre todo las benzodiazepinas y los barbitúricos, tienen una gran probabilidad de desarrollar tolerancia y resistencia conforme se aumentan las dosis. En este sentido, su ingesta solo debe hacerse bajo estricta supervisión médica y siguiendo las instrucciones de forma meticulosa.

Existe una alta probabilidad de desarrollar síndrome de abstinencia cuando se suspende el tratamiento de forma abrupta. Por lo que se recomienda dejarlos de forma paulatina.

Las benzodiazepinas son las de elección

El tratamiento para el insomnio puede variar, dependiendo de la duración del mismo. En los casos en los que la privación del sueño sea menor a 3 días, es recomendable ingerir medicamentos naturales. Las plantas mencionadas con anterioridad tienen un gran efecto.

La administración de benzodiazepinas será el tratamiento predilecto en el resto de los casos de insomnio, no obstante, el especialista deberá indicar drogas de corta duración. El resto de los hipnóticos serán usados cuando las benzodiazepinas no ejerzan la función deseada o cuando exista un riesgo alto de desarrollar de dependencia.



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